viernes, 3 de enero de 2014

CARA-MOLLETE.

 Kim Jong Un


Tiene el presidente norcoreano Kim Jong Un la cara que es una mezcla entre una boba de pan, un mollete de Antequera y un mostachón de Utrera y, ¡Claro! con semejante careto no se puede presidir dignamente un país aunque esa soberana y comunista nación sea Corea del Norte.
 
Solamente los países comunistas ponen al frente a gente grotesca a la par que redomados sanguinarios asesinos. Pasa en Cuba con Fidel Castro y con Castro Jr, D. Raúl, pasa en China y pasa también en Corea del Norte. De otros países sudamericanos que llevan a gala sus ramalazos "comunestoides" no pienso ni opinar.
 
Su amantísimo padre murió y lo sintió, por sus reales cojones, todo el país. Legiones de compatriotas del mollete asistieron apenados sin sentir dolor del padre del "niño" que era más hijo de puta que el pequeño y robusto sucesor.
 
Imagen legendaria fue la de generales y militares envueltos en medallas y moqueando mientras pasaba el féretro que contenía los restos de un puerco que se había ventilado a media nación. Un sanguinario se hacía con el trono de otro.
 
El cara-mollete ha resultado ser de peor ralea que su progenitor y ya se ha quitado del medio a antiguas novias, vaya estómago tendrían la chiquilla, así como a media familia suya.
 
Es lo que pasa con los dictadores, y más de izquierdas, que cuando alguien levanta la voz en otra dirección que la que piensan "esas" atolondradas cabezas pensantes, se lo cepillan o los meten en las cárceles de por vida y de allí pasan a la eternidad que será mejor que seguir viviendo con semejantes ratas.
 
El pequeño, robusto, redondo y cara-mostachón del dictador norcoreano gobierna con mano dura y sangrienta a su país amenazando al mundo mundial cada vez que le salen de sus partes, si es que las tienes porque para ser un buen presidente hay que tenerlos muy bien puestos.
 
Matar y asesinar lo puede hacer cualquiera, gobernar para dirigir a su nación a la prosperidad no todos pueden hacerlo.
 
Y mientras esto sucede no escucho ni una palabra criticando a estos indeseables y asquerosos mandatarios que gobierna con la sangre, el sudor y las lágrimas de otros. ¿Dónde están los Willy Toledo, Cayo Lara o Gaspar Llamazares, adalides de la izquierda radical y casposa en España, cuando sus amigos comunistas asesinan sin ton ni son?
 
Jesús Rodríguez Arias

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