sábado, 6 de mayo de 2017

HISTORIA DE AUTONOMÍA Y LA VAGINOSOVA: MÁS DE LOS ROPASUELTAS





Autonomía nació como todo el mundo y fue concebida como gran parte de la sociedad de antes y también de ahora: ¡A empujones!

Su padre era un proletario del paro que trabaja menos que Santa Claus porque ellos no eran para nada cristianos y no había nada que detestaran más que la Iglesia.

Gumer, que así se llama su progenitor A y Dolores, que así se llama el progenitor B, tuvieron cinco vástagos: dos niños y tres niñas que le pusieron nombres muy propios como   Gumersindo Manuel, en honor de Azaña, Santiago, por Carrillo, Autonomía, Libertad e Independencia se llamaban las niñas de su rojo corazón.

Gumer había trabajado de recadero de moñigas en el campo que tenían él y sus hermanos y no había un día que  no dijera con voz lastimera en el bar que su vida era una auténtica caca.

Pronto dejó tan limpio cometido para meterse en política que según la general opinión de todos los vecinos es una jodida mierda.

Encabezó la candidatura de Marxistas del To Pa mí y con el famoso eslogan: “La hoz y el martillo que los coja otros” ganó las municipales al conseguir 5 de los nueves ediles quitando la alcaldía al Sebastián, que lo había sido toda su vida por la plataforma independiente: Hacemos Pueblo.

Gumer, ni que decir tiene, utilizó los resortes democráticos para meter por toda la cara todos sus hijos como empleados locales, todos grupo A, todos Técnicos sin estudios conocidos.

Autonomía era la jefa del servicio de fomento, vecindad y derivados de nueva creación pues hasta entonces este tema lo llevaba Manola que es funcionaria antigua que siempre se ha desvivido por su pueblo. Manola fue trasladada al departamento de vigilancia de nubes y chubascos y le habilitaron su puesto de trabajo en el único local donde no había ventana. Ni que decir tiene que esta buena funcionaria fue a los sindicatos que comían de la mano de Gumer y no consiguió nada. La historia de Manola en la corporación terminó con baja médica, denuncia por acoso y derribo, juicio ganado e indemnización de 85.000 euros que donó a la Iglesia y a varias asociaciones culturales y sociales apolíticas.

Gumer y sus cuatros compañeros del equipo de gobierno se subieron el sueldo un dosciento por cien mientras les quitaba las pagas extraordinarias a los funcionarios excepto a los recién ingresados, la asignación a la Iglesia, a las Hermandades , a la oposición así como a asuntos sociales pues ya estaba bien que siempre se les diera dinero a los más desfavorecidos mientras ellos y sus familias vivían de aquella manera.

Gumer con un pacto con los radicales libres se hicieron con el poder de la Mancomunidad de Municipios que presidió el Melenas, radical ropasuelta, mientras nuestro Gumer particular se sentaba en el escaño en diputación asumiendo el cargo delegado de movimientos e ideas participativas y plurales dotado anualmente con un simbólico sueldo de 158.000 euros sin contar las dietas, el coche oficial y los gastos por representación.

¡Ya era hora que los de izquierda de verdad elimináramos los privilegios de la casta!

Gumer era un hombre entusiasta y abanderaba como nadie la bandera que en su momento tenía que abanderar. En la primera reunión, que acabó como el rosario de la aurora, le dijo al presidente de las peñas taurinas de la provincia que no solo le quitaba la subvención sino que desde ese momento, sin pasar por pleno ni nada, quedaban prohibidas las corridas de toros.

Gran bronca, abucheos y pañolada en los tendidos pidiendo su dimisión.

En el pueblo del que era alcalde prohibió de la noche a la mañana la cacería así como todos los que vistieran con algo de cuero o piel bajo multa de 6.000 euros. Se dice que un día que estaba rascándose los cojones en su despacho tras haber tomado el aperitivo con Sixto que iba el sexto en la candidatura y que pagó la misma para sacar pingües beneficios en los terrenos que estaban próximos a ser expropiados, llegó Evencio, escopeta en mano, y gritó que a él nadie le iba quitar de cazar, que donde estaba el gilipollas del alcalde para pegarle dos tiros que charlar lo haremos más tarde.

No es óbice el decir que Gumer no salió de su despacho y que cuando Evencio fue reducido por las fuerzas del orden dicen salió del lugar donde su acojonamiento lo tenía confinado y dijo: ¡Lo que hay que hacer por la democracia! Cuando se marchó pasaron algunas horas para que se difuminara el hedor que habían dejado sus cagados y proletarios pantalones de Pertegaz.

Autonomía tenía plena de la misma para organizar todo acto en el pueblo. Ella que era muy adelantada para su edad con sus 25 añitos ya había conocido varón y dicen que hasta hembra aunque ahora es versatil y eso la llena de orgullo.

