Podré no estar de acuerdo en nada de lo que está
haciendo el alcalde ropasuelta de Cádiz y discrepar abiertamente hasta de su
forma de llegar al gobierno bajo el amparo del rosal que tan primorosamente
poda y le quita las espina el dueño de la maceta local como es el pizpireto "Flequillos".
Podré reclamar justicia para Cádiz que no se
merece estos mendas lerandas sentados en particulares poltronas puño en alto
pero sin pasarse que eso cansa una "jartá".
Podré decir más de lo que he dicho del “delfín de
Fermín” y siempre me quedaré corto pues él con su habitual desparpajo hace y
sobre todo deshace a su antojo por el bien de unos pocos que mira por donde son
los de siempre.
Aunque no se le podrá negar su espíritu
americanista pues en estos ondea muy cerquita del muelle, que nos traen
visitantes que luego se marchan con tristeza, una bandera que no es la española,
ni la andaluza, ni la Cádiz, ni la de la asociación de barbacoas playeras
fuera de la ley, de la de nudistas en las playas y calles del centro, ni la de
cualquiera que pase por la esquina. No, el gobierno gaditano a manos de su
alcalde ha decidido junto a sus socios, y ahora mismo compadres, el que la
bandera situada en el lugar más visible y por tanto preponderante sea la de Cusco
que como todos sabemos está en el Perú.
Porque, queridos todos, la bandera con franjas de
colores simulando el arcoiris es la de aquella parte del mundo situado en
tierras peruanas que es un dato que muchos desconocen aunque no el “delfín de
Fermín” y su cohorte ropasuelta, aunque ellos se encuentran más “maduros” en
Venezuela o Cuba que en Perú.
Pero el detalle es el detalle.
Les gusta Cuba y no los cubanos,
pantaloncitos y camisetas,
los porros a los habanos,
las manchas a las guayaberas.
Los Castro no las costras,
las cárceles por las ideas,
el monedero lleno de roña,
el hambre por las aceras.
Er rejón nos ilumina,
hay dinero en Venezuela,
la cola no es ruina,
es que hay gambas a la cazuela.
Ya ondea allende los mares,
la de Cuzco me embelesa,
colorines chispeantes,
de tierra de fortaleza.
Hay un día para todo,
para todo un día hay,
hasta para los mocos,
y con orgullo, qué caray.
La próxima vez pon un pañuelo,
de papel y arrugao,
en honor a todos esos,
que se suenan en todos laos.
O el pantalón a lo Hirohito,
que compresas no se llevan,
libertad para el "papito",
que tanto gusta a las ropasueltas.
Orgullo y libertad,
banderitas con donaire,
camiseta sin escamondar,
y los pinreles al aire.
Que ha llegado el verano,
y el sudor se hace eterno,
chancletas y pies morados,
y sobacos con pelos.
Uno se apoyó en el hombro,
el día que la bandera izaron,
y no salía de su asombro,
por el sudor quedó mareado.
Que ya llega el verano,
las calores y la playa,
de sudor bien pringados,
y las chanclas bien sudadas.
El otro día me llegó unas fotos, por casualidad,
en el que unos militantes de izquierda unida, con la camiseta bien plachadita,
celebraban la pegada de carteles y como este año “unidos podemos” pues en el
mismo grupo se incorporaron los ropasueltas que defiende a lo bestia todo lo
animal pero no lo humano. Me imagino la cara de alguno que hace ahora un año me
decía tomando una cerveza que él no creía en podemos y ahora lo veo juntos a
ellos. Dice que la política hace que tengas extraños compañeros de cama pero
esto ya es una cama redonda donde todo cabe en todos lados.
Ropasueltas podemos,
unidos en unión,
y si hay que joder, jodemos,
que en la jodienda no hay razón.
Garzón y Pablito,
de la mano van,
estos dos chavalitos,
se quieren una jartá.
Julito es mucho Julito,
ese antiguo militar,
la mochila en su sitio,
después, cartera ministerial.
Quieren ser la izquierda de la izquierda,
a todos por cojones quieren ganar,
y crear el imperio ropasuelta,
en cada pueblo y ciudad.
Abanderados sin banderas,
apátridas sin moral,
son todos los ropasueltas,
y los que se unen para “trincar”.
Estos que quieren quitar los toros,
a España desintegrar,
que aquí todos moros,
que es muy "liberal".
Esos moros respetuosos,
a los gay los ahorcan,
a las mujeres echan en fosos,
y los hombres a su vidorra.
Esos hay que respetarlos,
y con los cristianos acabar,
que esos creen en Cristo,
El que nos da la Libertad.
IVA a los artículos de lujo,
papel higiénico y gas,
luz eléctrica de un solo uso,
y un mendrugo de pan.
Las cárceles llenas,
de opinadores de la libertad,
fuera asesinos y violadores,
dentro la gente honrada y normal.
Unidos ropasueltas,
ropasueltas unidos,
con o sin camisetas,
estáis todos podridos.
Y que ahora no me vengan,
esos que dicen aquí lo contrario,
y allá se abrazan con unos mendas,
para ganar unos escaños.
Como soy demócrata,
y vea carteles cerca,
tomaré a ver si me aguanta,
las arcadas y vomitera.
Unidos están,
Unidos estuvieron,
Unidos estarán,
panda de embusteros.
Bueno, bueno que me altero y no quiero que piensen
que no los respeto.
Os tengo el mismo respeto,
que ustedes a España,
panda de filibusteros,
gente con mala saña.
Y mientras allende los mares por las américas se
ve ondear muy cerquita del muelle de Cádiz una bandera que es enseña nacional,
venerada por la tierra, que no entiende de mamarrachás ni de orgullos
enlatados, ni resbalones de aceite, sino solo de duro trabajo para sacar
adelante su gente.
Y ya sabéis andan unidos los ropasueltas y están
más que sudados. ¿Quién me trae una manguerita con jabón del “Lagarto”?
La próxima semana más…
Jesús Rodríguez Arias
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