Don Eneldo de siempre fue lelo
pero más cuando llegó a su máxima dignidad de pura carambola. Se presentaba
como Managemeny Director General de …., nadie escuchaba de lo que era, aunque
en verdad su función más notable fue el de sexador de larvas en sus horas
muertas…
Don Eneldo que de siempre se
creyó alguien ahora con el paso del tiempo y habiendo demostrado por el mismo
su nula capacidad para la oratoria con h seguía pensando lo mismo…
Se le podía ver cogido del
brazo de su augusta esposa Doña Ancla de Rana por la calle principal saludando
a diestro y siniestro a todo los que no conocía pues de los demás ni te cuento.
Sus pobladas cejas hacían que
le sirvieran de protector de cualquier agresión externa que pudiera
perjudicarle la vista. Eran tan frondosas que le hacía incluso competencia al
cuero cabelludo.
Hombre de trato desconfiado
hasta que le daba el tiritón y se enfadaba grandemente mientras te gritaba, en
do mayor, con voz potente a causa de su impotencia…, vaya usted a saber.
Era el digno presidente del
Foro de la Amabilidad, de gran prestigio en el lugar, y por eso todos se
preguntaban el por qué una persona tan desaforada podía dirigir lo que siempre
ha sido la excelencia. ¡Buena pregunta!
Su restante equipo directivo
constaba de Don Constancio que era tan tonto y relamido que se pasaba todos los
días un bote de gomina sobre su lustrosa calva pues según decía eso le hacía
pensar que tenía pelo. Empezaba sus intervenciones con un “Yooooooo”… y se
quedaba dormido para la mayor tranquilidad del resto pues todos querían hablar
de sí mismos pues en verdad era lo único amable que podían decir.
También acompañaba a Don
Eneldo el archiconocido Don Cristalino que era mundialmente conocido por su
estudio sobre la envoltura de las chocolatinas en los Países Bajos del norte
del sur. De pluma prolífica se dedicaba a escribir sonetos a las sombras
chinescas y era muy requerido en diversas tertulias para guardar silencio.
El último de los dignatarios
tiene por nombre Don Pábulo aunque es conocido por todos como “Caracatre” y no
digo más… Se desconoce su función porque todo lo que realiza lo hace desde el
desconocimiento.
Los demás miembros de su junta
directiva no existen pues han sido cesados por llevar la contraria a Don Eneldo
que ha prescindido de ellos sin un ápice de amabilidad.
Don Eneldo lo que en verdad
gusta es del postineo y poder usar el trajechaqueta del día de su enlace
nupcial así como otro que le compró su estentórea esposa el día que accedió a
la máxima dignidad del Foro de la Amabilidad. Llevaba su escudo siempre
solapado porque decía que no le gustaba presumir de ser una excelencia del
pitiminí.
Siempre decía a sus miembros
de junta que cuando estuvieran tristes o preocupados por el devenir del
desarrollo de sus cargos y las críticas de los desaforados hijos de la gran…
que nos ofrecen una oposición numantina tenéis que miraros al espejo y decir en
voz alta: “Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana”. “Todo lo haces
bien y si no existiera tendríamos que crearte”. Mis queridos “mamables”, perdón
amables, esto lo debéis hacer tres veces de cada cuatro mirando a los ojos y
con convicción.
Los mamables Don Constancio,
Don Cristalino y “Caracatre” asintieron ululando porque no había mejor
presidente que su presidente.
Don Eneldo, como veía que iba
a durar menos que un esputo en tan dignisimo cargo, hizo traer al famoso
retratista don Pietro BellodeVista para que les hiciera uno que pagaría el Foro
con mucha más Amabilidad.
Don Pietro le dijo que el
paganini por adelanti y que eran 16.000 leuros o 25.000 dólares. Escogieron la
última opción pues pensaban que así eran más internacional.
Don Eneldo, cogió un sonoro
cabreo, con el retratista pues le dijo con voz roma: presidenti hay que
cortarse los pelis de las cejis porque hacen sombra en la cari. “Caracatre” y
demás mamables también se enfadaron porque el Sr. BellodeVista se había
permitido enfadar al augusto presidente.
Lo peor llegó cuando Don
Pietro le dijo que a Don Constancio que de gomini nutti a lo que contestó:
Yooooo y cuando se iba a quedar dormido le espetó: Señor mío, ¿quiere usted
sacarme despeinado? Usted no sabe que está hablando con un dandi de esos que tiene
un chalete y coge limones cada vez desde la ventana del quinto piso del 1-A. Y
se puso a contarle su relación contractual con las empresas internacionales del
sector acuífero en el desierto del Sahara.
Don Pietro supo que no podía
hacer nada allí y pidió al camarero le hiciese una foto, se la enmarcó con el
escudo del Foro de la Amabilidad y su firma. Eso solamente le costó a los
amables socios que pagaban las cuotas a los mamables unos 25.000 dolares sin
contar los iva ni venidas…
Se ha celebrado contubernio en
el Foro, incluso se ha acreditado prensa especializada en Ego de Sociedad, y la
situación ha sido dramática para Don Eneldo y resto de mamables miembros de su
equipo de confianza pues Don Modesto se ha erigido con la confianza absoluta de
los socios ante los desmanes de tanto desagradable y los han mandado para hacer
puñetas con total afabilidad.
Hoy en Egos de Sociedad sale
un recuadro con la foto de Don Modesto recibiendo los parabienes de los socios
y el retrato que le hizo don Pietro en el que aparecen Don Eneldo, Don
Constancio, Don Cristalino y “Caracatre” con el siguiente epígrafe: El Foro de
la Amabilidad da un puntapié a los antiguos mandatarios por ser desagradables y
tontos engolados de gran solemnidad.
Se sabe que Don Eneldo no
volvió a ser el mismo desde que un pelo de sus frondosas cejas cayera en sus
ojos y le produjera amigdalitis…
Jesús Rodríguez Arias
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