Desde ayer no se habla de otra cosa que de la montería de hoy. Todos expectantes e ilusionados y vestidos con una uniformidad casi siberiana.
Todos de verde. Camisa, camiseta, polar, chaquetón, pantalón, gorras de color verde que es color de los arboles y ramajos que pueblan el campo.
Siempre he defendido que el que va a cazar tendría que vestir de un color más estridente que se diferencien unos de otros porque los cazadores son muchos y los que saben de la caza pocos.
Ir a una montería es un ejercicio de riesgo de responsabilidad porque vas a cazar y lo que tienes que evitar es no ser tú el cazado.
Pum, pam , pim. Ya oigo los tiros y pienso en ver volver a mis queridos amigos cazadores.
Jesús Rodríguez Arias
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