Debo reconocer, o por lo menos ahora soy más
consciente de ello, que Dios por cada año que pasa abre ante mi proyectos muy
importantes y que hacen anidar sentimientos que colman de gratitud mi
pensamiento y corazón.
Si hace unos años encaminaba mi vida hacia la
evangelización en la red por medio de sedvalientes.blogspot.com del que soy
creador y director que llega todos los días a miles de personas en todas las
partes del mundo y está actualmente consolidado como un auténtico referente
dentro del amplio campo del Humanismo Cristiano.
También abrió a mi vida el poder pertenecer a la
Real y Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios de San Juan
Bautista cuya única misión es el ejercicio de la caridad cristiana.
En los peores momentos de mi enfermedad que derivó
en la intervención quirúrgica que me practicaron en abril del pasado año y
cuando sufría pacientemente los padecimientos propios de la recuperación a una
operación tan delicada la editorial Credo Ediciones me confirmó que estaban
interesados en publicar un libro con el manuscrito que les había hecho llegar
pocos días antes de mi hospitalización. De ahí salió "Diario de un blog".
Dios ponía, y lo sigue haciendo, regalos que
ilusionan como terrenal premio a nuestro día a día.
El año 2015 iniciaba tímidamente su andadura
cuando el Señor vuelve a premiarme, porque así lo considero, cuando ingreso en
una institución que me une a ella sentimentales lazos de sangre.
Os estoy hablando de la Asociación de Distinciones
de Mérito “Santos Ángeles Custodios” Amigos del Cuerpo Nacional de Policía.
Al ser mi padre Policía y fallecer tan pronto en
mi hogar de la infancia y juventud se vivió un cariño permanente por el Cuerpo en el cual sirvió durante toda su vida profesional. Estos sentimientos inculcados por
mi madre a todos y cada uno de sus hijos quedaron grabados a fuego en mi
corazón.
Siempre me he considerado lo que soy: ¡Hijo del
Cuerpo!
Y lo digo con inmenso orgullo porque es un honor
que no se puede pagar con absolutamente nada el poder serlo.
He sentido, he sufrido y me ha dolido hasta el
alma cuando los criminales terroristas asesinaban a tantos miembros del Cuerpo
Nacional de Policía, de la Bemérita y gloriosa Guardia Civil así como a tantos
militares, funcionarios, empresarios, hombres, mujeres y niños que dieron su
vida por España.
He llorado en el silencio del dolor cuando veía
los ataúdes portados a los hombros de sus compañeros y con la bandera de
nuestra Patria cubriendo su cuerpo y su sangre.
La impotencia y el dolor anidan en mi corazón
cuando algún miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cae en
acto de servicio.
Sufro cuando esa parte de la sociedad dirige su
dedo inquisidor hacia las personas que velan por la seguridad en puestos
fronterizos.
Me indigno cuando sufren abominables ataques con
piedras, tornillos y demás elementos que producen un daño irreversible si
pudieran de los que se manifiestan por diversas causas o por la canalla de los
antisistema.
Amo al Cuerpo Nacional de Policía así como a la
Guarda Civil, las Fuerzas Armadas y todos los que defienden con su vida la paz,
la integridad, la seguridad de todos.
Os lo puede decir mi mujer, Hetepheres, cuando vamos por
la calle, estamos esperando el tren, en el aeropuerto o incluso paseando por la
calle y vemos un coche azul con la bandera de España dibujada como si de una
pincelada se tratase, le suelo decir lo mismo: ¡Ahí están mis hombres, ahí
están mi gente! Así en verdad los considero pues formo parte de esa Gran
Familia que es Cuerpo Nacional de Policía entre los que me siento tan a gusto,
tan seguro y tan feliz.
Por eso formar parte como Socio de Mérito de la
Asociación Santos Ángeles Custodios es
un honor ante todo porque me han dado la oportunidad de sentirme en
Familia.
Quiero expresamente dar las gracias a nuestro
presidente, D. Diego de Guillamón, así como a la Junta Directiva su acogida
porque han hecho que en esta benemérita institución me encuentre en mi hogar.
Apoyar por medio de compartir mensajes de la
actuación de nuestra Policía, escribir sobre la labor que hacen y que pasa
desapercibida para casi todos así como respaldar a todos los miembros del
Cuerpo Nacional de Policía, también de la Guardia Civil, levantar la voz para
darle públicamente las gracias en un mundo con demasiados desagradecidos,
resaltar la labor de la familia propia que es la gran sacrificada es poco para
la labor, el trabajo y la entrega de todos los que componen los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado.
“Lealtad, Servicio y Sacrificio” es nuestro lema y
también la auténtica realidad.
Si la Asociación “Santos Ángeles Custodios” no
existiese en honor a los altos fines que persigue sería necesario crearla.
Cómo veis Dios me sigue bendiciendo pues sigue
abriendo en el camino puertas que son
imprescindible para mi vida.
Recibid un fraternal abrazo con mi respeto y
profunda admiración.
Jesús Rodríguez Arias
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