ESTA "DERECHA SIN DIOS".

Nos gobierna una "derecha sin Dios" donde el Humanismo Cristiano que fue el pilar donde se fundamentó sus orígenes ha quedado aplastado por la inoperancia a todo cuanto huela a religión, a Dios así como a los valores y obligaciones que sustentan nuestras creencias, nuestra fe.

 

¿Dónde está el partido mayoritario en estos momentos en España cuando se reciben tantos ataques diarios contra nuestra fe en nuestra Nación?

 

Son muchos los ciudadanos, plataformas, que se han mostrado contrarios a la intención de expropiar la Catedral de Córdoba por parte del gobierno social-comunista que, desgraciadamente, nos gobierna aunque pocas voces he escuchado defendiendo a la Iglesia del principal partido de la oposición.

 

Parece que los dirigentes de esta derecha socialdemócrata apuestan abiertamente por el principio masónico de que tenemos que vivir nuestra fe dentro de los templos y de las sacristías así como evitar cualquier manifestación pública de fe y más si es en los organismos oficiales.

 

En mi mesa de trabajo tengo un crucifijo y ahí se va a quedar mientras esté desarrollando mis ocupaciones profesionales.

 

Sé que en esta "derecha sin Dios" que gobierna España también hay verdaderos buenos cristianos, hombres y mujeres que llevan a Dios en sus corazones y en sus vidas aunque a veces me llego a preguntar que hacen ellos ahí porque sus valores, sus creencias, sus pilares que fundamentan su vida no se corresponde con esa "mayoría" dirigente que está a cientos de kilómetros de distancia en todo en lo que creen y piensan en realidad.

 

Este "macropartido" está compuesto por todos los que tienen un posicionamiento común en sus ideas aunque, visto lo visto, no se realmente cuales son. Lo que si me estoy dando cuenta es que los voceros de los mismos son los más alejados en principios y valores a los que yo estoy posicionado. La marcha de destacados democristianos, que es la marcha de los democristianos que estaban englobados en este partido hacen que perciba con inquietud los derroteros que está tomando el mismo y que, con la máxima sinceridad, no me gusta nada porque me siento engañado y decepcionado en lo más íntimo de mi ser.

 

Dentro de muy poco esta "derecha sin Dios" nos volverá a pedir el voto ante las Elecciones al Parlamento Europeo, gastarán energía y ganas para conseguir nuestra dádiva de confianza. Os puedo decir que en mi caso particular, ¡Van listos!

 

Mis creencias, mis valores, mis fundamentos de vida no se pueden conculcar dando la confianza a unos que la abandonaron hace ya bastante tiempo.

 

Jesús Rodríguez Arias