sábado, 25 de enero de 2014

"LA ALMORAIMA" Y MI TRISTEZA.

Sábado, mediodía, rayos de cálido sol entran por doquier en nuestra casa y como horizonte tenemos las montañas, esas bellas sierras que cobijan a mi pueblo, a Villaluenga del Rosario.
 
Hoy quiero hablaros, escribiros, no desde un punto de vista impacto económico, parece que es el vil metal lo que rodea todo, de intereses políticos y varios sino desde los sentimientos, desde el corazón de la finca "La Almoraima".
 
Hemos estado en varias ocasiones en el hotel, antiguo convento, que hay en la finca y lo hemos hecho antes y después de la restauración. Debo decir que la última era necesaria aunque el mismo perdió parte de ese encanto que tenía la primitiva casa.
 
Tanto Hetepheres como yo hemos pasado horas sentado junto a la chimenea en sus impresionantes salones leyendo, tomando una copa mientras afuera, a la caída de la tarde, podíamos divisar el pasar cauteloso y digno de algún ciervo.
 
También hemos visitado toda la finca por medio de un cuatro por cuatro comandado por Jairo, empleado de la finca, que nos enseñó sus maravillas más ocultas, su extensa dimensión, su poderío natural y agreste que hacía que estuviéramos en la misma gloria. 
 
Ahora el Ministro Arias Cañete y el Gobierno de los recortes quiere vender la finca pues hay varias ofertas encima de la mesa. Sé que para el Estado, para el actual Gobierno, la finca es un lastre que hay que quitarse de encima, comprendo todas las opiniones; las que están a favor y las que están en contra y sé que cuando se privatice se perderá parte de ese inmenso encanto que tiene y que "La Almoraima" nunca será igual.
 
Soy un simple ciudadano, un hombre enamorado de la naturaleza salvaje y agreste donde nosotros somos los que incordiamos a los pobladores de los valles, montañas, caminos y senderos. Soy un romántico que piensa que no todo en la vida hay que mirarlo desde el prisma del dinero, del mercantilismo, del consumir que hace infeliz al hombre y que nos ha llevado a la situación que estamos padeciendo la gran mayoría porque la minoría privilegiada sigue viviendo igual de bien.
 
Sé que al final comprarán la finca, que el Estado ganará millones a costa de pérdida de calidad de vida de sus habitantes y que harán un curioso complejo que dará puestos de trabajo y generará más riqueza, sé y entiendo todo aunque, permitidme, que cuando esto ocurra sienta una gran tristeza interior porque habremos perdido para siempre "La Almoraima".
 
Jesús Rodríguez Arias

1 comentario:

  1. Todo lo que se viva de bien aquí, en el sentido egoísta y olvidándose de los que sufren por carencias y necesidades, se pagará en otro momento, pues es de sentido común que las malas acciones tendrán su tributo, así como las buenas su recompensa.

    Así, si el resultado de vivir bien es mi despreocupación por los demás y cuidarme de mi propio bienestar y darme la vida, pobres de aquellos que así lo estén haciendo (políticos, gobernantes, poderosos...etc), pues llegará el día que todo eso tendrá que ser pagado y purificado.

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