Cuerpo y Sangre de Cristo en la hostia consagrada en la cual está Jesús en Presencia Viva y vivificante. Y Cuerpo y Sangre del Señor que también admiro desde el sosiego del alma y espíritu en una imagen sagrada y que hoy, será porque Dios así lo ha querido, se me ha puesto en la mirada cuando entorno los ojos y que es el Cristo de la Serenidad que está en la capilla del Cuartel de Inchaurrondo en honor y memoria a los Guardias Civiles víctimas del terrorismo toda vez que las gotas de la Sangre que brotan de la herida de tan sublime costado representa una por una a los miembros de la Guardia Civil que han sido victimas de la mafia sanguinaria del terrorismo.
Aunque si cierras los ojos ves más gotas de sangre que las que lleva el Señor en el costado pues parecen brotar más de tantos Guardia Civiles muertos en acto de servicio.
Es el Cristo de la Serenidad una talla que invita a la oración, a la contemplación, a la reflexión sosegada, tranquila, serena. Con Jesús nos pasa como con la Guardia Civil o cualquier miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado: ¡Que nos encontramos y sentimos seguros!
¡Cuánto dolor habéis visto eternos muros y permanecéis fuertes, sólidos, albergando en estos momentos vida donde antaño hubo muchas muertes y también una sólida devoción y fe que se representa en Él, en la imagen de Jesús en su máxima expresión de la Serenidad!
¡Y cuanta serenidad necesitamos nosotros para encarar nuestro particular día a día!
He visto fotos de la coqueta capilla que presides, Señor y sin haber estado nunca allí, aunque prometo que un día de estos iré a verte en persona, siento que en esos metros se respira tanta Serenidad que es sinónimo de verdadera Paz. Paz de conciencias nobles que se entregan a diario a su misión de protegernos a todos dando hasta lo más valioso que tenemos: La vida. La Guardia Civil, sus miembros, Familia así como todos cuanto amamos esta noble y benemérita institución nos sentimos amparados, protegidos, cuidados por Ti, Jesús que fuiste el primero que se entregó por todos nosotros y que ofreciste Tu Cuerpo y Sangre por todos y cada uno de nosotros. ¡Algunas veces pienso que en Tu desnudez también vas vestido de verde!
Y el domingo donde celebraremos por todo lo alto, como se merece Jesús, conmemoraremos la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo que es todo Amor y eterna Serenidad.
Recibid mis queridos amigos un fraternal abrazo y que nuestro Cristo de la Serenidad nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario