El eterno invierno parece querer quedarse un poco más con nosotros aunque ya desde hace unos días dicen los que saben de esto que estamos en primavera pues lo que es notarse, se nota bastante poco.
Lluvia, frío, mal tiempo e incluso nieve hace que todavía no nos hayamos desprendidos de nuestros abrigos, bufandas, gorras y sombreros todavía estén en nuestros cuerpos y no descansando en los correspondientes roperos como debería ser cuando la estación más bella hace acto de presencia en nuestras vidas.
Lo malo es que ya vas a las tiendas y en el género que almacenan solo tienen vaporosos vestidos y chaquetas de entretiempo e incluso verano. Ya el verano, que no la primavera, ha llegado a los comercios y tiendas. ¡No digamos al Corte Inglés!
Vamos con el paso cambiado porque siempre queremos ir por delante de donde estamos y eso al final no concuerda con lo que es vivir en y desde la realidad.
Es primavera porque huele a azahar, porque las margaritas ya pululan alegremente por los campos, los geranios están extasiando con sus colores vivos en las macetas de nuestros patios o casas, porque ya ha cambiado la hora que eterniza más el día en detrimento de la noche, porque empiezan las alergias y porque lo dice "El Corte Inglés!
Ya por mucho que llueva, que nieve, que haga frío que los riachuelos serpenteen las piedras oradas por el agua cristalina, la primavera ha llegado y el mal tiempo que estamos pasando es limitado y con fecha de caducidad. Los verdes campos pasarán al color propio de la tierra o las rocas y el mar se llenará de veraneantes que harán suyas las playas en los buenos días que preludian un nuevo verano.
Sí, ha llegado la primavera a todos e incluso al "Corte Inglés".
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario