Desde que naciera le caería en
“gracia” su particular apodo que ha pasado de generación en generación desde
los tiempos de su tatarabuelo…
Cerete Chico era como era
conocido Senario Mondongo Menandro natural de su casa, pues había nacido y
yacido en ella, y de profesión restaurador de lavativas cuya empresa quebró
hace unos años pues entre que no se usan como antes y que las venden de usar y tirar
en las boticas pues eso…
Cerete Chico, nuestro amigo
Senario, es el mayor de sus hermanos y por eso mismamente le ha tocado en
suerte nombre y apodo que no es poca cosa. Hijo de Senario Cerete Chico, su
abuelo también se llamaba Senario Cerete Chico y así hasta su tatarabuelo
Manuel que según decían tenía el cerete chico aunque eso todavía está por
contrastar. La familia ha designado al culto del pueblo y erudito del del al
lado el prestigioso Don Eumenio que es Filósofo de Lenguas Muertas y promiscuo
en las vivas pues no es la primera vez que lo cogen saliendo del burdel de
Madama Coliflor que es un nombre muy francés.
Bueno, volvamos a nuestro
Senario “Cerete Chico” que después de tantos años de digna profesión ha tenido
que reciclarse y volver a empezar de cero, bueno de cero no pues tenía unos
milloncetes de euros guardados después de tantos años de profesión y
explotación a sus empleados.
Su padre D. Senario Mondongo
Luengo fue de siempre muy franquista de Franco al que regalaba cada navidades una cajita con
tres lavativas de porcelana antigua con su correspondiente garantía de limpieza
gratuita y restauración. Fue amablemente aceptada y hasta recibió una carta
firmada de puño y letra en la que daba cuenta de nombramiento de “Lavativero
Mayor del Movimiento” con emblema propio y puesto de honor en todos los
desfiles.
Por supuesto que Don Senario
Mondongo Luengo “Cerete Chico” escaló muchos peldaños en la vida social,
política y económica gracias a este nombramiento y fue alcalde de su pueblo San
Ciriaco del Valle Estrecho. También fue Procurador en Cortes llegando a
ostentar un alto cargo institucional en el ministerio de sanidad como la
persona responsable de que las lavativas tuvieran certificado de calidad
ambiental. Con los años volvió a su pueblo pero se instaló en el palecete de
Don Ambrosio de Higo Seco pues Don Senario fue nombrado Gobernador Civil cargo
que ocupó hasta la muerte, de Franco se entiende, y con la llegada de la
democracia no fue lo mismo porque él era aperturista de los de Arias Navarro.
Ahora a sus 96 primaveras está
como un olmo y en el salón de su casa un gran retrato del General Franco
preside su hogar. Se puede decir que este Cerete Chico fue el que más poder
detentó de todas sus generaciones aunque su hijo Senario, también Cerete Chico,
no va mal pues es un hombre de empresa que tiene muchas relaciones con el poder
político y social de esta España que ya no la conoce ni Isabel la Católica.
Senario también hizo sus
pinitos en política pues empezó en la UCD de Adolfo Suárez solamente para
llevarle la contraria a su Serario padre pues después de Carrillo que lo odiaba
a muerte estaba Suárez que para él fue el gran traidor.
Incluso llegó a ser concejal
en la oposición pues desde que se instaurara la democracia gobernó la coalición de izquierdas: Progreso de Valle
Estrecho, quitaron el San Ciriaco pues todos son muy laicos e increyentes.
Después tras la desintegración
se afilió al AP de Manuel Fraga y volvió a salir concejal en la oposición pues
los mismos se mantenían en el mismo puesto. Un día que llegó D. Manuel a su
pueblo para visitarlo e inaugurar la sede del partido hubo de desagradable
enfrentamiento entre el líder gallego y el de San Ciriaco pues ese día hacía un
sol de justicia y Fraga venía preparado para la lluvia. Para destensar la
tensión que se podía cortar con un cuchillo romo, Senario le regaló la
pertinente lavativa aunque D. Manuel no se lo tomó bien y cuando cogía el coche
oficial sin parada ni fonda le tiró la lavativa y le dijo a voz en grito: Esto
se lo mete usted en el culo… Senario le contestó: No, mejor en el Cerete Chico
que es usted un dictador!! Y ahí se acabó su pertenencia a la AP de Fraga pues
fue expulsado a la semana siguiente por insultos varios al gran y omnipotente
líder.
Senario recibió una oferta que
no podía desaprovechar pues la Coalición de Izquierdas hacía aguas pues Zenón,
el alcalde, era un poco zorrón y después de colocar a su Amancia, su pareja
sentimental, como tesorera, sus hijos mayores y todos sus hermanos quiso cobrar
a sus compañeros de partido una cuota por su propio mantenimiento por lo que
fue echado literalmente a patadas.
Senario “Cerete Chico” fue el
fichaje estrella de los socialistas del lugar viniendo incluso un alto
mandatario al que no conocía nadie para darle la bienvenida y presentarlo como
él se merecía…
Senario padre os puedo decir
que ese día cogió su escopeta con la intención de volarle la cabeza al chaflán
de su vástago que le ha salido como le ha salido rano…
Que ganó la alcaldía no hace
falta, pero ya en solitario con amplia mayoría absoluta. Esto hizo que tuviera
un puesto de diputado provincial para después dar el salto al Congreso siendo
la lista más votada porque la integraban varios listos como después se pudo
comprobar.
