miércoles, 18 de diciembre de 2013

ESTE AÑO SOY MENOS BLANCO.

Este año soy menos blanco.
 
Mi corazón, futbolísticamente hablando, es merengue siempre lo ha sido y será aunque este año, lo digo a orgullo, me siento menos madridista aunque lo siga siendo en lo más profundo del corazón.
 
El Real Madrid era el equipo de mi padre que no se perdía un Carranza cuando el equipo de sus amores venía a la Tacita de Plata. Esa es una de las pocas imágenes que recuerdo de él ya que murió muy joven siendo yo muy niño. El equipo del Paseo de la Castellana ha sido el santo y seña familiar y lo sigue siendo aunque este año con menos intensidad y fragor.
 
La razón no es que esté jugando mal, ni que no me guste el entrenador, ni que el presidente y su directiva sea de mi agrado, ni que la segunda equipación sea de lo más hortera. No, la única razón por la que me he rebelado contra mi equipo es por haber dilapidado una monstruosa cantidad de dinero en una persona que podrá ser uno de los mejores jugadores del mundo, pero que nadie puede valer más de 90 millones de euros ni ninguna institución ser capaz de pagar dicha cantidad.
 
La contratación de Bale creo que ha sido más mercantilista que otra cosa. No sé si está aportando más o menos al equipo pues, como os digo, estoy algo desconectado del día a día del Madrid por esta sencilla causa.
 
No es de recibo que para un juego se gaste, se dilapide, esa cantidad de dinero y no haya para miles de personas que están perdiendo sus hogares, millones que están pasando hambre, se han quedado sin trabajo y sin esperanza. Es inmoral que se gaste esa millonaria cifra mientras hay familias que están muriendo por comer alimentos caducados o intoxicados. ¡Es de todas, todas una auténtica inmoralidad!
 
A Florentino Pérez le pierde el Madrid. Es un empresario serio y fiable aunque con estas "proezas" mi opinión personal de él ha caído varios enteros.
 
En fin, que este año soy menos blanco aunque siempre seré madridista y me alegraré que gane en todo, hasta en las canicas, aunque no lo siga con la pasión y con el ardor de tiempos ligeramente pasados.
 
Jesús Rodríguez Arias

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