sábado, 7 de octubre de 2017

CUANDO GORJEL FUE JORDI




Jordi no se ha llamado Jordi en su puta vida pero como sus padres se vinieron a Cataluña como emigrantes el bueno de Jorge Mancuerna Rodríguez que es hijo de toda la vida de Casimiro “El doscejas” se cambió el nombre para ser más catalán, más “seny”.

El bueno de Casimiro se colocó en una fábrica de coche y su madre Salustiana entró a trabajar en el cuerpo de casa de uno de esos burgueses de los de antes y así pudieron darle estudios a Gorjel, que así era llamado el niño en su casa.

No, augusta madre, no soy “Gorjel” soy Jordi de toda la vida.

¿Augusta? Se preguntaba Salustiana mientras le decía: “Gorjel, que no me llamo Augusta sino Salustiana..” “¡Tanta política te va a volver loco, hijo!”. Y es que el niño se había hecho de las juventudes de convergencia que cuando se lo dijeron a Casimiro se creía que era algo de carreteras.

Enseguida se hizo amigo de un tal Más, un tal Homs, una tal Forcadell y también entabló una afectuosa con un joven que según Salustiana nunca miraba de enfrente llamado Junqueras.

Entró a formar parte del círculo de confianza del Muy Honorable Don Jordi Pujol y era asiduo a su casa los fines de semana donde se celebraban todas las “quedadas” siendo los hijos de Don Jordi también parte de ese círculo de confianza y abigarrada amistad.

Por supuesto él nunca los llevó a casa de sus padres pues vivían en un piso obrero dentro del cinturón industrial y porque encima del televisor lucía una bandera de España y encima de este una figura de un toro, con pelo y todo, y una muñequita de Marín vestida de gitana que es como antes se decía a lo que ahora es faralaes.

Casimiro y Salustiana se jubilaron más pronto que tarde ya que él tuvo un pequeño percance y perdió una uña con un mondadientes pero como estaba en la cantina de la empresa pues se consideró accidente laboral que ocasionó una invalidez absoluta. Casimiro se daba gracias a él mismo, pues no era creyente, por haberse metido en el “sendicato” y ser en el momento del grave accidente el presidente del comité.

Salustiana dejó también de trabajar pues con el sueldo del marido podían vivir bien toda vez que el Gorjel se había independizado aunque sus padres le ingresaran todos los meses más de 300.000 pesetas de las de antes para atender sus “gastillos”. ¡Pronto empezaba el menda!

Casimiro y Salustiana ya eran catalanes de los de toda la vida y hasta perdieron el acento y con él hasta los mismos recuerdos.

Muchos emigrantes volvían a sus lugares de orígenes, otros se quedaban y les decían como podían abandonar sus raíces. Ellos callaban mientras escuchaban una sardana con lágrima de pollo.

Casimiro y Salustiana viajar si viajaban y además conocían toda España gracias a una infalible técnica:

Se iban los dos, pongamos a Madrid, iban a algún restaurante más o menos bueno donde la clientela no es el típico turista de bocata de “chopepó”, se hacen los encontradizos y como son simpáticos los invitan a su casa a lo cual invitados hacen lo mismo con la correspondiente entrega de tarjetas donde figura domicilio, teléfono y ciudad.

Eso que sería un hecho anecdótico después se convierte en una pesadilla para esos comensales que se encontraron al Casimiro y la Salustiana ese aciago día en el mismo Madrid.

Cuando se acercan las fiestas del lugar o si es costa, el verano se recibe en ese hogar familiar una llamada de un número que en verdad no suena de nada. Lo cogen y les dicen con su acento “confuso-catalán”: Hola, somos Casimiro y Salustiana, los del … restaurante en cuestión.

Que hemos pensado que os vamos a ir a visitar...

¿Qué?

Pero dos semanas nada más, que no queremos molestar... ¿ehhhh?

¿Perdón?

Llegamos pasado mañana en el tren de las cuatro y cuarto y nos vamos directamente a vuestra casa.

¡No entiendo nada! ¿Pero quiénes son?

Si nos venís a recoger mejor que mejor...

La primera semana nos enseñáis toda la provincia y la segunda no salimos de vuestra casa pues Salustiana quiere enseñar a tu mujer la cocina catalaaanaaa.

Entonces, y solo entonces, la persona que está al auricular se da cuenta que estos son ese matrimonio tan pesado que se encontraron en aquél restaurante de Madrid y que él les dio su tarjeta en justa correspondencia a la que le habían entregado.

