viernes, 8 de mayo de 2015

ALLÁ DONDE SE PIERDE LA MIRADA...



Cuando te veo allí parado vigilando, siempre en guardia, me pregunto que pensarás cuando tu honda mirada se pierde más allá de esos coches que pasan como los días, como la vida misma... 

Siempre en guardia, siempre al servicio de todos que es tu particular servicio, siempre valiente que con hidalga figura surca los mares y los cielos que en demasiadas ocasiones se convierten en carreteras, caminos, montes, pueblos y ciudades. 

Vas pasando por muchos lugares y en todos vas dejando tu impronta de honradez, de sacrificio, de valor, de saberte garante de la seguridad de tantos que por culpa de una sociedad demasiado deshumanizada nos encontramos desvalidos cuando los particulares “lobos” acechan a las ovejas. ¡Y hay tantos lobos que parecen buenas y confiadas ovejas? 

Me pregunto donde se adentra tu mirada que se pierde más allá del horizonte. 

¿Somos conscientes de los sacrificios que ha hecho cada miembro de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Cuerpo de Bomberos, Fuerzas Armadas, médicos y personal sanitario, de logística, municipal en eventos multitudinarios como son  el pasado GP de Motociclismo de Jerez de la Frontera? 

¿Somos conscientes de cuantas horas y horas de pie, controlando la ingente cantidad de tráfico, de motos, de personas para que todo discurra según tiene que ir? 

¿Nos hemos puesto a pensar cuando existe un acontecimiento de este tipo, así como otros, las carreteras estén totalmente colapsadas porque ya no cabe un coche más y aún así la circulación va discurriendo sin prisa ni pausa que siempre hay un hombre o una mujer vestidos de verde solucionando la papeleta y nunca, aunque sea con un gesto, les hemos dado las gracias? 

Encima cuando los vemos, a nuestros particulares ángeles de verde, ponemos mala cara, se nos agría la mirada, ponemos gesto de despecho y emitimos algún comentario despectivo hacia esos que están ahí precisamente para que a nosotros no nos pase de nada. 

Ahora, desde este medio que tanto quiero os digo, a todos los que habéis trabajado horas sin término para que este pasado Gran Premio de Motociclismo de Jerez de la Frontera haya resultado un auténtico éxito: ¡GRACIAS! 

Gracias al benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, a todos y cada uno de sus miembros porque sin vuestro trabajo nada hubiera sido igual. 

Gracias al Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Bomberos, personal municipal, de mantenimiento de carreteras, médicos, personal sanitario y todos los que habéis colaborado según vuestra parcela. 

Gracias a ese Guardia Civil que transita por la carretera a lomo de su motocicleta, al que está en su coche patrulla vigilando carreteras y caminos, protegiendo la naturaleza, escoltando a esa autoridad, vigilando en cualquier edificio... 

Y aún así nos ponemos en “alerta”, se nos eriza la piel y escupimos susurrando comentarios despectivos y llenos de asco hacia esos hombres y mujeres que están haciendo por ejemplo un control en cualquier carretera, en esa rotonda porque puede haber un aviso de sujetos peligrosos que vienen a perturbar “nuestra” paz. Si yo estoy limpio de polvo y paja, si hago las cosas bien, si hoy honrado y vivo en la honradez, no debo temer absolutamente nada pues aunque paren mi coche seguiré mi camino aunque no lo haré igual sino lleno de profunda tranquilidad pues sé que hay muchos velando para disfrutar de la libertad así como de una inmensa seguridad que no estaría garantizada si no existieran las leyes, los mecanismos jurídicos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

Permitidme que vuelva a cerrar los ojos, me lo puede permitir porque no conduzco, y veo a esa noble e hidalga figura que vestido de verde otea ese horizonte que tiene frente a él con la mirada perdida y hallada en la nobleza, valentía, honor, sacrificio, entrega, de todos y cada uno de los miembros de la Guardia Civil para con con España que nunca olvidemos es nuestra Patria. 

Con mi admiración y cariño, 

Jesús Rodríguez Arias 

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