sábado, 18 de enero de 2020

EL VICEPRESI Y EL CONSEJO DE MINISTRAS




Y llegó el ansiado día, ese que nunca imaginó llegaría pero que llegó, bien que llegó y allí estaba él en la Zarzuela esperando prometer su cargo de vicepresi delante del ciudadano Borbón, al que no podía ni ver en pintura, con un traje oscuro, entallado, y camisa rosa sin corbata, atuendo este aplaudido hasta por Vanity Fer, cuando el Jefe de Protocolo de la Casa Real lo nombró se acercó hasta el atril en el que estaba depositada la Constitución, que le encantaría derogar, y en presencia del Jefe del Estado prometió su cargo y lealtad a SM el Rey. Se tragó todo lo que pensaba de D. Felipe VI porque es bien sabido que “por un cargo y un sillón se hace monárquico el republicano felón”…

Prometió también algo que quedará para los anales, amén de las políticas que de tal índole promulga Beatriz Gimeno nueva directora de la mujer, digo bien pues del cachondeo generalizado se nos ha salido a media España las almorranas de tantos reírnos y es que nuestro vicepresi prometió guardar los secretos del Consejo de “Ministras”…

Foto de familia, entrega y reparto de maletines, las carteras van aparte, que algunos utilizaran para llevar los bocatas del jamoncito del bueno, que ya se acabó el chopepó, y otros para garabatear su futuro proyecto de dinamitar España.

También en ese noble acto, lo digo por la presencia real, prometió su cargo de menistra de igualdá su amada compañera sentimental y madre de su prole. Irene amén de la cama compartirá con su amado gobierno y Consejo de Ministras.

Pablo, nuestro particular vicepresi ropasuelta, se había levantado nervioso, ni se había hecho la limpieza con hilo bucal, pues ya sentía la responsabilidad de su flamante cargo bajo sus hombros, que le hacía tener más chepa. Para colmo hoy estaban citados en el primer consejo de ministras en la Moncloa y tenía que acicalarse para la ocasión pues él ya no se representa a sí mismo sino a “todos” los españoles: A los buenos progres y a los malditos fachasquerosos que se iban a acordar de sus castas en estos cuatro añitos que les quedan.

Alberto Garzón le había llamado la noche anterior para decirle que él se iba a enfundar un trajechaqueta gris clarito con corbata, aunque pareciera un agente de círculo de lectores, porque la ocasión lo merecía. Se lo había dicho para no coincidir en color con su respetado camarada que tenía que deslumbrar por sí solo.

Pero nuestro singular vicepresi tenía una idea bien montada en su cocotero con cola y pelo. Vio a su Irene como se arreglaba y admiró sus potenciales mientras se decía a sí mismo: ¡Qué suerte tiene ella de estar con un hombre como yo! Cada día esperaba parecerse más a Pedro Sánchez que aunque no se fiaba de él ni un pelo de la cola era el que lo había sentado en el gubernamental sillón.

Ese día se peinó a manotazos, como siempre, se enfundó sus raídos pantalones vaqueros, botas a lo pistolero, camisita y una pelliza, cogió su gran maletín negro donde en letras doradas decía: Vicepresi 2º y menistro de desarrollo insocial y agenda 2 mil no se qué…

Y así se coló por la puerta, se hizo fotos y fotos como si un matónchulo de discoteque fuese, e ingresó en palacio mientras dos ujieres, dos señoras, le abrían la puerta. Iglesias no tuvo ni la decencia de saludarlas, y  mira que es feminista, mientras caminaba con cara de sieso chirlachi hacia el salón del mega consejo.

Una vez sentados todos, un poquillo apretados por eso de la cantidad de gente que había, nuestro vicepresi, después de que Pedro el enorme hablara primero mientras se miraba a un espejo, dijo con voz trémula y algo nervioso: “Para mí es emotivo, empezó a llorisquear pero pudo mantener el tipo, el estar aquí, el ser el vicepresi 2º del gobierno de estepaís y estar rodeado de tantas señoríes en este histórico consejo de ministras”… En ese momento le entró el hipo y se calló mientras Pedro, raudo, empezó con el orden del día mientras los ministros socialistas se miraban unos a otros con la expresión en sus caras de decir: “El vicepresi está chalao”..

Terminada la primera sesión del consejo, que a partir de ahora se celebrarán los martes en vez de los viernes para poder coger puente de cuando en vez, se hicieron la foto de familia y se fueron por donde habían venido mientras el presidente le decía a su jefe de gabinete que para desestresarse se iba a enfundar la camiseta y las calzonas para correr por los jardines de palacio y que después volvería a encarar las decisiones más importantes como la compra de un tresillo que el que tiene le está destrozando las cervicales….

Nuestra ministerial pareja se fueron a sus despachos pues habría que empezar a colocar a los suyos con buenos puestos, cargos y sueldos….

Tras una intensa jornada laboral de dos horas y medias, contadas por el reloj, pidió el coche oficial porque se iba a su mansión de Galapagar, que ya la pagamos todos, con su Churri y prole que tenían que hablar de cómo organizar todo lo que tenían en mano así como también leerles los cuentos de Junqueras que escribió en la cárcel a su descendencia porque a los ropasueltas hay que ir enseñándoles desde chiquetitos…

Un funcionario que estaba en la puerta del menisterio del vicepresi contesta al ser preguntado por un amigo que en ese momento había entrado:

¿Cómo es el menda?

“Yo con este, le contestó, no voy a tomar ni un trifásico porque tiene pinta de jeta y yo gracias a todos ellos no tengo pasta ni para mitad de mes”…

¡Qué le den por el…! Dijo su amigo…

Por el mismo sitio que la Sra. Gimeno quiere ejercitar las políticas anales que tanto defiende en su blog de pensamiento profundo con cierto tufillo y hedor.

