sábado, 4 de mayo de 2019

EUNO ESTÁ QUE TRINA.




Euno está que trina desde su destierro en tierras tirolenses con los resultados de las elecciones generales de su España. Él quería haber votado por correos pero no encontró ningún buzón por lo que es uno de los poco que se ha abstenido.

Euno no quiere llamar a su padre ya que desde que se divorció de la desorejada de su madre no ha vuelto a entablar conversación con sus progenitores salvo para recibir el estipendio mensual que le hace tener cubiertos sus gastillos así como la suscripción a la revista Fuerza Nueva.

Encendió el canal de noticias de la 1 y después de la interesante película sobre las bondades de la II República pudo comprobar como estaba el patio  pues ya llevaban más del 50% escrutado.

Se puso colorado pues a nuestro Euno nunca le ha ido el rojo y cuando pudo cerrar la boca dijo a mirando la verde montaña: ¡Ezto ez un dezpropozito! ¡Dioz mío que han hecho miz compatriotaz! No podía comprender que el centro-derecha en los que algunos habían ganado escaños y uno que lo ha perdido todo no sumaran para hacer un pacto.

“Ezto paza porque mi Blaz Piñar no ha venido todavía en la zegunda paruzía porque zi no otro gallo hubiera cantado”.

“Loz piojozos de unidaz podemoz que han perdido un montón eztán contentos porque ze ven cogobernando en la moncloa, con o zin colchón”.

“Me ziento triste, ezto con Blaz Piñar no huiera pazado, él que era un hombre de loz de verdad, no habría concentido ezte atropello y zi hay que cerrar laz urnaz y dar otroz rezultadoz ze hace que de urnaz ezcondidaz y atropelloz hay algunoz que no pueden hablar”.

Al final, con todo lo que me prometieron, pensó Euno no sin razón, no han contado conmigo loz de Voz ni para laz generalez, laz autonómicaz, laz localez o laz europeaz…

No lo quería reconocer pero ha llamado a tal Marcial en varias ocasiones pero siempre salía la musiquilla de “banderita roja y gualda”… Y se quedaba con las ganas de poder preguntar como iba lo suyo…

Tenía el teléfono de Jacintete, que según el mismo es un vergel de abogado, pero después de lo que le pasó con él y que su padre tuvo que salir a su encuentro y mandarlo al mismo Tirol no se le pasó por la mente ni llamarlo ni nada de nada.

También se preguntaba, no sin razón, cómo estarían sus padres, como le iría con sus nuevas relaciones. “Hay que decir que la pareja de mi paciente papá tiene la voz un poco varonil y cuando la vi un día en tanga comprobé con miz mizmoz ojoz que tenía profuza vellocidad en laz piernaz y también en el ya me entiendez porque ze le formaba un bulto que rezultaba hasta feo”…

Euno, nuestro Euno, que se había criado feliz en una familia algo anormal en lo que a hermanos se refiere, “a ezo ze le llama ahora diverzidad”, que había estudiado poco y mal, que había llegado hasta donde ha podido, que se ha dedicado en cuerpo y alma a Blas Piñar y su Fuerza Nueva ahora cuando más necesita el hogar van sus padres y se divorcian. ¡Qué he hecho yo para que ze me trate azi”.

“Hay que reconozer que miz eztipendioz ze han multiplicado porque miz progenitorez  ze zienten culpablez de haberme dejado huérfano porque azí ez como me ziento, huérfano y zolito en la vida”. “Menoz mal que he conocido a Renate, una dulce jovenzuela tirolenze que parece se ha enamorado de ezte caballero ezpañol” .