Fue nombrado presidente de una
comisión que llevaba el tema de política territorial y Seradio, conocido como
Cerete Chico en su pueblo, tuvo que abandonar el sillón que no el bastón de
mando del siglo XVII que se lo regalaron sus compañeros de equipo de gobierno y
que originó amplia protesta en la caciquil oposición de la derechona y el
soponcio del historiador del lugar que dijo en público:
Concejales del montón,
mandan en regio pueblo,
y al Seradio han regalado,
nuestro histórico bastón.
Estas rimas fueron muy
pronunciadas por el pueblo llano y la verdad es que la oposición siempre
antidemocrática la utilizó para desgastar la imagen de un gobierno que con
Serapio ya hacía aguas fecales…
Pero Senario siguió en
progreso su dilatada vida política mientras su querido y augusto padre fenecía
todos los días a la hora de limpiarse el Cerete Chico.
Un día se le presentó una
oportunidad de esas que hay que estar ahí para poder aprovecharla. La Caja de
Ahorros de los de Otros le ofreció entrar en su consejo de administración con
el cargo de Presidente con unos estipendios muy superiores a los que cobraba
estando en política. Para eso tendría que abandonar su afiliación cosa que hizo
en un santiamén pues la “pela es la pela”. Ya por entonces se había divorciado
tres veces y había mantenido varias relaciones sentimentales con muchas féminas
de postín de la society madrileña.
Senario, en el pueblo Cerete
Chico, en esa época pudiente tenía hasta un yate y residían en Caimán donde se
aísla de todo.
Aunque no todo el monte es
orégano y en una de estos viajes los cogió la Interpol y fue detenido por
escabullir el capital de los que ahorran en la caja de ahorros. Ha sido puesto
a disposición judicial y extraditado a España donde al final se ha quedado sin
amigos pues ni unos ni otros ni el de la moto dice que tiene nada que ver con
él. También ha caído todo el consejo de administración menos Anselmo
D’Ordinario que murió el año pasado.
Fue condenado a 25 años de
prisión en Carabanchel Alto y gracias a sus influencias le han puesto en celda
aparte con televisión a color. Allí en el duro presidio de la vida probó que el
libro de los gustos sexuales está en blanco y desde un tiempo para acá nuestro
Senario, que no sabemos si hace honor a su apodo, es un poco ambiguo…
Hoy el pueblo natal de nuestro
Senario está de luto porque ha muerto un vecino que siempre se le tuvo en alta
estima pues fue muy honrado en cuando a forma de pensar, no se cambió la
chaqueta ni cuando la cosa se puso mal… Don Senario de Mondongo Luengo ha
fenecido mientras se tomaba su vermú en la terraza de su jardín mientras cara
al sol recordaba los buenos momentos. Para Don Senario, que con Franco esté, su
hijo Senario murió no el día que se hizo socialista sino cuando se hizo ladrón.
Había adoptado a Juan Mohamed, un hijo de un amigo suyo de la Guardia Mora que
sirvió junto al Generalísimo, y le ha dejado su palacete, sus ahorros en Suiza,
porque de siempre fue muy europeísta, y su cortijo en Sevilla con ganadería
incluida. A Senario, le ha dejado la legítima, la legítima deuda que tenía en
un casino de Montecarlo.
Senario, Cerete Chico, se
enteró de la muerte de su progenitor mientras se sacaba de una muela un hilo de
tocino del jamón del bueno que le dan a él en la merienda todos los días. No lloró
ni nada, ni miró el sol, ni levantó la mano, y es que nuestro protagonista no
era de mucho “movimiento”…
Allí, en el trullo, se hizo
muy amigo de un tal Bódalo, el pacifista de las collejas y rempujones, y tomó
conciencia del ideario ropasuelta tras conversar con Diego Cañamero que hasta
le regaló sendas camisetas con el careto del nuevo Miguel Hernández. El alcalde
de Marinaleda le invitó a ocupar alguna finca cuando saliese de esa prisión por
sus delitos de conciencia y Pablo le envío un libro firmado por el estanquero
de la esquina sobre la nana del lobito bueno que era acosado por las ovejitas
crueles y malas.
Todos sabemos que en España
nadie cumple pena y a los seis años ya estaba en la calle como un ropasuelta
más… Y lo que es la vida salió el mismo día que salió del gobierno Don Mariano
y la Esperanza rojimorada yacía en la Moncloa. Gracias a sus influencias fue
nombrado coordinador de todo tipo de género, con sueldo al erario público, pues
tenía un máster en muñecas famosas. Ahora Cerete Chico, que ya no es lo que
era, ha madurado y vive con su pareja Mandingo, que es inteligentes, bien
dotado, para todas las cosas, ya me entiendes… Cuando va a su pueblo caminan
relajados con gozo y amol porque lo que nadie sabe es que tiene 30 de grosor…
Mientras Juan Mohamed, vive de
lujo en el palacete de Don Senario, y con los ahorrillos y sus negocios
bursátiles se pega una vida de escándalo…
Cerete Chico no sabemos ya
como lo tiene pero Juan Mohamed por el mismo se ha pasado a Serapio… y más
desde que es ropasuelta.
Jesús Rodríguez Arias
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