La verdad es que Borriquete me
tenía “estrosá” pues era ardoroso y yo ya no estoy pa ná…
He ido a la protectora de las
ardillas desmadejás y lo he denunciado por acoso, derribo, tracatrón una vez si
y otra no.
Lo han detenido y me han dicho
lo han metido en la misma celda que el Urdangarín ese…
Ahora otra vez “soltera” me he
acordado del Lirón pero me ha dado un asquito porque le olían los huevos un
montón. También me he acordado de Ardillón y hasta le he mandado un mensaje
secreto para ver si nos podemos ver pero me ha hecho el mismo caso que me hace
desde que me dejara allá por el Canadá ese policía que me despojara de mi
ardillesca virginidad.
Estoy más sola que la una y
también la otra pues el tema amorío está fatal. Por lo menos mi hija Ardi ha
madurado, en eso se parece a su madre, y ha empezado una relación seria con Oso
Hormiguero que me han dicho es de buena familia pues el padre es dueño de todos
los puticlú de la zona del estanque de las nutrias y su madre hace sus obras
pías en el gallinero que está a la esquina del parque según se sale.
Los dos se conocieron en las
clases de yoga tántrico del Maestro Lechuza y gracias al manejo de los términos
coincidieron un día al entrar en la sala donde practicaban el módulo: La
sexualidad según el graznido del pavo.
Según Loroncia, que de siempre
ha sido muy cacatúa, me ha dicho que todavía no se han tocado aunque él ya le
ha metido el hocico mientras no le meta el arándano mi hija Ardi puede decir
que la virginidad no ha perdido.
¡Ojalá le vaya bien! Mejor que
con el pelanas del ex-pretendiente y a su vez yerno del suegro querido seguro
que si…
Cuando se entere llorará en el
banco mientras se come la bellota y le habla a la oca que ya la tiene hasta
ahí…
Lo mejor de esta infausta
relación ha sido sin lugar a duda que yo he podido encontrar a mi policía, ese
de ricitos risueños que ocultaba bajo el sombrero de fieltro, de pantalones
bombachos y casaca corta roja, ese que me hizo ser ardillona antes de tiempo,
ese que era el policía que mejor montaba en todo el Canadá, ese que decía era
suegro del yerno atontolinado, ese que me hizo dudar de mi amor con Ardillón
mientras le ponía la testuz con el Lirón y ya tonteaba con Borriquete, ese que
me dijo que era una Utona, ese…
Ahora que estoy soltera, para
nada entera, que todavía me puedo operar para quitarme años de encima, que un
médico me ha dicho que hasta el pototo lo puedo estirar porque de tanto usarlo
lo tengo como una silla desfondá, ahora voy a echarle los tejos de una vez por
todas a ver si cae en mí, no me desprecia, y pierde el norte y me deja preñá.
Yo, por amor, estoy dispuesta hasta yacer.
Aunque, os debo reconocer, que
ando un poco mosqueada y “moquicaída” pues sé que mi particular del Canadá
Policía sus amigos le han hecho una fiesta para celebrar el aniversario de boda
con la santa de su mujer, la que llevó al altar una vez me dejó sola y plantá y
helada en los tiempos de mi antigua mocedad.
¿Qué he hecho yo para merecer
este denigrante trato del que consideré mi amado amante y para él yo fui
ardilla de un rato?
Si no fuera porque no tenía
nada que ponerme me hubiera colado por sorpresa en el fiestón. A ver que decía
ese prenda al verme coqueta y resultona porque ahora soy más vieja pero antes
fui utona…
Ardillón me dijo que quería
comprarme un vestido de Vitorio y Luccino pero para eso tendría que vender el
cañaveral de las lombrices que estaban muy cotizadas en su época. No lo hizo y
no tengo el vestido y con lo mal que he quedado de mi relación con Borriquete
no me he atrevido a ir a dar una verdadera sorpresa a esos enamoraeetes.
Pero sé que pronto harán una
escapadita de amor y allí estaré yo. Ya tengo comprado asiento en la baca del
trolebús. He reservado habitación desayuno y derecho de pernada en la cueva de
la montañesa cabra. Se va a enterar cuando me desmaye delante suya, me tenga
que hacer el boca a boca, cuando pruebe las mieles de mis labios seguro se
acuerda de esa primera vez cuando era policía y llevaba sombrero de fieltro,
pantalones bombachos…
No me quiero interponer en el
matrimonio pero yo estaba antes…
Ardillón me ha dicho, llevamos
una relación muy normalizada y progresista, que tiene intención de manifestar
sus claras intenciones amatorias a la mujer del yerno del suegro querido a más
tardar en este verano. Ya ha vendido el cañaveral y le ha pedido al maestro
Joyo que le haga un anillo con alguna gema.
Mi hija Ardicandidez, al
escuchar el nombre de Gema ha llorado porque todavía esta no se ha puesto en
contacto con la otra. Ella que quería charlar de sus cosas al borde del lago
mientras comen bellotas a pleno sol veraniego con sesenta grados a la sombra.
Mi hijo Ardillesco está
apenado, pues él es caballero de los de dartañán y también ha sufrido
menoscabo. Su anhelada Encarna cita no le ha dado, no ha tirado sus coletas
desde la torre hasta el caballo para él subir a rescatarla y llevarla en brazos
como hacen un amado con su amada pero ella ni se ha dignado en contestarle las
600 cartas que en quince días le ha enviado…
Mi hijo Ardillete triunfa en
las colonias francesas pues va a anunciar un nuevo perfume llamado: “O del
lago”.
O del lago,
flipa mogollón,
sirve para el sobaco,
también para el potorrón.
Jirjol, Jirjol.
Jirjol, Jirjol.
Mi hijo Ardigitón no está
triunfando con las rumbitas y por eso se ha hecho DJ de la disco-ranitas.
Tiritri, tirititrón,
nadie quiere,
a Ardigitón.
Eso sí mi prima Obdulia, la
soriana, está la mar de contenta pues su hija ha intimado con un chico muy mono
llamado Manel que le lleva bellotas y tarritos de miel.
Mi hija Ardifermosa quiere ser
modelo de buena ropa, se ha afeitado el sieso y hasta la broca, pues quiere
parecer que sabe lo que es la moda. Yo por mi hija ma-to y por eso cuando vea y
recupere el amor de mi policía con ricitos le diré hable con diseñador de
prestigio para que en su próximo desfile luzca un modelito.
La que mejor lo tiene es Ardi
con mi yerno, ya lo quiero como tal, Oso Hormiguero pues dice que en su casa
van a poner un bellotero con las más sabrosas bellotas del mundo entero. Que
tendrá un cuerpo de casa y otro de calle y que cuando ella lo disponga quiere
procrear una familia luenga con 25 vástagos na más…
Aquí solo hay dos víctimas que
no sé como recuperar: Yo mismamente y el yerno del suegro querido que cuando se
entere que a Ardi a perdido no se como le va a sentar porque de siempre me ha
parecido atontado y meapilas… ¡Mira que enamorarse de una ardilla!
Lo dicho, cuando esta parejita
vaya de escapadita a su nidito se encontrarán conmigo y seguro que a suegro
querido se le cae tó…
¡Tendréis noticias de nuestro
amorrrr!
Jesús Rodríguez Arias
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