Después de
haber declarado públicamente que SOY GÉNERO y que dentro del mismo he decidido
ser RETAL DE TELA os tengo que comentar que me están lloviendo las ofertas de
televisiones subvencionadas para que hable de mi caso.
Estoy feliz
porque, como ya le he dicho al presidente del lobby del género de retales y
encurtidos, me quiero hacer oír.
No, no uses
esa expresión pues te pueden acusar de homofobo y que estás en contra de lo que
es la verdad del género pues así se llama la plataforma que ha puesto en
circulación el bus naranja para espasmos de propios y extraños.
No me han
arrugado sus palabras y afables consejos pues en vez de oír lo que voy es
hacerme escuchar.
He sido
invitado o invitada, no se sabe bien el tratamiento que tiene un retal de tela,
a un debate en el que participa un chico que dice ser chihuahua, una señora que
dice ser portaretrato, Echenique es de género ropasuelta y un periodista muy
afín a estos temas ya que es un icono de los transmaribolleras.
¿El Género
tiene sexo? Es el título con el que tendremos que debatir a lo largo y ancho
del patrón.
“El Género
si es Género no tiene sexo ni condición se es o no se es aunque pienso que el
que no lo es tampoco tiene que serlo”, dice el icono después de tomar un plato
de alubias que me imagino que serán también género.
Echenique,
no deja de hablar de lo mal que están los impresos que hay que rellenar en la
Seguridad Social y que una persona con una vista normal no ve claro esos
pequeños recuadros. ¡Menos mal que para eso están los asistentes!
¡Cada género
con su tema!
La señora
portaretrato ha dicho con cierto desdén que ella sexo, lo que se dice sexo,
solo lo ha tenido con su Antonio que fue su marido hasta que murió y ella
decidió hacerte portaretrato debido a lo caro que le cobraba el joyero una foto
de esas de oro que se pone en la cadena.
¡Ese no es
el tema! Nos dice el moderador con moderado respeto.
El chihuahua
explicó que él antes de convertirse en un “perro de bolsillo” había sido picapedrero
en las minas de pomo duro, que tuvo muchas novias que lo veían como hombre,
también hubo hombres que le gustaban los hombres pero desde que descubrió que
es GÉNERO y se ha hecho chihuahua nadie se fija en él.
Nos dice con
embargada emoción que también él en condición de perrito tiene sentimientos y
se enamoró de un galgo. Como es género pensó que ya la sexualidad como tal
había desaparecido. Se acercó al bello ejemplar de género con la intención de
olerle sus partes traseras como hacen todos los canes. El galgo le rehuyó y el
empezó a dar saltitos con leves ladridos hasta que llegó el dueño del
majestuoso perro de mis entretelas que desprecia la verdad del género y me dijo
algo así que deje a su perro “hijodelagranputa”, me cogió con sus manos fuertes
y llenas de pelos y me estampó contra la pared. Intentaba mover el rabo para
que viera que era inofensivo pero creo que no se percató.
Lo denuncié
tal y como os he contado y todavía escucho las carcajadas antes de que una
ambulancia me llevara a la unidad de salud mental de donde he salido hace un
par de días.
¡Indignantes
indignación! Todos nos solidarizamos con el chihuaha por el brutal atentado
hacia la ideología de Género para los que nos sentimos Género.
Me tocó el
turno de contar mi historia y aunque los nervios afloraban en cada hilo de mi
piel no me arrugué y pasé a contar el por qué SOY GÉNERO. El por qué de mi
cambio necesario, de los engaños que he sido víctima por culpa del
heteropatriarcado, de una sociedad tan limitada donde solo había hombres,
mujeres que eran seres humanos, personas. Donde un retal de tela servía para lo
que servía y no lo que en realidad es...
Les dije que
como RETAL DE TELA consideraba una agresión a modo de penetración cada vez que
veía una aguja con o sin hilo y que mi preocupación aumentaba según el grosor y
longitud de la misma.
Que estaba
de acuerdo con las del género feministas radicales en su lucha por la
erradicación del hombre pero que también se acordaran de las agujas que tanto
daño han hecho y hacen a los retales de tela.
Les dije que
no me arrugan los impedimentos y que el género no tiene sexo o si o quién
sabe...
Les di las
gracias a todos los que me han apoyado en esta lucha de identidad que estoy
llevando a cabo y que perdono a esos que son más falso que el poliéster que me
sonríen a la cara y cuando me vuelvo me llaman “de-generado”.
Terminó el
debate que ha creado expectación con el compromiso de llevarnos ahora a la
radio para hablar de las ondas y su influencia en el género.
¡Me estoy
haciendo famoso, famosa, o como se diga a un RETAL DE TELA!
Os lo juro
por el paño escocés que siendo GÉNERO TAMBIÉN SOY ROPASUELTA.
Jesús
Rodríguez Arias
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