Lo que son las cosas, cuando salgo de mi bendita
Atalaya y cojo para la derecha para encaminarme hacia el centro de mi bendito
pueblo me encuentro de sopetón con el cartel electoral de la “izquierda de la
izquierda” que aquí han tenido el detalle de poner el “careto” de Garzón en vez
de Iglesias porque al segundo se le reconoce su animadversión hacia todo lo
taurino, religioso y propiamente tradicional de nuestra querida España y que en
los pequeños pueblos es donde más se mantienen y conservan porque suponen el
mayor tesoro heredado y que las generaciones venidera tendrán el orgullo de
heredar.
Garzón piensa lo mismo que Iglesias y la verdad
sea dicha que no me los veo fomentando y participando del Toro de Cuerda allá
por la Festividad de San Roque o tocando una manigueta en la procesión de la
Virgen del Rosario aunque si los veo a ellos o cualquiera que “comulgue” con
sus ideas lo diré en público porque para mí supondrá una auténtica sorpresa.
Alberto Garzón pasará a la historia por ser el que
se cargue a Izquierda Unida y al histórico Partido Comunista pues su
entreguismo a Podemos lo convierten por derecho en un auténtico “ropasuelta”.
Y el ropasuelta Garzón, que tiene que destacar el
chiquillo porque le han dado las migajas, ha dicho que el atroz ataque en
Orlando hacia el colectivo gay o el menosprecio a los derechos de las mujeres
se debe al: ¡Heteropatriarcado!
¡Se ha quedado tranquilo el chaval y descansado!
Ya no tiene que coger el bolígrafo, que es el
signo de identidad de todo ropasuelta que hable en público aparte del
pantalocito vaquero y la camisita blanca, las puede haber de colores desteñidos
por el sudor y los años sin pasar por la lavadora, y sin argumentar ideas que
para eso está el más listo de todos, el que abandonó al escaño europeo, que
todavía llora su ausencia, por venirse a España a implantar el democrático y
exitoso modelo venezolano que tan pingües beneficios están dando a los amigos
del régimen pues a los habitantes de este país caribeño los tienen a dieta de
ideas, pensamiento, opinión, papel higiénico,
luz, petróleo....
Nos venden una sonrisa,
los que nada ofrecen,
los que tienen prisa,
los que dicen memeces.
Nos venden un corazón,
logotipo de Maduro,
un corazón sin corazón,
pues su dueño es un verdugo.
Que no vengan ahora,
a decir lo que dijo Diego,
a los que nada importa,
a los que nos muestran desprecio.
Garzón, Julio y Pablito,
corazones de hielo,
y cuando veo sus cartelitos,
digo que no les tengo miedo.
Insultos, amenazas, persecución,
son las armas de los mediocres,
los que no tienen solución,
los que sus ideas imponen.
Soy heterosexual,
y lo digo con orgullo,
respeto a quien hay que respetar,
pero por cojones ni un capullo.
La culpa de todo lo que pasa,
es del “heteropatriarcado”,
esto que suena a guasa,
es lo que piensa aquel muchacho.
El que ha eliminado unas siglas,
que hicieron historia en España,
ahora ocupan alejadas sillas,
con las manos en su guadaña.
Cada vez que giro la cabeza,
y veo a Garzón con su “sonrisa”,
enciendo el puro con destreza,
y no se cae ni la ceniza.
Cómo todo hijo de vecino “visioné” el debate a
cuatro que al final se convirtió en “reproches a la carta”. El trío de
jovenzuelos se tiraron los tratos a la cabeza mientras el presidente los miraba
con cierto asombro.
Todos tuvieron su tanda y no se ve a ciencia
cierta que después del 26-J pueda haber tándem y eso es malo para España que
necesita ya cierta estabilidad, tranquilidad y que sus gobernantes se ocupen de
una puñetera vez de sus gobernados.
Toda la culpa de es Rajoy,
empezaron todos diciendo,
después se fueron por liquindoi,
y los “muchachos” se ofendieron.
Sánchez “piropeaba” a Pablito,
Rivera a veces se dirigía a Mariano,
Iglesias señalaba con el boligrafito,
y Monedero se quedaba tan ufano.
Y en Cádiz, la eterna Tacita de Plata, ya no ondea
la banderita de Cusco pero tampoco la de España.
Qué alergia tienes picha,
con España y su bandera,
la escondes a toda prisa,
para poner cualquier tela.
Ahora has puesto la de Cádiz,
por ahí te vas a salvar,
porque Cádiz fue España,
Cuna de la Libertad.
Libertad que tú no entiendes,
ni la quieres practicar,
los gaditanos se coman las liendres,
y vosotros sin gestionar.
Cuando salgas del sillón,
habrá que trabajar en algo,
o baja por depresión,
o como sindical delegado.
Hay que ver cómo están los ropasueltas y los
defensores del género en las redes sociales. Tú opinas y una cantidad de
mensajes no solo te rebaten sino que intentan ponerte en ridículo pues no
pueden consentir que pueda haber diversidad de ideas, opinión o creencias. Los
ropasueltas, nunca lo olvidemos, son seguidores de un régimen totalitario con
tintes populistas. Ellos no creen en nada y como decía Chesterton es que creen
en cualquier cosa.
Entro en la tienda de siempre,
y me saludan con esmero,
me dan una noticia alegre,
¡Ha llegado nuevo género!
Pues eso…
Bueno ahora cuando salga de la Atalaya y gire a mi
derecha me volveré a encontrar con el “careto” del gachó de la “izquierda de la
izquierda” que nos ofrece una sonrisa, nos ofrece venezolano corazón, nos
ofrece lo que queramos porque un voto bien vale un sillón.
La sonrisa de un ropasuelta,
es una mala "monea",
que de mano en mano va,
y ninguno se la queda.
Jesús Rodríguez Arias
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