Entonces se dio cuenta de que estaba cogido por dos incordiantes seres, con más cara que espalda, que se querían colar en su casa nada más y nada menos que dos semanas porque no querían molestar, ¿ehhhh?

Le colgó el teléfono y ahí empezó un acoso y derribo donde cada día se contabilizaban más de 80 llamadas. Al final tenían que dar de baja a la línea y rezar a todos los santos para que esa pareja no se colara en su casa en la fecha que habían dispuesto colarse.

Muchas veces le salió perfecta la jugada y otras no pero son las mínimas porque Salus, la gente es muy educá... decía siempre Casimiro.

De tal palo salió el niño Gorjel llamado para todos Jordi Manuelles, se catalanizó el apellido tan vulgar como español que llevaba, que ya despuntaba como Teniente de Alcalde del pueblo en el que vivía toda su familia aunque él se hubiera independizado pero eso sí cobrando un pico de sus padres que por una cosa u otra siempre estaban de viaje.

Eran los tiempos malos para su admirado Pujol y solo porque tuvo la desgracia de tener un padre multimillonario que lo dejó como heredero único de todo el capital que tenía en Andorrra...

La policía entrando y saliendo de la casa donde había pasado tan buenos recuerdos y la pobre Marta Ferrusola, que no es nada interesada, se cogía a su brazo y le decía que era un “xarnego de merda” en plan cariñoso.

Su amigo Artur lo llamó para que fuera en la lista que él encabezaba para el Parlament y aunque no iba de los primeros hay que decir que sacó los votos necesarios para sentar su “cul” en el escaño.

Fue nombrado inmediatamente Secretario de Estado de Comunicación con las Embajadas Catalanas en el mundo y parte del extranjero. Con titulo de Ilustrísima y con sueldo Excelentísimo.

Ahí se mantuvo hasta que todo se fue yendo al carajo pues al poco tuvo que salir Más de la presidencia y llegar Carles que siempre fue el “chirlachi” del partido. En la coalición de todos contra algunos ocupó un puesto destacado saliendo elegido enseguida diputado y Conseller de los Consellers con más de 800.000 euros anuales pagados por todos los españoles como es de ley.

No se casó pero mantuvo varias relaciones a la vez aunque al final todos se independizaran unos de otros. Ahora dice que está muy alejado de lo mundanal del mundo porque cuenta con amigos como Sor Lucía Caram y Monseñor Novell que son como deben ser: Independentistas con dependencia a España.

Hace unos días se ha celebrado el referendum que ha ganado el Si a la independencia con más del 300% pues de 7.441.176 habitantes que tiene este país han ejercido su derecho al voto que es igual a la independencia más de 11.525.476.

En la noche del 1-O llamó a Novell y le dijo que a partir de ahora sería nombrado como primer Papa de la república independiente y arruinada Catalana a lo que Monseñor se emocionó cuando dijo: ¡Amén!

Parece que las aguas vienen revueltas y Jordi, siempre llamado Gorjel, no las tiene todas consigo pues aunque el gobierno Rajoy camina más lento que el caballo del malo hay indicios de que todos pueden acabar en la cárcel.

Jordi, ha pensado coger todos sus ahorros amén de los que tiene bien dispuestos en los paraísos fiscales que en su día le aconsejara el otro Jordi para instalarse en algún lugar bueno donde no haya extradición. Para la prensa internacional siempre podrá decir que es un represaliado, un exiliado político, mientras vive de puta madre aunque la suya sea buena y laica.

Sí, Gorjel ha decidido marcharse antes de que se hunda el barco y acaben todos en Carabanchel. Está en el aeropuerto intentando despedirse de ellos, de sus progenitores, pero salta el contestador con este mensaje: “No estamos en caaasaaa” “Nos hemos ido a casa de dos jovenes de Torredonjimeno que hemos conocido en Madrit”. “Solo dos semanas porque no queremos molestar...¿Ehhh? Deja el mensaje que cuando lleguemos os contestamos. ¡Viva la bona vida!

Entonces sin pensarlo fue a ventanilla y enseñando el billete y el dni pasó a coger el vuelo previsto para ese lugar predeterminado donde su amigo Artur Más le había negociado un puesto de alto directivo de una pujante empresa de bragas.

Don Jorge Mancuerna Rodríguez ya puede embarcar por la puerta…

Jesús Rodríguez Arias


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