viernes, 14 de noviembre de 2014

9 DE NOVIEMBRE: DÍA DEL RIDÍCULO NACIONAL.


Soy de los que piensan, y seguramente esté equivocado, que la pantomima de la consulta catalana no tenía que haberse celebrado. 

El Tribunal Constitucional echó para atrás ese partidario referéndum en el que una parte de España quería decidir por ella sola lo que corresponde a la totalidad de la Nación. ¡Bien hecho!

En cambio se permite, con la vista gorda de un gobierno inoperante, que se celebra un vodevil de consulta donde se quería poner de manifiesto el deseo independentista de la clase, sin clase, política catalana.

Urna de catón cerrada con papel celo, más cutre no lo hay porque hasta en Cuba las votaciones son más transparentes, con "voluntarios" cogidos a la fuerza vigilando un proceso que ha marcado el ridículo internacional mientras el presidente de la Generalidad, su socio preferente de gobierno y casi todos los partidos del arco "parlamentario" dando su visto bueno a un engendro donde la democracia se ha visto pisoteada con vileza propia de países subdesarrollados.

El domingo 9 de noviembre España, y digo bien, ha hecho un esperpéntico ridículo ante el mundo permitiendo que se celebrasen unas votaciones ilegales y fuera de todo contexto jurídico internacional.

Más, Junqueras y sus compañeros de tan trillado viaje hacia el absurdo permanente han dejado por los suelos la marca España, la de Cataluña no digamos, dentro del marco internacional.

Pero a mí, particularmente, lo que haga esta pandas de memos me importa una auténtica higa. A mí lo que me causa vergüenza propia y ajena es la actitud del ejecutivo de mi bendita Nación que lo han permitido, han mirado para otro lado, y así de esta manera se ha llegado a votar la idoneidad de la independencia de Cataluña.

Ahora son todos balones a las bandas: Que si han votado solo un tercio del electorado, que si el Tribunal Constitucional tendría que haber prohibido esta pantomima, que si.., y con el "que si" llevamos una legislatura llena de insatisfacción y desconfianza.

Se ha demostrado que Rajoy no maneja los "tiempos" que manejamos el resto de los españolitos de a pie. El presidente del gobierno parece estar en el mundo que le dibuja a diario su sociólogo de cabecera, el Sr. Arriola, y que dista muy en mucho lo que en verdad le sucede al resto de los mortales.

Se ha demostrado que el Sr. Rajoy, su gobierno, partido están mal dirigidos desde el despacho del marido de la Sra. Villalobos y que de seguir así puede ser que las encuestas que tan bien dice manejar resulten muy diferentes a lo que creen creer.

Si la Isla Perejil, que es un peñasco, cuando fue invadido por las fuerzas marroquíes no hubiera sido tomada por las tropas españolas bajo la dirección del presidente del gobierno de entonces, D. José María Aznar, hoy esa parte del territorio español no sería de España y sobre todo no se nos hubiera tomado en cuenta ni respetado en el ámbito internacional.

Creo que si esto que ha sucedido se hubiera propuesto cuando gobernaba el gabinete Aznar otro gallo hubiera cantado y a lo mejor, que sería sin mayor duda lo más deseable, el gobierno catalán con su presidente a la cabeza hoy estaría rindiendo cuentas ante la justicia y ante España por el delito de sedición.

Lo que ha sucedido el domingo 9 de noviembre no tenía que haberse permitido y tampoco la retirada de la reforma de la ley del aborto así como tantas y tantas cosas que se han sucedido con el gobierno de perfil socialdemócrata que gobierna hoy por hoy España. 

En fín, es mejor no ver la televisión, ni leer las noticias porque así no sientes esa sensación de ridículo permanente que tenemos los españoles que amamos a nuestra bendita Patria.

La próxima vez que escriba sobre Cataluña, sobre el gobierno de España, será bajo la óptica de superpodersoso jefe de la C.A.C.A, Vicente Ruínez que por lo menos dice lo mismo aunque nos saca una necesaria sonrisa en tiempos de negruras y demasiadas tibiezas.

Jesús Rodríguez Arias

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