La presencia de Otegui en el Hemiciclo del
Parlamento Europeo en Bruselas no debería ser olvidada por ningún ciudadano decente
que hoy acuda a las manifestaciones del 1º de mayo. Es importante aprovechar el
día para valorar la oportunidad de tener trabajo, solidarizarse con quienes lo
buscan y hacer algún ejercicio de imaginación política, por ejemplo, planteándonos
la posibilidad de que Arnaldo Otegui decida hacerse presente en el Hemiciclo de
las Cortes Valencianas.
Este ejercicio no es una ficción literaria
porque quienes han permitido esta presencia han sido grupos políticos
españoles: IU, Podemos y Bildu. Si extrapolamos las fuerzas políticas europeas,
comprobamos que no sería nada rara una visita organizada por Compromis, Podemos
(Valencia en común) e IU. No sólo permitirían un discurso sin pasamontañas en las
Cortes Valencianas sino que fuera agasajado en el balcón del ayuntamiento, incluso
recibiera algún reconocimiento municipal, autonómico, académico o cultural como
representante de la “nueva política”.
Esta extrapolación clarifica posiciones en
nuestro entorno por dos razones. En primer lugar, por el papelón que tendrían
los socialistas valencianos en los fastos autonómicos. Un grupo amnésico vería
con buenos ojos estos homenajes y se refugiarían en una lamentable decisión que
han tomado sus compañeros en Bruselas. Recordemos que el PSOE no firmó la
petición de expulsar a Otegui del Hemiciclo Europeo si hacía apología del
terrorismo. La vieja guardia lamentaría el espectáculo y sería capaz no sólo de
cuestionar sino de romper el Pacto del Botánico, el del Prado, y todos los que
hicieran falta. Este último grupo vería la presencia de Otegui como la última
gota que colma el vaso de las irresponsables arbitrariedades administrativas de
líderes caprichosos.
En segundo lugar, porque los representantes de
IU, Podemos (Valencia en común) y la coalición Compromis tendrían que explicar
con claridad a la opinión pública hasta dónde llega su solidaridad con el
proyecto político de Otegui. Un proyecto muy claro cuya meta es una “república
vasca independiente” y donde habría que aclarar el papel que le correspondería
a la Comunidad Valenciana en una supuesta “república catalana independiente”. Los
representantes de estos partidos estarían obligados a decirles a sus votantes
con claridad que no comparten los principios básicos de una democracia liberal,
que no creen en el pluralismo político y que en la “nueva política” los
terroristas de ETA o del Yihadismo serán considerados como ejemplares “hombres
de paz”.
Además, estos grupos tendrían que retratarse
ante la ciudadanía emocionalmente anestesiada y explicar con todo lujo de
detalles que no comparten la bajeza moral de quien compara el sufrimiento de
las víctimas con los asesinos, de quien compara a los pistoleros huidos con los
refugiados.
Agustín DOMINGO MORATALLA
Para el domingo 1 de mayo de 2016, en LAS PROVINCIAS. GRUPO
VOCENTO
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