Cómo en un abrir y cerrar de ojos volvemos a la
“normalidad” después de pasar unas fiestas que por estos lares paran sin lugar
a dudas el calendario como es la Semana Santa.
Aunque en las próximas iré retomando esa línea de
artículos en los que mostraba los distintos servicios que realizan nuestros
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hoy he querido seguir con los más
personales, vivenciales, íntimos, de uno...
Esta tarde viniendo para mi bendito pueblo de
Villaluenga del Rosario, pequeño pueblo situado en la Provincia de Cádiz, he
visto como a tres coches por delante uno de los coches de nuestra querida y
Benemérita Guardia Civil.
Cuando aparecen nuestros ángeles de verde, de
golpe y porrazo, la normalidad vuelve a la carretera y todos conducen según
deben. Sea por respeto, autoridad e incluso temor cuando se ve a la Guardia
Civil todo se relaja y tranquiliza.
Vivimos al límite y no sabemos que haciéndolo así
también ponemos al límite a los demás.
Ese coche blanco con los distintivos verdes y las
luces de emergencias azules transitaba en la misma dirección que nosotros pues
durante la jornada de mañana sábado y el domingo se celebra en Villaluenga del
Rosario la VIII Feria del Queso Artesanal de Andalucía convirtiéndose este
pequeño pueblo en el epicentro quesero donde se prevé que en esos dos días nos
visiten más de 20.000 personas.
Nuestra Guardia Civil estará perfectamente
coordinados con el Municipal de nuestro querido pueblo Antonio Benítez Román
para que nada que deba suceder suceda.
Y mañana, desde primeras horas del día, se
repetirá la imagen de cada año donde una inmensa fila de coches esperan entrar
y aparcar en las zonas reservadas para ello mientras los refuerzos de la
Policía Local así como los miembros de la Guardia Civil intentan agilizar la
circulación, proteger a tantas personas, velar por el orden y el normal
desarrollo de una Feria que congrega a miles de visitantes además de las
correspondientes autoridades que vienen expresamente para inaugurar o
presenciar todo en primera persona.
Todo ello coordinado por los mandos de nuestra
querida y benemérita institución, la Policía Municipal del pueblo en manos de
Antonio Benítez Román así como el Alcalde de Villaluenga del Rosario D. Alfonso
Carlos Moscoso González.
Y es que solamente cuando se vive en un pueblo
donde todo es más cercano y a la vez humano es cuando se percibe la calidad
profesional y personal de los miembros de la Guardia Civil, de sus funciones,
del servicio que prestan a cada municipio así también con la Policía Local.
Siempre digo que en los pueblos la Policía
Municipal, aun teniendo la misma autoridad, se ve más cercana, más de uno, ya
que el funcionario adscrito a este cuerpo se sabe nombre por nombre y familia
por familia de todos los vecinos así como sus coches. Es algo verdaderamente
inaudito. Se ganan día a día la estima, admiración y también el respeto.
La misma estima, admiración, respeto que le tienen
a la Guardia Civil que donde están radicados saben todos los entresijos de la
comunidad vecinal, se encuentran integrados al cien por cien, son uno más del
cuerpo que es en si el pueblo.
El aprecio y la apreciación de lo que es un
Guardia Civil o un Municipal en un pueblo es diametralmente distinto a una
mediana o gran ciudad porque en la urbe parece ser que nadie conoce a nadie y
lo que es peor tampoco quieren conocerlos.
Si tú no conoces a tu vecino de al lado con el que
te encuentras en el ascensor todos los días a la misma hora y lo más de lo más
os saludáis mirando a la luz del techo casi a disgusto menos lo harás con
quienes velan por la seguridad, el orden y la ley.
¡Tenemos tanto que aprender de los pueblos!
También de esos valores que no se pierden como el respeto, la educación, la
hospitalidad...
Y en donde valoran, respetan y quieren a los que
sacrifican su vida por la de los demás vistan de verde o de azul.
Mañana serán muchos los Policías y Guardia Civiles
que velaran por la seguridad de los pueblos y ciudades de toda España, también
de los lugares donde estén desarrollando misiones en el extranjero, y en
especial en Villaluenga del Rosario, mi querido pueblo acunado entre montañas,
que celebrará su cita anual con la prestigiosa Feria del Queso Artesanal de
Andalucía.
Mañana disfrutemos de buen queso en un paraje
único que de lo demás se ocupan nuestros particulares ángeles de verde o azul.
Jesús Rodríguez Arias
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