viernes, 16 de enero de 2015

HA MUERTO BOLINAGA Y NADIE ME PUEDE PEDIR QUE LO SIENTA.



Ha muerto Bolinaga y no debo alegrarme aunque nadie me puede pedir que lo sienta. Ha muerto quien tantas víctimas tiene a sus espaldas, ha muerto sin arrepentirse de todos los crímenes y crueles fechorías que ha cometido en su inútil y asquerosa vida, ha muerto el que merecía haber muerto hace mucho, pero que mucho tiempo.

Y se ha muerto riéndose de todos y cada uno de los españoles de bien que han visto como este tipejo impunemente se paseaba por las calles de Arrasate, tomándose sus vinos, sus pinchos, cuando un gobierno valiente para acabar con el Estado de Bienestar, decidido para no derogar con el aborto libre que hoy por hoy existe en nuestra querida Nación se acobardó con las tretas de unos jetas asesinos que por justicia y por ley tendrían que permanecer en las cárceles e incluso morir en ellas.

Estos políticos no entienden de dignidad, de honor, de valentía, de sacrificio y se rinden a la primera sacando por la puerta de atrás de los centros penitenciarios a los que deberían ser inquilinos perpetuos de los mismos.

Ha muerto Bolinaga uno de los secuestradores de un Valiente, de un hombre de Honor, de un Español de los pies a la cabeza al que mantuvieron en un zulo 532 días que se dice pronto. Me estoy refiriendo a José Antonio Ortega Lara que es la imagen de la dignidad y de la autoridad moral ante tantos cobardes, asquerosos cobardes, que lo han traicionado, y nos han traicionado, una y otra vez, una y otra vez...

Bolinaga ha muerto pero antes se encargó personalmente de asesinar sin escrúpulos a servidores de España que entregaron y regaron su sangre por nuestra querida, noble y pisoteada Patria.

Ha muerto acojonado porque veía la cárcel muy cerca cuando disfrutaba de la paz que arrancó de raíz de tantos españoles de bien. El martes 13 de enero la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió la no desdeñable cifra de 29 años de cárcel para este hoy difunto crápula por el vil asesinato del Cabo de la Guardia Civil Antonio Ramos el 8 de junio de 1986 en Arrasate. Él que se la veía muy felices saliendo y entrando en los locales donde se bebía sus vinos que calmaban su sed y lo distraían de las hirientes garras del horror que había causado en su vida.

Me imagino que este asesino etarra se le vendrían muchas cosas a la cabeza y aunque no se arrepintiera públicamente del dolor causado sería una piedra que sostener en sus debilitadas espaldas porque cuando la salud se deteriora tu vida pasa por delante tuya sin que puedas poner remedio a lo hecho y lo que has dejado por hacer.

Hoy es un día de luto para todos los etarras de mierda, estén o no en las cárceles, porque se ha muerto un referente, un "gudari", un héroe que apretó el gatillo cuando lo tuvo que hacer y le quitó la vida y la libertad a tantos que al día de hoy penan a sus seres queridos muertos a manos del que hoy está muerto.

Reconozco que admiraba al PP y al PSOE que ofrecían su sangre, muchos militantes, concejales, diputados murieron a manos de ETA, por vivir en Libertad en las queridas y españolas tierras vascas, por hacer grande una España que es Madre de todos los pueblos que en ella habitan. He sentido el dolor en lo más profundo de mi corazón cada vez que un asqueroso asesino de ETA teñía con la sangre de patriotas el rico y a la vez seco terruño que nos da cobijo a todos los españoles y por eso no entendí en su momento ni entiendo ahora la Traición de Rodríguez Zapatero y de Rajoy a la memoria de todas las víctimas, que son los que son y además somos Todos los españoles que queremos y defendemos a España, cuando iniciaron políticas de excarcelaciones de tantos nauseabundos asesinos. ¡Hombres de paz decía Zapatero, ese insigne mamarracho!

Me imagino a Otegui y los presos de ETA con sus fieles abogados brindando a la eterna memoria de Bolinaga, me imagino a De Juana Chaos, esa hiena asesina que anda libre gracias al gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, brindando y copulando con su novia en el lugar donde se halle, me imagino a los acomplejados políticos respirar algo tranquilos porque se han quitado un problema de encima, me imagino que los locales donde este inmundo asesino que hoy ha entregado su alma al diablo cerrar como muestra de dolor por el fallecimiento de tan ilustre,  fiel cliente y de paso desinfectar los mismos.

Y me imagino a sus víctimas y familiares recordando y sufriendo el dolor eterno y permanente que causó en sus corazones, me imagino que no se alegrarán, tienen demasiada categoría, nobleza y dignidad para caer en tal denigración, aunque imagino que tampoco se les pueden pedir que lo sientan porque eso simplemente es imposible.

Hoy el infierno tiene un nuevo habitante y hasta el diablo está dando lástima porque en los últimos tiempos están entrando en el mismo muchos hijos de puta.

Jesús Rodríguez Arias

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