"La Lola se fue a los puertos y la Isla se queda sola".
...Ya no, ya La Isla no está sola y abandonada por la Lola porque tenemos el Tranvía.
Ha llegado a San Fernando después de trotar por el norte de mi bendita España con cierta "nocturnidad y alevosía". Lo ha hecho de noche cuando los búhos se hacen amos del lugar y cuando las decrépitas tumbas emergen en plena Alameda mientras el demonio se da un garbeo por plena calle ante la mirada y el silencio de todos...
¡Para esto ha quedado mi Isla!
¡Por fin ha llegado el Tranvía! ¡Por fin se van a acabar todas las penurias de San Fernando!
¡Por fín se van a terminar las colas en el paro pues todos se van a entretener cogiendo ese "trenecito" verde y blanco que es hortera a más no poder!
Me han dicho los que están por esos benditos lares con olor a sapina y a mar, que saben del trabajo bien hecho, que se levantan todos los días para hacer más grandes a San Fernando mientras desde la eternidad se escuchan los sones de la guitarra mientras un eterno Camarón canta asomado a la Gloria, que en la bicentenaria Ciudad, que es nuestra eterna Isla de León, hay una verdadera "orgasmía" de "progres" que ven como un verdadero hito histórico las pruebas de este "cacharro" que ni es tren, ni es ná.
Parafraseando a los gaditanos: "¡Esto es La Isla y aquí hay que mamar!".
¡Y es que los cañaillas estamos hartos de mamar lo que entre unos y otros nos imponen como lo que es mejor para nosotros!
A esos que defienden este engendro de Calle Real les diré que prefiero mil veces mil la de antes, la "dividida" por la nacional, con circulación, porque eso nos daba vida al centro y no como ahora que es una avenida hecha con mal gusto y sobre todo con ínfimos materiales, como se ha demostrado, y cuyas solería se mueve más que los dientes de un viejo. ¿A dónde han ido tantos millones que dicen que se han gastado? ¿Cuántos comercios y pequeños empresarios han cerrado sus puertas no por la archifamosa crisis sino por esa eterna obra que sufrió, y sufrimos, la Calle Real?
Hoy es un día histórico dicen los que defienden la bandera de la "progresía" mal entendida, hoy se puede ver circular ese engendro de trenecito en el mayor engendro que existe como era nuestra principal arteria: ¡La Calle Real!
Hoy es un día histórico dicen los que agarrados a los sillones quieren justificar lo injustificable.
Y dicen la verdad, porque hablan desde y con la autoridad, estos días son históricos porque veremos con propios ojos como circula ese cacharro, llamado Tranvía, sin que se muevan las losas que rotas, llenas de sucia agua de la lluvia y propiciadoras de mil caídas y dolorosas torceduras.
Cierro los ojos y veo el viejo tranvía que hace sonar la campana cuando llega a la siguiente estación y cuando los abro veo al nuevo "tranvía" mientras suena la solería que se mueve rota y destrozada mientras salpica agua sucia de la fina y transparente lluvia acaecida en estos últimos días.
Sí, en estos días La Isla vive un momento histórico aunque también vergonzoso porque algunos quieren solucionar todo por medio de un hortera y feísimo tranvía.
¡Y las luces de Navidad que la pongan en los "chupetes" que son las farolas del casco histórico de esta histórica Ciudad!
Jesús Rodríguez Arias
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