lunes, 11 de julio de 2016

LOS ROPASUELTAS: NO LO DIGO YO, LO DICEN ELLOS...








El morado ropasuelta sigue en boga ya que el guantazo electoral hace que los miembros y "miembras" de este grupo circular echen bazofia contra todos los que atrapen en sus fauces.

Echenique no se ha movido más que en estas últimas semanas. Tendrá que recargar la batería o tomarse un complejo vitamínico ya que ese ritmo es agotador.

No me agoto porque amo,
ni me canso y siento dolor,
que yerbajos cortamos,
pero con demasiado "amor".

Por amor te doy la patada,
por amor te llevo al paredón,
por amor te pego la puñalada,
por amor y mucho amor.

Iglesias y Er rejón casi ni se hablan porque el primero no se cree nada y tiene que dar cuentas a sus principales apoyos y el segundo entre morisquetas  y pucheros está desvalido ante los más traicioneros.






Irán no te marches,
Maduro va detrás,
no hay quien enganche,
a poderes sin igual.

Er rejón llora,
es muy lloroncete,
sigue a la bartola,
con sus pucheretes.

Mientras Diego Cañamero, diputado electo, ya no piensa ocupar los supermercados sino la cafetería del Congreso.

Ocupo camaradas,
ocupemos el comedor,
un par de rebanadas,
con paté y chope pó.

Dicen los antiguos que hubo un momento en la vida del camarada Julito que soñó con ser militar, jurar la bandera patria, volar y sobrevolar para defender a España.

Dicen los antiguos que eso Julito soñó y que se convirtió en tecnócrata, ascenso a base de despacho, pelotear en vez de volar, llevar el bolso a la ministra y hacer la lista del mercadona.

Dicen los antiguos que nunca tuvo vocación de servir sino de servirse del servidor, al poco tiempo abandonó el uniforme y sus ropas soltó, se puso abalorios y colgajos y por obra y gracias del eterno Pablo Iglesias, Julito Rodríguez se convirtió en ropasuelta.

Ni avión, ni despacho,
ni mochila, ni bolso,
ni escaño parlamentario,
y poco pelo en el mocho.

Quiero ser diputado,
codearme con la gente,
hablar desde mi escaño,
de Otegui y la gente decente.

Que quiero ser diputado,
con escaño y mochila,
pero no me han votado,
qué vida más joía.

La cosa en Cádiz está que arde después de las amenazas que profirió un ropasuelta contra el portavoz socialista mientras el alcalde respetaba el turno de intervención pues todos sabemos que José María de Kichi es tolerante y demócrata.

Ten cuidado, toma nota,
no sagas a la calle a solas,
lleva un guardia, lleva escolta,
amenazan la casta de estos notas.

Cádiz que es cuna,
de la Libertad y tolerancia,
estos se la quieren cargar,
con pestazo y extravangacias.




La Yaya ha convertido Madrid en una ciudad icono y por allí han desfilado muchos y todos muy “monos”.  Lo ordinario, lo soez, lo provocativo y escabroso es lo que tiene el celebrar unos días “orgullosos”.

El oso y el madroño,
las colas les han sobao,
las colas y algún moño,
pero todos pelaos.

En cueros y en pelotas,
muchos osos y pocas colas,
mucho político pelota,
nuestra Yaya ya esta pocha.

Erguidos mástiles,
en céntricos lugares,
banderas al aire,
ninguna de Zaire.

¿Dónde colocamos,
la bandera multicolor,
proponen con entusiasmo,
políticos de cualquier color?

Esta aguda decisión,
y que no moleste a nadie,
ell@s te dan la solución,
y que es que tiene mucho arte.

No lo digo yo,
lo dicen ellos,
la multicolor,
en el mismo sieso.

A las fotos me remito,
imagen descarnada,
bandera como tiesto,
adentro de las nalgas.

No lo digo yo, lo dicen ellos...

La que se ha armado, será por armar, la visita del ropasuelta alcalde de Cádiz a la mezquita con el fin del Ramadán.

Él que ha despreciado a los que profesamos la religión católica, que no ha asistido a nada que tenga que ver con nuestra creencia mayoritaria en la Trimilenaria Ciudad de Cádiz, ha asistido y vanagloriado con los musulmanes con lo cual queda demostrado que no es el regidor de todos sino de todos lo que él quiera.

Ni Perpetuo Regidor,
ni Corpus ni procesiones,
él que es el muñidor,
de los toca cojones.

Laicista España,
ninguna religión,
ellos son de guadaña,
como eterna profesión.

En un reciente concierto de un cantante de canciones de toda la vida para los que peinamos la cincuentena, de sangre torera y artista, de bohemia y cineasta, se humilló a la imagen de la Virgen que es una forma de hacerlo con todos nosotros.

Dicen que quiere ser ropasuelta,
el que canta morena mía,
el que no se sabe si es vagoneta,
el que canta a trompeta a Sevilla.

Una imagen vale más que mil palabras,
y tu, "machote" has ofendido a mi Madre,
te has quitado las enaguas,
y me has demostrado que no eres nadie.

Ni café, ni bambú, ni nada de nada,
ni yo seré jamás como tú,
un ropasuelta en cuerpo y alma,
un ropasuelta que le dan tururú.

Perdonadme pero como siga escribiendo nos dan las tantas y tampoco es eso.


No, no lo digo yo, lo dicen ellos que se pasan todo lo nuestro por el mismo sieso...

Y la próxima semana más de estos que ya todos conocen como los ropasueltas.

Jesús Rodríguez Arias



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