QUIERO A LA GUARDIA CIVIL

Pues es verdad: ¡Quiero a la Guardia Civil! 

Sacrificados servidores de España que están siempre a las duras y a las maduras ayudando a todo el que lo necesita. 

Son esos ángeles de verde que te los encuentras en cualquier carretera en moto, en cualquier camino secundario de inhóspito tránsito que puede estar nevado o lleno de baches con esos coches que te alegran la vista al divisar las luces azules o atisbar  Guardia Civil pintado de negro. Con un barco protegiendo la costa, en un helicóptero, a caballo, vigilando ese edificio, escoltando los pasos en la Semana Santa o escalando esa escarpada montaña, introduciéndose en la cueva más recóndita y peligrosa para rescatar a personas que están en peligro o en cualquier camino rural en medio de la más agreste naturaleza con una moto protegiendo a la naturaleza o escoltando a ese alto cargo a costa de su propia vida.

Y si, todos los miembros de esta querido, honorable y benemérita institución son ángeles sus Familias son su mayor tesoro. 

Ser Guardia Civil es serlo por vocación que es pasada de padres a hijos de generación en generación pues ese uniforme verde que cuelga de la percha del armario lo han visto antes en las casas de sus padres y ese tricornio ya estaba y seguirá estado en el hogar de sus mayores. 

Ser Guardia Civil es haberse educado en una Familia de familias en torno a una Casa Cuartel donde todos son iguales, todos están para lo que haga falta y no es raro ver a un pequeñín en brazos de hombres y mujeres vestidos con este glorioso uniforme verde. 

Ser Guardia Civil es haber tenido el honor de haber entregado tanta sangre por este bendito terruño llamado España, sangre inocente que en demasiadas ocasiones ha sido derramada por la vileza de unos asesinos que no le importaban nada ni nadie para llevar a cabo sus proclamas terroristas y mafiosas, sangre que mancha demasiadas conciencias de esos que han claudicado y deshonrado a España por espurios intereses electorales sacando de la cárcel a asquerosos hijos de puta que ahora pasean por las calles con sentimiento de haber vencido a la ley, a la libertad y a la democracia. 

Y por hijo de policía comprendo lo que es llevar una vida de sacrificio, entrega a los demás, de cumplir la ley y socorrer a esos que están en peligro u ofreciendo que todos podamos vivir con plenas garantías lo que es la auténtica libertad que nunca debemos confundir con el manido y socorrido libertinaje. 

Por eso y mucho más QUIERO A LA GUARDIA CIVIL. Por su entrega sacrificada por defender siempre a España,  por cumplir y hacer la ley en todo momento, ocasión y porque así de este modo TODOS nos podemos sentir libres y en libertad. 

No, no hay que tenerles miedo sino admiración y verlos como esos ángeles que vestidos de verde están para ayudarnos. Pensad que solo tiene miedo quien hace mal las cosas, el que actúa con rectitud no percibe esa sensación sino una muy distinta: ¡Tranquilidad! 

Y QUIERO A LA GUARDIA CIVIL más si cabe desde que estoy en el grupo de facebook que así se llama y que administra poderosamente bien Carmen. 

Este grupo sería otro más del inmenso universo de internet y las rede sociales sino se le diera esa pizca de humanidad, cariño, vivencias, recuerdos, defensa de lo nuestro, apoyo, protección. 

Llevo muchos años metido en esto de internet y de las redes sociales y os puedo asegurar que interactuar es más complicado de lo que se puede prever. En “QUIERO A LA GUARDIA CIVIL” eso sucede como la cosa más normal del mundo porque su administradora y su equipo de colaboradores hacen que el día el día sea nuestro día a día. 

Gracias a vosotros he conocido al Cristo de la Serenidad el cual me ha cautivado el corazón, gracias a vosotros me siento acompañado en el camino, apoyado y protegido. 

Os doy las GRACIAS por ser como sois, por hacer Amar y Querer más si cabe a este noble, histórico, insigne y benemérito Cuerpo de la Guardia Civil donde, todo hay que decirlo, me encuentro en Familia. 

Quiero que este escrito sirva como una pequeña muestra de todo mi cariño y admiración hacia el Cuerpo, hacia sus miembros, sus Familias y todos los que componéis también este grupo humano que une en un sentido eminentemente familiar a todos los que con orgullo decimos en voz alta y corazón abierto: ¡¡QUIERO A LA GUARDIA CIVIL!! 

Con un fraternal abrazo, 

Jesús Rodríguez Arias