sábado, 6 de abril de 2019

Y DON PACIENTE PERDIÓ LA PACIENCIA...





Don Paciente, lo que son las cosas, decidió romper su relación, ese matrimonio con muchos años de antigüedad, con Hermenegildo Aburrido después de que el segundo, solterón de oro, se echara como  novia a la modelo lituana Hinka Cassamentera y que estaba para mojar las famosas pastas de Tita Pitusa que la hacía ella misma cuando la encargaba en la confitería de siempre.

Hay que reconocer que Ágata Ly del Peloponeso y la famosa Hinka nuna se tragaron y una decía de la otra que era lo peor pero lo que  no pudo sorportar la digna y paciente esposa de Don Paciente es que un día en el club de golf, a donde iban al critiqueo semanal con las amigas más de lo más, Hinka fuera invitada a sentarse a la merendola, con bogavante incluido, y después de unos “quita de ahí esos pelos” en un ambiente ácido y sulfúrico Hinka, que hablaba siete idioma pero que además del nativo usaba como nadie el francés y el griego, le dijo en un castellano correctísimo: “¡Tú eres una mala Ágata que no ronrronnea a tu marido y así tiene tanta cara de asco. Menos mal que porrrr lo menos es Paciente!

Ágata se sintió escupida ya que Marichu, la pareja del doctor Frissotrescuartos no pudo contener la carcajada y le hizo entrega a su agatada frente de un trozo de morcón ibérico que tomaba a modo de merienda con el café. ¡Cosas de la gente vip!

Doña Cacaruca, viuda del general Mosquetón, se levantó muy seria y llamó al metre diciéndole con pausada voz en grito: Ramiro, sirvuple, eche usted a la Señorita Hinka de este lugar de alta sociedad porque por lo visto es de baja cama y alto lupanar…

Hinka, la miró con ojos de resentimiento y le dijo: ¡Ágata dale más mimo a tu paciente marido que según Herme no tenéis vida marital desde hace lustros y aprende de la cacaruca de tu amiga que viuda y todo se trajina a Ramiro en plan ramera con los años que tiene la gallina vieja…

Desmayo colectivo y despartares ululando nada bueno contra Hinka y su Herme…

Esto ocasionó que Paciente y Aburrido se divorciaran ipso facto  y no volvieran hablarse: El primero porque se sentía traicionado por el que creía su socio y amigo y el segundo porque al pedirle perdón se carcajeo a base de bien y no podía articular palabra.

Decidió cambiar el nombre del despacho y que su hijo entrara como socio al 50%. Paciente & Paciente Ahogados lucía la placa del despacho y toda la publicidad que fue insertada en diversos medios. Cuando se dieron cuenta del error gramatical ya eran inmensamente conocidos y de ahí que las victimas del hundimiento de Zodiacs con Glamour, pincharon sus acciones en la bolsa, lo contrataron para ganar algo que sacara a flote los ahorros perdidos y jamás encontrado.

En cambio Ágata estaba algo distante, melancólica, apagada, después de que su marido se quejara al tal Herme de que ella no le daba calor ni mimo desde hace lustros y que lo hiciera delante de sus amigas… Era verdad, su marido la aburría pues siempre estaba hablando de leyes, de como estaba el país, nunca supo cual era en verdad, de la influencia de las isobaras en el calentamiento global de las monas de la Amazonia y de su tema preferido de “La ignata vida llena de virtudes de Madama Mamonnia, que era una profesional de lo suyo en el siglo XVIII en la eterna Venecia. Sí, Paciente era la mar de aburrido y además muy frío a la hora de yacer. Además tenía una pudorosa manía, que había que hacerlo en la más oscura oscuridad… Se acuerda de ese día que estaba un poco más gracioso de lo que en él es normal, se había tomado un copita de licor de coliflor, y le dijo con animada voz recatada: Amore, ¿Hace tiempo que no te afeitas, para todos depilas, no? Papasito, estoy sin un vello en la belleza de cuelpo que tengo y ya te digo que hoy hemos terminado pues a quién has cogido con frenesí es el oso de peluche que me regalaste cuando nació Euno y que “duerme” en nuestra cama desde que el niño lo echara de la suya por ¡¡rojo!!

