¡VIVA NUESTRA MADRE ESPAÑA!

Me asomo a mi ventana y la veo a la lejos dando frescura al aire que la roza. Por muy mal tiempo que pueda haber siempre está elegante, esplendorosa, brillante, ofreciendo una imagen llena de realeza, de hidalguía y nobleza de espíritu y corazón.

La veo a la lo lejos que con el pasar de los tiempos envejece aunque siempre cautiva con su belleza. Puede ser que la lluvia, el viento, la nieve o el tórrido sol se conviertan en enemigos para que su presencia en días se vea gastada, envejecida, perdiendo ese refulgente color que siempre tenemos en la retina aunque siempre está lozana porque es auténtica, única, llena de fuerza y vitalidad aunque algunos hijos de mala saña la quieran ver morir para coger lo que toque en herencia. ¡Y es que el interés es muy malo y los hijos se convierten en los peores enemigos de los padres cuando pueden atrincar unos cuartos que se gastarán en naderías que lo que hacen es empobrecer a propios y extraños!

Menos mal, me dice cuando la miro, que todavía tengo hijos que se sienten orgullosos de su Madre y aunque mayor saben que tengo fuerzas para rato. Tengo hijos que estarían dispuestos a dar la vida por mí, por lo que he representado y represento para sus vidas.

Y desde lejos, asomado en mi ventana, la veo mas Madre que nunca y emocionada por el calor de muchos que la aman y la quieren a pesar de los vientos que algunas veces soplan con demasiadas fuerzas y con ganas de destruir por destruir.

La veo Madre de todos sus hijos y de aquellos que siempre la han sentido así en sus corazones, la veo Madre de tantos que me emociona ver que es depositaria de tanto Amor y por eso ella se siente herida en lo más hondo de su pequeño corazoncito cuando hay hijos que la traicionan y la quieren vender al mejor postor aunque siempre se suele dar el caso que el postor es el más innoble traidor, el cicatero,  putrefacto de entrañas pues quien no se considera hijo de tan insigne Madre traicionándola y haciendo lo mismo con sus hermanos que siguen siendo fieles a ella se convierten en seres rijosos, llenos de rabia y acostumbrados a vivir en la mierda que nos quieren a todos ensuciar con tan asquerosas veleidades. Un hijo que traiciona a la Madre se convierte en lo que ya es en realidad: ¡Un bastardo! ¡Y hay tantos bastardos hoy en día!

Hoy de nuevo me he asomado a mi ventana y la he visto con más señorío que nunca, limpia, brillante, acogedora y ni siquiera la brisa de aire que sopla ha hecho que se mueva de su majestuosidad. Hoy la he sentido incluso más Madre, la mía y la de todos los que estamos en sus brazos, y he sentido como la honda emoción, el orgullo de un hijo a tan insigne Madre, son mi mayores tesoros, el honor que más grande que puedo ostentar.

Sí, y es que allí a lo lejos veo todos los días como ondea la bandera de España y eso me hace feliz, me hace sentirme orgulloso de ser hijo suyo, de ser español, de tener como Patria a España y defenderla en toda su amplitud con mi palabra, con mis gestos, con mi servicio a tan extraordinaria Madre que es querida allende los mares donde todavía se le llama con orgullo y con amor, mucho amor, la Madre Patria en lo que es una demostración del cariño sincero, de corazón, que nos da ejemplo a todos los españoles que tenemos el privilegio de vivir en este precioso terruño que se llama, pese a quien le pese, España.

Hoy este artículo escrito "desde mi ventana" se lo quiero dedicar a la Madre Patria: A España y os pido a todos alzar la voz para que se entere todo el mundo, hasta esos menestorosos que se avergüenzan de ella, que queremos a nuestra Patria, que queremos a nuestra Bandera, que somos buenos españoles que es lo mismo que decir dignos de hijos de tan majestuosa Madre.

¡¡VIVA ESPAÑA!!

Jesús Rodríguez Arias