Autonomía quería traer al pueblo a la famosa poetisa Cochita Vaginosova para que deleitara a todos sobre su obra más renombrada: “El pototo es poesía”. En un ciclo que quería hacer llamar: “Nuestras vaginas también tienen derechos”.

Este ciclo cultural y formativo había sido aprobado con los votos del gobierno y dotado, perdón por la palabra, con 75.000 euros.

Gumer, en rueda de prensa, manifestó literalmente: “Ya era hora que todos y todas pudiéramos tener la oportunidad de dar los derechos que nos demandan los tiempos actuales. Nuestra labor por dar a conocer a todas más que a todos los secretos de la vagina, los derechos que tiene, el lenguaje que nos ofrece, para que conociéndonos mejor seamos más igualitarios, más versátiles, donde todos podamos estar con todos y con todas.

Son tres días de actividades donde se complementará lo formativo con lo más didáctico.

Primer día: Conchita Vaginosova donde nos deleitará con una inédita conferencia sobre la sexualidad de la laca de pelo de calamar.

Taller sobre la utilidad de la piedra pómez en la diversidad sexual.

Taller de besos en las corvas.

Segundo día estará en el pueblo la famosa sexóloga chechena Al – Caraj que ofrecerá la esperada ponencia sobre como hacer de una tapa de menudo un potente afrodisiaco. Esta conferencia está especialmente destinada a las veganas.

Taller: Partes del pototo y su repercusión en el ecosistema marino.

Taller: Cosas y goces: Toto o nada.

Y el tercer día hablará la eminente socióloga Ella sin Hombres que nos hablará de la necesidad de la exterminación del sexo masculino por su dañino desarrollo.

Terminará con un almuerzo donde estarán invitados los de siempre.

Cuando desde el otro lado le preguntaron al alcalde cuando les tocaba a ellos les contestó que Armonía ya estaba en ello y que ya se había puesto en contacto con el famoso líder de la causa Gnabo Gordo, africano él de la patagonia, y ya se había constituido una comisión para traer al pueblo un congreso que será el “orgullo” de los orgullos.

Armonía era la joven que defendía todas las posturas ropasueltas en defensa de la mujer como el libre sangrado, el destete en lugares de culto católico, la prohibición de la depilación sobaquera, la eliminación del desodorante por sus perjudiciales efectos nocivos contra el medio ambiente o el control del gasto de agua en duchas y baños.

Se la podía ver hacerse bolitas con las cacas entre dedos del pie y que ella utiliza como un resorte para quitarse el estrés.

El otro día estaba en una reunión sobre temas diversos en la diputación donde su padre era delegado estaba sentado junto a ella un chico muy bien parecido que representaba a ese grupo social minoritario y ciertamente mal mirado como son los heterosexuales. Era agradable, ameno, educado, elegante, muy masculino, pero tenía una falta muy grande, que era un agresor pues estaba sentado con las piernas abiertas y todas sabemos que eso es una agresión hacia la mujer. Autonomía le dijo de forma abrupta que por favor cerrara las piernas y las cruzara pues de otra forma tendría que avisar a la policía pues ese gesto suyo podría considerarse abiertamente como un intento de penetración sin consentimiento.

Jorge, que así se llamaba el joven, no solo no las cerró sino que se levantó de la reunión  y con un gesto educado se despidió de la misma mientras se le escuchaba decir: ¡¡Ropasueltas!!

Se acordó realizar un taller de verano a forma de campamento donde todos vivirían en comunas sin normas ni nada.

Nosotras que somos feministas e igualitarias, dijo Autonomía en voz alta, no nos atenemos a reglas y si esta llega se acabaron los tampones y las compresas que oprimen la libertad del pototo. Nosotras somos del “libre sangrado” y estamos en contra del ordeño, nos gustan las rajas más que los leños.

Sonoro aplauso y almuerzo en el mejor restaurante cuyos cubiertos parecen de oro de lo caro que son a costa del erario público que tiene nombre y apellido que son el tuyo y el mío.

El menú ofrecido fue además de caro muy versátil teniendo en cuenta las dign@ comensales.

Aperito: Chochito de vieja al pipí.

Entrante: Almejas en su jugo y chirlas con aroma de carajo de mar.

Plato principal: Pototo de vaca relleno de mejillones cocidos en su propia salsa.

Postre: Sorpresa de ostras y nabo al vino bueno.

Precio total por cada cubierto: 669,69 euros.

Gumer disfrutó de la comida pues estaba junto a la visible Conchita Vaginosova que todo lo que hablaba lo decía de coña.

Y es que nuestros ropasueltas son unos cachondos y se rién de todos nosotros. ¡Qué carajo!

Pido perdón por ser tan vulgar como ellos…


Jesús Rodríguez Arias

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