Jesús Rodríguez Arias

viernes, 10 de enero de 2020

LA MINISTERIAL PAREJA...






Hay que reconocerlo, no se encuentra bien anímicamente hablando, no se esperaba tamaña traición en el día después de la gran llantina, no podía ni imaginar que le saboteara, y de qué manera, el regocijo de anunciar vía redes sociales los distintos nombramientos sin contar para nada con el ínclito que debe su cargo al colchón de votos que le ha prestado para su elección.

Hoy no se encuentra con ganas de nada, ha saludado de mala gana al guardia civil de la garita, y se ha sentado en el sillón de piel de nabo mientras encendía la chimenea. Acabó tan abstraído que no se acordó leerle el capítulo del cuento  que escribió Oriol Junqueras en la cárcel represora de la libertad a su prole. Se preguntó así mismo: ¡Qué raro está todo! ¡Qué silencioso! Ni el hilo musical con la melodía de la Internacional está sonando! Ni Carlos Rodolfo, su mayordomo, ha venido a recibirle. Carlos Rodolfo es chavista y bolivariano que mientras vivió Hugo estaba encomendado al pajarico y por eso mismo es de total confianza. Nicolás lloró cuando se fue a servir a Pablo y le dijo que no olvidaría esta “desconfiansa” mientras le espetaba un amistoso puñetazo en el estómago. Miró el ipone y tenía un mensaje de Evo preguntándole que hay de lo suyo…

¡Irene! ¡Camarada conyugal! ¿Dónde te encuentras?

Estaba desolado desde que el inefable Pedro anunciara que había más vicepresidencias que en una fundación de esas que luchan contra el cambio climático. Él, que había llorado como un niño zarrapastroso el día de la investidura, y se veía como copresidente del gobierno de lo que quedara “deestepaís” ha visto de golpe y porrazo que tendrá menos rango que un capitán de jardines y se vio como el fétido elemento que estos tratan.

Hasta su camarada y amigo Julito Rodríguez le ha llamado para preguntarle de qué gabinete va a llevar la jefatura. ¡Qué se yo, Julio, qué se yo! Fue la somera contestación llena de rabia e inmenso dolor.

Para colmo ha tenido que dar un cargo ministerial al tonto de Garzón que como buen comunista solo sabe gastar y será por eso que quiere llevar Consumo y su Irene “igualdá” lo que le den si se trata de imponer y de mangar, perdón quería decir mandar…

Desde que abrazara a Pedro y firmara el acuerdo programático no han parado de llamarlos camaradas ofreciendo sus servicios pues han quedado en el paro. El peor es Delgado que tras perder su escaño en Cádiz tiene que volver a ponerse el verde uniforme de la Guardia Civil en la que no se siente a gusto y por eso cada día le manda varios mensajes por WhatsApp para pedirle que le dé un carguito en un “menisterio” aunque sea del tiempo…

Pablo, el pobre, que se creía la mano izquierda del presidente se ha dado cuenta que es el dedo que limpia el culo como mucho.

“Nos la han metido” dicen cargos de Unidas Jodemos y a él se le ha quedado una vez más cara de tontín y además le entra el lloriqueo.

¿Dónde estará mi Irene? ¿Dónde estará mi Irene? Dónde quiera que esté mi Irene es ministra y da igual que sea igualdad o del mismo clima…

Tarareaba esta cantinela con la música de Manolo Escobar, al que no podía ver porque era un fachasqueroso, con su famosa canción del carro.

De pronto apareció ella que iba como una grácil gacela enfundada en unos pantalonespitillo con tres camisetas en la mano cada cual más estrafalaria que ya es decir.

“Cari, cari, quiero saber tu sabia opinión de hombre leal y de izquierdas a los que no le importa el género cuál de estas camisetas ves mejor para el acto de promesa del cargo de ministra de Igualdad”.

Pablo, la mira con ojos tontos, y espera le enseñe los modelitos:

Una es violeta con una señal de prohibido y letras rojas: ¡No al heteropatriarcado!

Otra es blanca con letras moradas que dicen: Soy mujer o lo que me de la gana.

Y la última es color negro con letras blanca y el dibujo de una vulva con el lema: Por la justa Igualdad: Acabemos con el hombre.

Pablo, que era muy ropasuelta y todo eso no veía bien el tercero pues quieras que no él era un machito, algo encorvado pero machito al fin y al cabo y le aconsejó que la segunda era la más apropiada para jurar el cargo ante el ciudadano rey Felipe.

Él se pondría el pantalón negro de tergal arrugado, la camisa blanca arrugada y la chaqueta gris arrugada y los zapatos de siempre sin lustre. Irán en el Porsche que le han comprado todos los españoles y con el chófer que le ha puesto el gobierno mientras Carlos Rodolfo se queda con Cintia Siracusa al cargo de los niños que verán en la tele tan importante momento. Carlos Rodolfo tiene intención de grabarlo en video para enviárselo en paquete a Nicolás y Evo que lo esperan como agua de mayo.

Pablo se ha venido arriba del pescozón de las vicepresidencias y ya sueña con su primer consejo de ministro@s/es cuando alce la voz y diga en la primera votación: “Mi parienta y yo nos oponemos”… ¿A qué? Ya se verá porque un buen ropasuelta, y la ministerial pareja lo son, siempre se han de oponer a todo.

¡Quedan por vivir grandes momentos enestepaís! O lo que quede del mismo…

Jesús Rodríguez Arias