domingo, 24 de julio de 2016

ROPASUELTAS: ¿LOS ORDEÑA, QUÉ?





Una nueva legislatura con más o menos los que estaban y alguna puntual incorporación donde el partido mayoritario sienta a más en escaños, los ropasueltas estrenan tres más aunque lo hayan repartido entre los seguidores del chaval del “heteropatriarcado” que tienen más de dos diputados por los demás igual o menos que antes. 

Empiezan las negociaciones y a llegar a puntuales acuerdos como la elección de Ana Pastor como Presidenta del Congreso de los Diputados de lo que me alegro porque es una señora de gran categoría personal y profesional apeando a Pachi López que ha sido un digno dignatario aunque muy de andar por casa. 

El líder ropasuelta ha propuesto para un cargo de tal relevancia a ese “mushasho” con el que se saluda dándose piquitos antes de empezar la sesión y claro no ha llegado a buen puerto. 

Empieza el circo aunque pienso que el espectáculo, siéntense y ocupen sus asientos. 

Domenech el del piquito, 
propuesto para alto cargo, 
no se esperaba el chiquillo, 
semejante picotazo. 

Sus ropasueltas posaderas, 
no rozarán sillón tan alto, 
se queda dándose piquitos, 
con Er rejón y con Pablo. 

En esta legislatura que ha comenzado un vacacional 19 de julio también deparaba alguna noticia que en verdad nos alegra pues supone ciertos aires de renovación. Después de 13 años en la Mesa del Congreso la abuela Celia Villalobos es invitada a ostentar cargos en el partido que es una forma muy cortés de decir: ¡¡Váyase a casa!! 
A la abuela Celia, 
le ha llegado la jubilación, 
ahora no se sienta en la Mesa, 
lo hace en el butacón. 

Ella con la mala cara que le acompaña siempre seguro que piensa: 

Ya no soy necesaria, 
tampoco imprescindible, 
dadme un taca-taca, 
de aluminio si es posible. 

Lleva ya más años, 
que el Palacio Real, 
ocupando su escaño, 
esta eterna diputá. 

Ya han empezado el corte de cabezas, perdón de malas yerbas, en torno a los ropasueltas. Se está encargando el que se ha convertido en el motor de todos los círculos que no es otro que Echenique. 

La guadaña pesa mucho, 
y cansa una barbaridad, 
que a todos los expulso, 
sin inmutarme ná de ná. 

Resultado de imagen de juramento podemos congresoQué detalles más personales tuvieron con todos los españoles nuestros ropasueltas a la hora de “jurar” el cargo de diputados. 









Juro por mi mare, 
mi pare y por tó, 
que no me sale, 
jurar la Constitución. 

Juro por un país diferente, 
unidos podemos conseguir, 
no nos importa la gente, 
lo que nos vamos a reír. 

Juro por Bódalo, 
por su libertad, 
y lo llevas claro, 
algo hay que jurar. 

Juro por los campos de otros, 
juro por el camarada Gordillo, 
juro aunque me líe a mamporros, 
contigo y con tu tío. 

El más que camarada Diego Cañamero fue vestido de alta gala para jurar su escaño en el congreso. 

Camiseta blanca como buen ex-jornalero proclamando la libertad de Bódalo el más preso de los presos. 

Y este en correspondencia le ha escrito unos versos a su camarada de siempre, el antiguo jornalero que ahora ocupa escaño en sillones de cuero. 

Gracias, puño en alto, 
gracias, Diego, 
le daría un guantazo, 
al mismisimo cielo. 

Libertad es mi nombre, 
bofetá mi condena, 
que soy hombre, 
amarrao a las cadenas. 

Que por amenazar, 
insultar y pegar, 
tenga que pagar, 
con falta de Libertad. 

Gracias, puño en alto, 
gracias, camarada, 
y Diego desde su escaño, 
de nada, Andrés, de nada. 

Y para terminar este artículo reseñar a las ropasueltas que en Barcelona se manifestaron en contra del ¿ordeño?

Dicen que una imagen, 
vale más que mil palabras, 
hace falta mucho coraje, 
para hablar de estas muchachas. 






Ellas en paños menores, 
con manguitos en los senos, 
perdonen mis temores, 
esa leche no la quiero. 

El chico sentado en bemoles, 
las chicas de escuálidas vacas, 
poca verguenza y cojones, 
para semejante patraña. 

Estos no respetan nada, 
son unos “ecologetas”, 
en todo se mean y cagan, 
en la misma naturaleza. 

A ver si te pones el manguito, 
en otro sitio muchacho, 
y ordeñas el pito, 
aunque salga escardado. 

Las ropasueltas feministas no les gusta el “mandao” prefieren las espinas y un buen bacalao. 

Machismo, puro machismo, 
no me gusta el badajo, 
nosotras siempre a lo mismo, 
con las cosas de ahí abajo. 

Bueno, que de tanto escribir de los ropasueltas se me están quitando las ganas de comer con que disfutemos este domingo y a estos que les den. 

Jesús Rodríguez Arias

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