Siempre lo
digo aunque me cueste reconocerlo pues soy de los que me gusta crear mediante
palabras una imagen única y concreta pero cuando la imagen lo dice todo como la
que preside este artículo entonces y solo entonces toda palabra se queda vacía
ante la evidencia, el testimonio, la profundidad del mensaje que estamos
percibiendo con todos los sentidos del cuerpo aunque solo sea la vista la que
actúe como motor.
Esta
fotografía refleja lo que es la GUARDIA CIVIL. Ni más ni menos.
Con esta
fotografía se podría acallar todo cuanto escriba porque lo hace es redundar en
lo vemos, sentimos, nos emociona y nos hace estar tan orgullosos.
Es verdad,
la Guardia Civil es un cuerpo lleno de nobleza, de sacrificio, de entrega, de
Amor a España y por tanto a todos los españoles. Es un frondoso, verde, vivo,
que nos da frescor cuando el calor agrieta nuestros ánimos o nos resguarda de
las tempestades ofreciéndonos cobijo y tranquilidad. Es un árbol con fuertes y
vigorosas raíces que penetran por cada poro de la tierra, de nuestra Patria, de
generación en generación.
Este árbol
fuerte, vivo, de verde y que hemos siempre igual de vigoroso desde nuestra más
tierna infancia es un todo en nuestras correspondientes vidas donde cerramos
los ojos y siempre tenemos en los recuerdos de la memoria la figura de un
Guardia Civil sirviendo a todos y cada uno de nosotros.
Este árbol
que por muchos años que pasen siempre permanece igual de fuerte es querido,
admirado, muy respetado porque a lo largo de los años muchas de sus ramas han
sido arrancadas de cuajo, produciendo un inmenso dolor, por la sinrazón, por el
odio mezquino, por el empozoñamiento del corazón de algunos que en esta España
que nos alumbra se han sentido y sienten iluminados, guerrilleros de una guerra
que siempre tenía el mismo enemigo: España y las mismas víctimas: Los españoles
de bien, fiel servidores de nuestra querida Patria y donde este precioso árbol
verde ha derramado mucha sangre y ha perdido buenas e imprescindibles ramas que
son todos los que conforman, sean quienes sean, la querida y benemérita Guardia
Civil, la Policía Nacional, Local, Fuerzas Armadas, Magistrados, honrados y
honorables políticos, Profesores, Funcionarios, hombres, mujeres y niños
inocentes, siempre inocentes.
Esta
fotografía del abuelo, viejo e insigne Guardia Civil con muchas horas, toda una
vida, de servicio, que se coge del brazo de su nieto, también miembro del
Cuerpo, que es todo fuerza, ilusión, esperanza y amor mucho amor que comparte
con su benemérito abuelo pues los dos, sin diferencias de épocas o años, sirven
a España y entregan cada hálito de vida por todos los que los necesitamos pues
ellos también son ramas verdes y frondosas de este legendario, querido y
respetado árbol.
¡Qué
orgullo se ven en los ojos de ambos! ¡Qué Amor también! A su Patria, a la
Guardia Civil, a su bendita Patrona la Virgen del Pilar que ellos alaban con
sus vidas mientras otros indeseables dicen ensuciarlas con escatológicos
términos llenos de zafiedad, rencor, odio y muy poca vergüenza. Sí, a la
Guardia Civil siempre le toca limpiar y sanear la “mierda” de los de siempre
que quieren ensuciarlo todo aunque en verdad lo que hacen es hacernos ver sus
putrefactos y pétreos corazones que solamente son sensibles al dolor y la
injusticia de ellos mismos pues las de los demás, y más si no comulgan son sus
enrevesadas ideas, les importa menos que el líquido que recorre las
alcantarillas donde las ratas son sus mejores pobladoras y acompañantes.
Sí, que
orgullo de ser Guardia Civiles, que orgullo de ser miembros de la misma Familia
en la que se mezclan sangre y sentimientos.
Soy de los
que pienso que los miembros de la Guardia Civil, sus Familias, amigos y todos
los que la queremos y admiramos profundamente vivimos “en verde” en cierto
modo. Y no es que seamos activistas ecologistas u otro prototipo de defensa de
la naturaleza simplemente se nos eriza la piel con orgullo cuando vemos un
hombre o una mujer vestidos de verde que pasan a nuestro lado en moto,
verdaderos jinetes del asfalto, están vigilante y vigilando para que nada que
no deba suceder suceda, ayudarnos en todo momento y ocasión, ser esa mano
amiga, protectora que nos ayuda y también nos advierte de un peligro o una
situación.
Vivir en
verde es hacerlo mirando a la cara a la Esperanza porque sin ella la vida va
careciendo de sentido y es muy transitar esto con un nublado permanente. Vivir
en verde es hacerlo sintiéndonos orgullosos de la Guardia Civil, de su labor
diaria, de su entrega, su sacrificio, su vida por todos nosotros y siempre por
España.
Cómo diría
Alejandro Sanz, tengo el corazón “partío” pues el mismo queda divido en dos
colores: Azul y verde, verde y azul.
Azul de mi
querido Cuerpo Nacional de Policía del que soy hijo y por tanto miembro de la
esta noble, insigne y gran Familia en la que me siento en Casa y tan a gusto.
Verde de mi
admirada Guardia Civil a la que he aprendido a querer desde chiquitito por ser
hijo de Policía, por tener mi corazón en azul.
Ahora
cuando estoy en la medianía de mi vida y madurez mi corazón parece ese “pastel”
que nos presentan los estudios sociológicos, demográficos y políticos donde
cada qué tiene su porción.
Reconozco,
mentiría si escribiera lo contrario, que en el pastel de mi corazón gran parte
del mismo es azul aunque el verde ha ido ganando terreno con el pasar del
tiempo, con el conocer a buenos y queridos miembros de la Guardia Civil que dan
y dado más que su vida por España y también por todos y cada uno de nosotros
sin importar quiénes éramos, de donde veníamos y a qué nos dedicábamos. Por eso
digo, y no me falta razón, que mi corazón es azul y verde, verde y azul.
Y todo
estos sentimientos escritos en voz alta son los se entremezclan entre mi
corazón y mi cabeza con solo mirar, también admirar, esta entrañable fotografía
tan llena de sentimientos, tan llena de vocación, tan llena de fe, tan llena de
la Guardia Civil que es lo mismo que decir que es tan llena de patriotismo.
Con mi
admiración, respeto e inmenso cariño junto a un fraternal abrazo,
¡¡VIVA LA
GUARDIA CIVIL!! ¡¡VIVA SIEMPRE ESPAÑA!!
Jesús
Rodríguez Arias
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