viernes, 26 de mayo de 2017

SIMPLEMENTE, GRACIAS.




Viernes 26 de mayo, último del mes, abro mi ventana con el objeto de escribir para mayor honor y gloria de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado aunque esta vez lo haga de una forma más concreta, más personal, más directa.

Con este artículo que pretende ser el último hasta que una vez pasado el verano vuelva a retomarlos con más frescura pues será que estamos a finales de curso que ya las ideas son más difusas y que el cansancio vence más de lo que tenía previsto.

Es mi deseo el dedicar estas palabras salidas desde el cariño y la admiración que le profeso a la persona de María del Carmen Gómez que es el “alma mater” de esa Casa Cuartel virtual como es “Quiero a la Guardia Civil”.

Mujer valiente, valiosa, que ha sabido salir adelante a base de echarle pasión a la vida. Hacer cuanto tenga que hacer para que los hijos de su alma sean personas íntegras y de provecho.

Mujer que lleva en la sangre el verde Guardia Civil y que se nota en todo cuanto hace, cuanto escribe y también cuanto calla.

Carmen dedica muchas horas que tiene cada día para fomentar esta benemérita Institución que tanto queremos, en difundir cuanto realiza, en salvaguardar su insigne nombre porque haciéndolo así lo hace con cada uno de los miembros que componen la Guardia Civil, con sus familiares, hijos, nietos, amigos...

Es Carmen ese tipo de mujer que no ha ofrecido su tiempo sino que lo ha invertido para crear una comunidad que sienta y Quiera a la Guardia Civil. Ha invertido tiempo, dinero y sobre todo salud. Sus gastados ojos son un ejemplo de la apasionada dedicación que ha tenido y tiene a lo largo de estos años en que ha construido con constancia, sin sabores y muchas alegrías una comunidad que ven la vida en color verde como los honrosos uniformes de la Guardia Civil.

¿No ha sido fácil, verdad Carmen?

Ni esto, ni lo otro, ni tu vida en verdad ha sido camino de mullido césped sino más bien de rosas que sus correspondientes espinas, esas que se clavan sin darte cuenta, te rasgan la piel hasta clavarse en ella, te hieren a base de un penetrante dolor.

Pero tú ha sabido sacar fuerzas de las flaquezas de la propia existencia y nos has ofrecido, lo sigues haciendo a cada instante, un verdadero ejemplo de fortaleza, de humanidad, de sinceridad y de valentía, de alegría a pesar de los momentos de dolor que de todo hay.

No hace que te diga, querida Carmen, que te admiro profundamente, que te quiero y estimo por igual y que sin tí a lo mejor esta serie de artículos en honor a nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que está teniendo mucho éxito y que se esperan con gratitud, no se hubieran escrito porque fuiste tú, mi querida amiga, esa mano amiga que me dijo que siguiera escribiendo y que lo hiciera en esta Casa Cuartel virtual de Quiero a la Guardia Civil. Gracias por tu cariño, por tu apoyo y protección incondicional en todo momento.

No hace falta conocer de forma personal a Carmen para saber que es una mujer entregada, desprendida, con inmensas ganas de hacer felices a los demás. Además de este lugar donde la Guardia Civil tiene especial preponderancia también tiene otro más cercano, íntimo y personal donde nos cuenta, nos contamos, como nos va la vida, nuestro día a día, lo que hacemos o dejamos de hacer.

Me alegra sobremanera su dedicación a la divulgación del grupo llamado Teddy Boys así como todo cuanto al mismo lo rodea. Me alegra muy mucho su implicación y participación en ese mundo escrito, cantado, pintado a base de puro arte porque sé que degusta cada momento, disfruta de esa variedad de personas, cada una dotada con su talento, que hace que la vida sea un continuo aprendizaje.

No todos comprenden a los escritores, músicos, poetas, pintores, bailarines, trovadores pues en cierto modo vamos por “libre” y vivimos la vida a nuestra manera que no es mejor ni es peor sino la nuestra.

No todos saben gozar de esos instantes que tú compartes con nosotros y nos hace vivir con similar intensidad.

Hoy cierro mi ventana para mantener las frescura natural durante los calurosos meses del verano aunque prometo que volveré después del mismo para escribir a mi manera y  modo aunque siempre honrando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas así como todos los que dedican su vida a los demás.

Gracias por vuestra fidelidad viernes tras viernes.

Gracias por vuestro apoyo, por tanto cariño.

Gracias por vuestros comentarios, confidencias, relatos compartidos.

Gracias por ser simplemente como sois.

Y GRACIAS  a ti Carmen por ser un ejemplo de continua superación y de valentía en un mundo demasiado gris, demasiado cansino, demasiado alejado de cuanto vale en realidad la pena. Estoy deseando conocerte de forma personal para darte ese sincero abrazo que hoy te mando por medio de esta carta abierta a modo de artículo.

¡FELIZ VERANO!


Jesús Rodríguez Arias

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