En este último viernes de abril que
ojalá de paso a ese mayo florido y hermoso de nuestros recuerdos abro mi
ventana para hablar y escribir en torno a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado, de las Fuerzas Armadas así como de todos los que viven cada día
para protegernos a los demás.
Hoy mi artículo no va hablar de
política sino de miserables que es bien distinto.
De miserables y asesinos terroristas
que son los que han integrado las filas de las bandas y los que las han apoyado
de la manera que sea antes y ahora. No olvidéis que todos tienen manchadas las
manos de sangre inocente. ¡Para mí todos son terroristas!
Terroristas de tiro, bomba y zulo...
Terrorista de estructura financiera
y logística...
Terrorista con despacho en
instituciones...
Incluso algunos hace ya mucho años
atrás también los hubo de púlpito.
Pues de miserables va hoy este
artículo.
Miserables como Otegui y también
como Iglesias. ¡Así de sencillo y también de claro!
Arnaldo Otegui no ha estado en la
cárcel por culpa de las “ideas” eso es una falacia, un querer maquillar lo que
no se puede. Este tipo ha sido carne de presidio por ser un terrorista, por
pertenecer a una banda de asesinos mafiosos que mataban a diestro y siniestro
sembrando a España de dolor, de miedo e impotencia.
Sí, ese y no otro es Arnaldo Otegui
que para Pablo Iglesias, líder de podemos, es un hombre de paz y que sin la
figura del primero no se podría hablar de la historia contemporánea.
Para Iglesias el terrorista Otegui
ha estado en al cárcel por sus ideas. ¡Es verdad, por sus malas y putrefactas
ideas!
Para el diputado del partido del
círculo cerrado en la España democrática hay “presos políticos” aunque no en
Venezuela, Cuba, Corea del Norte u otros países donde el régimen político se
asemeje al que persigue Iglesias y su cohorte.
Aquí un terrorista, para esta
gentuza, es un preso político. ¿Y los presos políticos que están encerrados en
Venezuela que fueron despreciados por el alcalde ropasuelta de Cádiz con la
connivencia de Pablo?
Otegui y compañía son presos
“políticos” por tener manchadas las manos y las conciencias de sangre inocente
y donde gobierna el dictador Maduro los son por pensar de forma distinta al
mastodóntico presidente. Han sido encarcelados por matar, asesinar, secuestrar,
extorsionar sin un atisbo de piedad, con la frialdad de las hienas. Esos presos
“políticos” han brindado cada vez que sus miserables y asquerosos compañeros
ponían un coche bomba con muchas víctimas regando el suelo, las calles y
avenidas o pegaban un tiro por detrás, la valentía no es el fuerte de estas
alimañas, acabando con la vida del que sufría este acto criminal y destrozando
las de su familias y allegados.
Sí, Otegui es tan “hombre de paz”
como esa sanguijuela llamada Ignacio De Juana Chaos que fue excarcelado porque
el gobierno presidido por Rodríguez Zapatero temió por su vida tras empezar la
primera huelga de hambre que no adelgazaba.
De Juana Chaos vive de “puta madre”
en Venezuela donde si hay presos políticos que no reconoce el mamarracho de
Pablo Iglesias. ¡Contrasentidos de la vida! ¿Verdad?
Otegui es ese “hombre de paz” al
igual que el asesino Bolinaga que salió de la cárcel por una enfermedad
terminal aunque tardó dos años en morirse y en los que vivió comiendo y
bebiendo a voluntad y lo que es peor siendo un referente para la panda de
miserables asesinos que todavía al día de hoy aplaude a esta mierda.
Pablo Iglesias y sus huestes siempre
han sido muy deferentes con los asesinos de ETA, con el terrorismo, con sus
secuaces y muy poco comprensivo con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado, las Fuerzas Armadas, Magistrados, Fiscales, Jueces y todos los que
tienen por función el mantener la ley y el orden.
Tampoco los son con los demás
trabajadores, hombres, mujeres y niños que han muerto sucumbidos por los
atentados que preparaban y ejecutaban los “hombres y mujeres de paz” que son de
la misma ralea que ese gran demócrata encarcelado por sus “ideas” como Arnaldo
Otegui.
Lo que me extraña, y mucho, es que
entre estos defensores de la escoria, de lo putrefacto, de los miserables
asesinos también estén algún antiguo miembro que ha llevado el mismo honroso
uniforme manchado de sangre por la vileza de estos terroristas. Me lo podrán
explicar aunque nunca os llegaré a entender cómo y por qué habéis traicionado
no solo a España sino a todos vuestros compañeros muchos de ellos descansando
en la eternidad, nunca el olvido, de un cementerio.
Quien ampara a un miserable también
se convierte en un miserable. Ya sabéis que lo opino de Otegui, y de todos los
asquerosos miembros de ETA, y de Pablo Iglesias y los que lo acompañan así como
los que se coaligan para sacar un rédito electoral manchado con el rojo de la
sangre que no es de izquierdas ni derecha sino de nuestra bendita España la que
tanto el “hombre de paz” como los “podemitas”, para mí ropasueltas, desprecian.
Sí, hoy viernes he abierto mi
ventana no para hablar de política sino de auténticos miserables.
Jesús Rodríguez Arias