Ilustrísimo, Excelentisimo y todos los "tísimos" habidos y por haber:
Le ruego ante todo que perdone el atrevimiento que me tomo de escribirle esta carta de forma pública y notoria. Sé que usted no es culpable de todo lo que estamos pasando aunque si tiene mucha responsabilidad en la situación de situaciones que estamos viviendo, padeciendo, sufriendo...
Será que cuando llega el invierno, el frío se hace presente sin ningún tipo de pudor, cuando llega unas fiestas donde la Familia se reúne para celebrar el Nacimiento del Niño Dios, pienso que desde la aplicación de las severas que ha aplicado para corregir la crisis en las que nos metieron otros, los mismos de siempre, en estas navidades como en la de años anteriores no debemos dejar de pensar que por su culpa, la del gobierno al que pertenece, así como de los gobiernos anteriores, hay demasiadas personas viviendo en fríos portales pero que no tienen ni el calor de los pastorcillos, ni la mula y el buey para estar arropado sino la desnudez de la pobreza que nos han instaurado las cabezas pensantes que para corregir la crisis económica ha hecho desaparecer de la faz de esta piel de toro antes llamada España a las clases medias mientras la adinerada lo es más si cabe ya sea con tarjetas opacas o sin ellas.
Sr. Montoro: ¿Usted puede en conciencia dormir bien por las noches?
Yo no lo podría hacer sabiendo que soy uno de los instigadores de que la pobreza haya alcanzado límites insospechados, los parados se amontonen sin ningún atisbo de esperanza y cuando las colas de los comedores sociales no solo es frecuentada por los "sin techo" sino por familias de la antigua clase media en la que en su casa no entra ningún ingreso.
Yo no podría dormir por la noche cuando por su poder recaudatorio está dejando más pobres a los que no tienen ni para comer, a los que cobran una pensión y mantienen con su flaco poder adquisitivo a sus hijos y nietos.
Yo no podría conciliar el sueño sabiendo que a los funcionarios le ha quitado por la cara parte de sus ingresos dejándolos, dejándonos, delante de todos como unos simples flojos que no sirven ni para estar escondidos aunque en verdad son los que garantizan y mantienen la legalidad ante tantos desmanes de tanto impetuoso politiquillo.
Yo no sabría conciliar el sueño cuando hay tanta pobreza a la vuelta de la esquina, al lado de su misma casa, mientras los de siempre viven mejor que nunca.
Pero no, somos unos desagradecidos porque este buen ministro va a subir un tanto por ciento ridículo las pensiones y va a devolver un veinticinco por ciento de la paga extraordinaria que nos quitaron por la cara a todos los funcionarios porque son muy buenos gobernantes que miran por el interés general y común aunque al común de los mortales los reviente un día si y otro también.
Tiene usted poder, se le nota porque hace todo cuanto le venga en gana y me imagino que como antes fue aznarista, el discípulo de Rato ahora será muy mariano y sobre todo "sorayo" que es lo en que en realidad cuenta para hacer y deshacer en esta España que está siendo tratada a patadas por unos gobernantes que no saben poner pie en pared para lo que en verdad importa, independentismo, desunión, liberación de sangrientos terroristas..., y se preocupan en quitar lo poco que tienen lo que tienen poco mientras los que tienen mucho da exactamente igual.
Sr. Montoro: Le deseo una Feliz Navidad y le recomiendo que visite los portales porque entre la miseria, entre la pobreza, entre la injusticia, entre el olvido que ustedes mismos han creado, encontrará en medio a Dios y a la Iglesia Católica que está ayudando y colaborando para que la necesidad sea menos y que no noten el olvido que esos que están apoltronados en regias sillas han declarado.
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario