Que si el
bus “naranja”, que si las “reinonas” de Las Palmas, que si la “imposición de
cenizas” con brillantina, que si...
Y es que nos
molestamos con todo con lo bien que nos comprenden nuestros políticos cuando
defienden que ya no somos seres humanos porque ellos con las cabezas pensantes
de este mundo nos han otorgado la condición de Género.
En esta
segunda década del Siglo XXI se elimina el concepto de la Creación tal y como
la entendemos porque ahora todos somos género y por supuesto..., ¡Ropasueltas!
En los
templos parlamentarios, que sustituyen a los religiosos tan arcaicos como son,
se proclaman la Ley según Cifuentes, Pablo Iglesias o cualquiera de los
políticos que conforman en ese gran sanedrín de justos justicieros.
“Hoy
queridos géneros vamos hablar del género” proclama emocionado el predicador de
turno que por supuesto es laico y experto máximo en la defensa de los “transmaribolleras”.
Estamos en
un nuevo concepto de la realidad actual donde no existen prejuicios salvo para
los heterosexuales, que sufren del aciago síndrome del “heteropatriarcado”, así
como los católicos pero de los que no se callan y defiende la fe en la que
creen porque los otros, los que miran para otro lado, los que prefieren el
silencio por respuesta, no hace falta hacerles nada pues ya se encuentran
dominados.
La Asamblea
del Género para el Género espera con máxima expectación que hablen sus líderes.
Hoy anunciaran las ideas que todos tenemos la obligación de asumir y acatar
personas tan solventes como Garzón, Espinar, Echenique, Monedero, Iglesias, a
Er rejón ni se le espera, y por supuesto Cifuentes. Mariano, perdón por el
nombre que puede inducir a error, no ha confirmado ni que viene ni todo lo
contrario aunque si se confirma se pondrá su imagen fija en una pantalla tal y
como nos tiene acostumbrado.
Tal es el
número de congregados que han tenido que situar estratégicamente semáforos para
que pasen cada respectivo género. Han costado un dineral pero no importa porque
lo pagamos todos y sobre todo los que creen que la verdad del género es una
gran mentira.
Reconozco
que es la primera vez que asisto y estoy emocionado. He visto muchas caras
conocidas y todas me han dicho que han venido a ver cosa que no me alberga
“género de duda”.
Yo nací niño
con los atributos propios de un niño, ni más ni tampoco menos, mis padres como
representantes de ese autoritarismo del heteropatriarcado me pusieron nombre de
niño y me vistieron como un niño. ¡Ahora sé el daño que me infringieron!
Con el
tiempo iba desarrollándome en cuerpo y en mente pero como hombre, no como niño,
y tengo que decir para mi mayor vergüenza que de siempre me gustó el sexo
contrario, es decir las mujeres, con lo antiguo y retrógrado que eso suena
ahora.
Pasados los
años encontré a una preciosa mujer con la que contraje matrimonio por la
Iglesia y convivimos como marido y mujer con todo lo que ello conlleva. ¿Se
puede ser más des-”generado”?
Pero un día
gracias a la verdad que proclaman nuestros líderes me di cuenta de que vivía en
un cuerpo que no era mío, que yo aunque nacido niño, llamado como niño,
habiendo crecido como hombre, estar casado y enamorado de mi mujer, comprobé
que todo ha sido por culpa del “heteropatriarcado” que me indujo a ser hombre
cuando yo en verdad desde siempre he sido un RETAL DE TELA.
Como el
género no tiene sexo y se puede ser lo que se quiera cuando se quiera he
decidido hacerme RETAL DE TELA que irá cambiando de color según pasen las
estaciones del año o me vaya haciendo más mayor.
Y aquí estoy
escuchando a los líderes que ya no son hombres ni mujer ni nada que se le
parezca pues todos sin excepción son género y además unos ropasueltas.
¡Chiiiisssss,
que aparece la imagen de Mariano!
Jesús
Rodríguez Arias
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