La zafiedad, lo oscuro, lo grotesco
y la suciedad no es solo cosa de imagen, de vestidos, de atuendos sino de
sentimientos y empozoñados corazones.
Esto es lo que continuamente nos
están ofreciendo los ropasueltas baja la máscara de miles sandeces que
vociferan a las claras. Son unos lerdos con mala idea, con suciedad en las
entrañas porque que tenga el sobaco rebenío de pelo pringoso y una peste que
echa para atrás no es tan importante como la maldad que atesoran por dentro.
Esta semana dos hechos puntuales son
los que hoy voy a tratar porque la verdad si me pongo con todo no escribo de
nada.
La pasada semana la alcadesa de
barcelona la ropasuelta colau en un acto institucional invitó con mucho placar
a una “poetisa” que a tantos nos ha dado “Dolors”.
Este engendro destrozó lo que una
poesía para insultar gravemente a todos los católicos con palabras que su boca
llenan de porquería.
Tenías que llamarte Dolors,
quien ofendiera tan cruelmente,
a las personas de buen corazón,
normales y decentes.
Tenías que llamarte Dolors,
para insultar con tal bajeza,
tu no tienes corazón,
tienes chocha la cabeza.
Tenías que llamarte Dolors,
y vivir con dolors tu existencia,
tú no sabes lo que es amor,
ni poesía ni excelencia.
¿Te habrás quedado a gusto,
después de expulsar tu mierda,
no te habrás llevado un susto,
cuando el espejo te refleja?
Espejito que no engaña,
a la bruja mala y fea,
lengua con guadaña,
sentimiento de estera vieja.
La Colau se ha colao,
y lo ha hecho con herdor,
hay denuncias abogados,
para
ella y Dolors.
Qué nadie sufra ni se preocupe,
la poesía está a salvo,
echemos a esta trupe,
al mismisimo vergajo.
¡Qué le gustan los chochos a las
feministas,
enseñar tetas brevales,
almejas y bolas chinas,
y bocadillos de calamares!
Rita Maestre, la asalta-capillas que
ahora es concejal, se ha sentado en el banquillo de los acusados imputado por
delitos contra la libertad religiosa y atentando contra las creencias.
Ella seria, circunspecta y muy
elegantemente vestidita respondía memeces que no se justifican a los letrados
así como al ministerio fiscal que le interpelaba.
¿Cuántos nietecitos tiene mi Yaya
que se han sentado ya en el banquillo de los acusados? ¡Y los que te quedan
“abuelita”!
Dicen que mi Yaya llora por los
rincones,
sus nietecitos les han salido
bravucones,
pisoteando sentimientos y
religiones,
menos lo musulmán que no hay
cojones.
Dicen que mi Yaya se quiere marchar,
como la madre de Marco el de Imedio,
poner tierra para adelante y
escapar,
porque el panorama se pone feo.
La asalta-capillas contestaba seria,
que ella no había hecho nada,
que no era capilla, era la feria,
de mejillones y almejas en su baba.
Ella que es tan elegante,
viste con donosura,
que tiene el talante,
del cubo de la basura.
El coletas te ha apoyado,
que asaltar capillas se lleva,
cagarse en lo más sagrado,
emociona a esta caterva.
¡Qué buena mata de pelo Pablete!
¿Qué champú te echas?
Se me olvidaba que estos guarretes,
no se lavan ni las cabezas.
A Julito le han regalado,
un juego de estrategia,
que a Napoleón ha matado,
ahora empiezan las cervezas.
El concejal de la pelliza,
otro acojonao del banquillo,
a nosotros nos tiene tirria,
y nos daría el paseillo.
Todo el poder ha pedido,
el que vice pretende,
si no lo consigue el chiquillo,
con un walki talky se entretiene.
Soy Pablo, cambio,
corto el ya me entiendes,
que entre cambio y corto,
se me acaba el presente.
A los ropasueltas gustan,
darse besos y piquitos,
así ellos se saludan,
besando sus morritos.
Aquí no hay hombre ni mujer,
aquí todos ropasueltas,
las bolas sirven para tejer,
la toquita de la Yaya abuela.
Lo que está armando el alcalde
ropasuelta de Cádiz con las asociaciones de vecino que las tiene a todas
revolucionadas, encontradas y enfrentadas. Nunca hubo en Cádiz esa unión
vecinal con un único fin ECHAR al Kichi que es muy distinto que echar un kiki.
Quien se mete con el alcalde,
lo hace con toda la ciudad,
este tío está mochales,
este Cádiz le da igual.
Y nosotros también parece que nos da
igual todo cuando no señalamos, denunciamos, a esta partido de hijos de puta
que se meten con lo más sagrado y se van de rositas.
¡Pongamos a los ropasueltas en su
sitio! ¡En el inodoro y después tiremos de la cadena!
¡Por el bien de todos!
Jesús Rodríguez Arias
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