“Cuando ella, que eztá un poquito rolliza, con zu cara blanca zolo adornada con coloradoz chapetonez,  me dice: “Jeuno,  fick dich  a mí ze me erizan loz velloz que habitan en miz fozas nazales como una ezpecie de excitación porque no ze lo que me quiere decir, pero zuena tan bien”…

Euno hay que reconocer que es muy Feliz fuera de España porque sus padres lo mareaban porque no podía ser quién en verdad era: ¡El discípulo fiel de Blas Piñar! Aunque estuvo tentado de entrar en eso de la política al final no cuajó porque el partido que lo rondaba no se parecía ni por asomo a la Fuerza Nueva que él admira hasta la degradación personal. Es feliz porque en estos bellos paisajes se pierde cada día, literalmente se pierde, es feliz porque no entiende ni papa y menos a él, lleva una vida algo anacoreta pero en la que se encuentra feliz y para colmo ha a ese amor de mujer rubia clara, de piel clara, chapetones colorados y rollizas manos que lo ha enamorado con frenesí.

Hoy está muy ilusionado porque piensa que ella le quiere presentar a sus padres. Él ha aprendido algo del idioma para decirles que está encantado, que pretende a su hija y viene a pedirle la mano. Lleva como regalo el anillo que le regaló su madre cuando cumplió los 16 que según decía era de su abuela materna. Era feo a matar pero un detalle es un detalle.

“Eztoy nerviozo, hoy Renate me ha dicho con zu voz cantarina: Ich möchte meinen Partner treffen y claro a ver cual ez el guapo que ze le rezizte. Zi ella quiere prezentarme ya a zuz padrez zerá porque le hago tilín“.

Llegó el ansiado momento: Renate llega con uno leggins a explotar y un blusón bastante suelto. Nuestro Euno le entra „la calentura“ pues está hasta los huesos.

„Renate, amor mío, que guapa eztáz“.

Ella no entiende ni papa y le dice con una voz algo más grueso de lo normal: „Ich denke, sie haben das falsche Bild fertiggestellt, jetzt wirst du sehen und wer ich wirklich bin, eine Frau mit Haaren auf der Brust“.

Nuestro Euno vio algo diferente a su Renate, a su rolliza enamorada, que tenía una fuerza descomunal porque casi lo mete en el coche de un empujón. Ya no la veía tan guapa, ya no le hacía tanto tilín…

„Me guzta la delicadeza, la feminidad, pero ezta chica parece muy bruta la verdad“…

Al cuarto de hora llegaron a un caserón perdido en el Tirol y en la puerta una chica un poco mayor que su Renate y cuando llegó le hizo una reverencia y le entregó ese pan de centeno que había comprado en aquella panadería artesanal antes de salir de su casa-hogar.

Allí, esperándoles, estaba Maultier que parecía cándida pero compuesta.

„¿Das ist das linnet?“ „Das ist richtig“ contestó Renate.  

Euno, que no entendía ni papa, empezó a buscar el anillo pero no lo encontró y se acordó en ese instante que lo había dejado en su camisa de Fuerza Nueva pues en un primer momento pensó ir a esta cita en uniforme.

Renate le disparó sin miramientos: „Euno, wir sind Lesben, aber Maultier will den Mann kennenlernen und wenn wir ihn nicht finden, haben wir an dich gedacht, obwohl du sehr klein bist“…

„Betreten Sie das runde Bett, das auch Hans ist, der pansexuell ist und versuchen möchte, einen von Blas Piñar zu bekommen“ …

Euno demudó el color de la cara cuando escuchó algo de lesben y de pansexuell y comprobó que estaba ahí de conejito, conejita o conijete de indias. Se puso serio, la rojez se enarboló de su faz, parecía tan enfandado que hasta se le saltaron las lágrimas y dijo mientras se daba la vuelta y corría como un poseso: ¡¡¡¡Mamá!!!

Y allí se quedaron compuestas y sin „novio“ Renate, Mautier y Hans…

Mientras corría Euno pensó a modo de consuelo: "Ziempre me quedará Blaz Piñar".

Jesús Rodríguez Arias


Nota: El interesante diálogo de Renate, Mautier y Hans se puede traducir del alemán al español. No quedaréis defraudados como tampoco quedó nuestro Euno.

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