miércoles, 27 de noviembre de 2013

VOLARE, NO, NO, NO, NO.




Nel blu dipinto di blu”, cantaba Domenico Modugno cuando ganó con su célebre canción Volare el Festival de Sanremo 1958 y con la que representó a Italia en Eurovisión quedando tercero.

Todos hemos escuchado, oído, tarareado la archiconocida canción italiana y todos nos hemos imaginado sobrevolando los mares con nuestro avión observando el cielo del cielo y fijándonos como las nubes parecen que son estrados de nuestros pies.

Así se habría sentido Su Alteza Real D. Felipe de Borbón y el equipo de altas representaciones que le acompañaban si el avión de las Fuerzas Armadas tiene destinado para viajes oficiales de la Casa Real o personalidades del Estado si hubiera despegado. Pero no, no pudo elevarse por una avería y lo más curioso y anecdótico es que no había ninguno de repuesto.

¿Se imaginarán la cara de los brasileños cuando escucharon que la máxima representación, por delegación expresa de S.M. el Rey, no iba a visitar este país americano porque el avión estaba averiado? ¡La misma que se me ha quedado a mí!

España si aspira a ser un país serio, no olvidemos que ya no gobierna el gafe de Zapatero, debe demostrarlo y con esta serie de situaciones lo que nos crea es una imagen bastante alejada del progreso y desarrollo.

Hasta el mismo Príncipe de Asturias dijo que era la primera vez que le ocurría, “y ya tengo unos añitos”, después de esperar horas y  horas a la reparación de la aeronave de segunda mano adquirida a Francia. ¿Y creemos que los franceses nos van a vender o dar algo bueno a los españoles?

Allá en tierras cariocas se quedó plantada la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que había ido expresamente a la peluquería para recibir a tan alta Alteza. Y lo peor es que se quedaron allí inversores, empresarios, un canal de importación y exportación muy necesario y suculento.

Las videoconferencias no están mal, es el mal menor, pero no comprometen a nada porque lo máximo que haces es ver y escuchar lo que dice la personalidad y si te interesa negocias  y si no te vas de rosita y no pasa nada. 

La imagen de toda una Nación por los suelos porque un avión no pudo despegar.

Cuando D. Felipe volvió a casa le esperaba su mujer con cara de incredulidad mientras él cantaba por lo bajo: Volare, no,no, no, no. 

...Y así nos va. 

Jesús Rodríguez Arias

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