Se han presentado hace unos días las memorias de un “desmemoriado” y lo hace con la desfachatez y la falta de pudor que estábamos acostumbrados cuando llevó las riendas de este país.
600 días de vértigo se denomina su tocho, no el del “sendicato”, y en él explica su percepción de lo ha sido su forma de “gobernar” y no dice nada del desgobierno que nos sometió a todos los españolitos de a pie.
Él y no otros es el responsable de que España no haya sido intervenida. ¡Tendrá cara!, defendió sus políticas desarrolladas, sus famosos recortes, que nos lo digan a los funcionarios, así como el modelo de sociedad instaurada gracias a su fina introducción por todos los poros de esta piel de toro que es España de la ingienería social que ha servido que tengamos la ley del aborto más permisiva de Europa, la ley de matrimonios homosexuales así como otras que han sido una bomba en el centro de flotación de la Familia. ¡Y el tío se queda tan pancho!
No criticó a nadie y tuvo un discurso lleno de buenismo. Entre las memorias del “desmemoriado” no constará para nada los acuerdos con la banda de asesinos terroristas ETA que al día de hoy estamos pagando con la salida de estas ratas de alcantarillas a la calle aunque estos no lo han hecho solos porque los acompañan los más nauseabundos asesinos y violadores más sangrientos del país.
Gracias a él y sus “políticas” ese hombre de paz, De Juana Chaos, está carcajeandose de las víctimas desde el lugar donde se haya instalado esa mierda de ser humano. Gracias a él estamos como estamos: ¡Más pobres y hundidos!
No le falta razón al título del marmotreto: 600 días de vértigo. Eso es lo que llevamos los españoles desde que nos gobierna Rajoy porque él y su gobierno se han cebado con nosotros por culpa de Rodríguez Zapatero que no supo poner los medios y los remedios cuando la crisis se podía manejar.
Eso sí, la política social impuesta por Zapatero sigue en plena vigencia después de estos 600 días y eso ya no es culpa del “gafe”.
Este libro de memorias la va a leer su santa esposa, las niñas de su alma, Rubalcaba o quienes quieran porque yo paso de rememorar tan malos vientos, tanto odio y tanta ruindad.
Todos escriben sus memorias y yo no me acuerdo ni de lo que hice ayer.
Jesús Rodríguez Arias
600 días de vértigo se denomina su tocho, no el del “sendicato”, y en él explica su percepción de lo ha sido su forma de “gobernar” y no dice nada del desgobierno que nos sometió a todos los españolitos de a pie.
Él y no otros es el responsable de que España no haya sido intervenida. ¡Tendrá cara!, defendió sus políticas desarrolladas, sus famosos recortes, que nos lo digan a los funcionarios, así como el modelo de sociedad instaurada gracias a su fina introducción por todos los poros de esta piel de toro que es España de la ingienería social que ha servido que tengamos la ley del aborto más permisiva de Europa, la ley de matrimonios homosexuales así como otras que han sido una bomba en el centro de flotación de la Familia. ¡Y el tío se queda tan pancho!
No criticó a nadie y tuvo un discurso lleno de buenismo. Entre las memorias del “desmemoriado” no constará para nada los acuerdos con la banda de asesinos terroristas ETA que al día de hoy estamos pagando con la salida de estas ratas de alcantarillas a la calle aunque estos no lo han hecho solos porque los acompañan los más nauseabundos asesinos y violadores más sangrientos del país.
Gracias a él y sus “políticas” ese hombre de paz, De Juana Chaos, está carcajeandose de las víctimas desde el lugar donde se haya instalado esa mierda de ser humano. Gracias a él estamos como estamos: ¡Más pobres y hundidos!
No le falta razón al título del marmotreto: 600 días de vértigo. Eso es lo que llevamos los españoles desde que nos gobierna Rajoy porque él y su gobierno se han cebado con nosotros por culpa de Rodríguez Zapatero que no supo poner los medios y los remedios cuando la crisis se podía manejar.
Eso sí, la política social impuesta por Zapatero sigue en plena vigencia después de estos 600 días y eso ya no es culpa del “gafe”.
Este libro de memorias la va a leer su santa esposa, las niñas de su alma, Rubalcaba o quienes quieran porque yo paso de rememorar tan malos vientos, tanto odio y tanta ruindad.
Todos escriben sus memorias y yo no me acuerdo ni de lo que hice ayer.
Jesús Rodríguez Arias
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