Desde entonces la querida Ágata Ly del Peloponeso hizo lo que tenía que hacer: Visitó la consulta de un psiquiatra que ponía métodos muy innovadores para subir el ánimo. Marco Paquetti le influyó tanto que acabaron siendo amantes, que no amigos, y desde que está con él, y otros que han pasado por el catre, ella se siente como el gato triste y azul ese de la canción: ¡Muerta! Pero de gusto…

La Señora de Don Paciente llamó al despacho del prestigioso letrado Don Panojas Por Delante para asesorarse ya que después de la traición a su intimidad por parte de su marido quería poner fin a su matrimonio pero además pretendía quedarse con todo…

La noticia acabó, literalmente, con la paciencia de Paciente que se hundió en su ser mismamente dejando la defensa de sus intereses a su propio hijo Paciente que le prometió que le iba a quitar la casa familiar y la de veraneo, los fondos e inversiones no se tocan pues están en paraíso fiscales a nombre de diversas sociedad que crearon una vez se produjo el divorcio laboral con Hermenegildo Aburrido que ya se ha retirado, se han casado en Las Vegas por el rito de antes, y ahora disfruta de su mujer en algún lugar del Caribe sin especificar…

Se ha demostrado la serie de infidelidades de su madre y esto va a ser corrosivo para ella y sobre todo para el prestigio del psicólogo Marco Paquetti, el conductor de patinetes en Carajazzo Fórmula: Ebrio Estaba, y el popular bailarín francés que presume de versatilidad Orgasmo de Nantes…

Antes Paciente hijo, que es mucho más voraz que su paciente padre, había alertado a los directores de la prensa sensacionalista porque preferían un escándalo a perder el juicio…

Su hijo Paciente se lo tomó de la manera que ya sabemos decantándose por el padre y socio de bufete.

Su hija Flor de Loto, que además de feminazi, le gusta todos los géneros y ahora dicen están liade con un carajo de mar que dice gustarle muche ha llamado a su progenitor distinto de la madre que la parió, o por lo menos eso dice ella porque Flor no se acuerda de nada desde que es adicta al éxtasis, y le ha dicho literalmente: Lo que hagáis me lo paso por el higue… Y ha colgado.

El interesado hijo Juanete le ha comunicado por burofax que cuando mueran tengan a bien informarles para disponerme a heredar…

Y Euno, que está en el Tirol haciendo un curso de avistamiento de copos de nieve, se ha puesto muy dramático pues él que es ezpañol de pura cepa, que ez un admirador de la figura de Blaz Piñar, que está dezterrado por zu padre dezpuez que tuviera que pagar maz de 15.000 euros de vellón al tal Jacintente que como abogado zerá un vergel pero con más cara que espalda. ¿Cómo ze va a divorciar miz padrez? ¿En que Ezpaña vivimoz? ¡Ojalá no te hubieraz muerto D. Blaz?

Mandó una carta escrita a puño y letra, aunque eso sea muy del proletariado, comunicando lo siguiente: “Vueztra injuzta decizión deztroza a la Familia, deztroza mi vida, deztroza mi ideal de formar una familia como era la nueztra pero zin Flor que ez como ez y zin Juanete que parece zer un zociata de ezos”… “Zi Blaz Piñar viviera, ezperando eztoy zu paruzía, ezto no pasaba”. “¡Qué oz vaya bonito y no dejéiz de enviarme menzualmente el dinero que nezecito para vivir en este paraízo llamado Tirol”.

Se celebró el juicio y Ágata lo perdió pues cuando dictó sentencia llamó estéril al juez que la condenó a pagar una elevada multa por desobediencia a la autoridad. Ágata en ese día terminó su relación con el Paqueti de Marco y solo Orgasmo de Nantes la acompañó hasta el hostal para darse el último revolcón pues tenía que actuar en Moscú.

Hoy Paciente padre, que está muy decaído aunque se ha quedado con todo, está pasando el día en el yate de su hijo, su nuera y nietos se han quedado en casa que la están reformando. Su hijo ha invitado a un grupo de amigos y amigas y él particularmente se lleva muy bien con Esmeralda, que es una impresionante modelo de ojos grises, y le pone la mano donde no debería pero que ella parece gustarle…

A Paciente se acerca Meli, una chica de unos treinta rubia pintá y algo corpulenta, le da un beso en sus descoloridos pómulos y le dice que ella le va a poner sangre en el cuerpo. Bebieron, rieron, bailaron, se fueron a sus aposentos, se desnudaron entre arrumacos y en la tenue luz que casi no se percibía nada nuestro Paciente empezó a izar bandera después de muchos, muchos años. Sus manos no paraban de tocar, palpar, hasta que se llevó un sorpresón porque donde Meli tenía que tener lo que tenía su Ágata tenía un pistolón…

De lo que paso no no pasó nada se sabe porque ya sabemos lo recatado es todo en Paciente aunque os diré que desde entonces no fue el mismo…

Jesús Rodríguez Arias

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