Y me dicen que no entiendo nada, que yo qué voy a
saber, que anda, anda y quitaté del medio, que eres tan sólo un niño, que no me
meta en las cosas de los mayores...
Muchas veces se ponen muy serios conmigo, otras me
regañan y la mayoría de las veces son encantadores.
Pero no piensan que yo ya soy mayor, que también
puedo ayudarles en lo que tengan que hacer, que también tengo mi opinión, que
con mis ojos veo las cosas como suceden y también puedo distinguir otras cosas
que a la mayoría se les escapa.
Veo y siento cuando alguien no es bueno, cuando
dicen una cosa aunque piensan otra muy distintas, cuando le dicen lo que
quieren a mi padre aunque en su mirada exista eso que los demás llaman
resentimiento aunque cuando lo digo siempre me suelen contestar: ¿Qué sabrás
tú? ¡Anda, anda y no preocupes con tus tonterías a tu padre!
Piensan que por ser un niño no veo las cosas, no
las siento, no percibo una mirada anegada de mala intención o un corazón llendo
de bondad de esa persona que menos te lo esperas.
Mi padre siempre está de buen humor. Cuando se va
de casa se despide con un beso y con una inmensa sonrisa y cuando vuelve, no sé
a que hora pues siempre está disponible, lo veo más cansado y aunque sus ojos a
veces hablen el lenguaje de la tristeza, de la decepción, del agotamiento
siempre tiene esa diáfana sonrisa para mamá y sus hijos.
Cuando mi padre llega a casa siempre oigo exclamar
a mi madre: ¡Gracias Virgencita del Pilar, otro día más que vuelve a casa sano
y salvo!
Y es que mi padre es Guardia Civil.
Aunque yo he nacido aquí y tengo 10 años mis
hermanos mayores me cuentan que ellos ya han residido en parte de España y
conocen algunas Casas Cuarteles, como la que ahora estamos, donde los edificios
podrán ser más cómodos, más antiguos, modernos, mejor o peor acondicionados
pero siempre se siente Familia. Sí, mi Familia, aunque os pueda parecer raro,
es todos los que componemos la Casa y dentro de ella tengo a papá, mamá y mis
hermanos.
El abuelo también era Guardia Civil, hay un
retrato en la vieja estantería con su inmaculado uniforme verde, sus
relucientes medallas, su brillante tricornio y esos ojos de hondo orgullo
mientras el Coronel, que no sé como se llama porque nunca han pronunciado su
nombre, lo abraza el día de su jubilación.
El abuelo vivió siempre con nosotros aunque hace
poco nos dejó. Un día se quedó dormido en su butacón mirando esa ventana suya
de cada día. Con el abuelo se fue un hombre entregado a sus pasiones más
grandes: Su Familia, España y la Guardia Civil. En mi habitación, junto a la
mesa donde estudio tengo su viejo tricornio que besó mientras me lo imponía el
día de mi Primera Comunión.
Mamá está muy pendiente de todo aunque con mi
padre pierde el sentido como dicen los mayores. Llevan mucho tiempo juntos,
muchos kilómetros recorridos, muchas vivencias en torno a la Guardia Civil y lo
que une Dios y la Virgen del Pilar no hay hombre que lo pueda separar.
Mamá también está muy pendiente de nuestra abuela
Julita, que es la mamá de papá según él me ha dicho, y yo también la quiero
mucho. Me gusta verla coser con su menudo cuerpecito justo al lado del sillón
donde se sentaba el abuelo. Ahora es ella la que mira esa ventana de cada día
mientras escucha a la pandilla de niños que juega a la pelota en la Plazuela
Vieja.
Es ella la que me mira con amor y me dice: “¡Tú
abuelo siempre te quiso mucho y estaba muy orgulloso de ti!”. Eres un pequeño
Guardia Civil pues además de llevarlo en la sangre se notan en tus gestos
cariño mío. Y las lágrimas inundan sus ojos azules que hacen que tenga siempre
la mirada de una niña aunque los surcos, las arrugas y el pelo blanco digan lo
contrario.
Papá es un hombre alto, fuerte y le siento
fenomenal su uniforme verde ya sea de diario o cuando acude de gala, con su
reluciente tricornio, a cualquier acto. Es un hombre serio, abuelo también lo
era, pero muy cariñoso y siempre está jugando conmigo, leyéndome ese libro que
tanto le gustaba de chico o viendo la tele. También me acompaña a la Plazuela
Vieja para que pueda jugar a la pelota con mis amigos. Él junto a mamá me
ayudan todos los días para hacer los deberes. Siempre me dice que estudie mucho
pues para ser Guardia Civil hay que estar muy preparado.
Papá es un hombre que se entrega a todo y con
todos. No hay un vecino del pueblo y de los alrededores que le pidan su
participación en tal o cual cosa y claro él nunca dice que no a nada.
Papá es un hombre bondadoso, como la abuela Julita
y como también recuerdo a mi abuelo que en los últimos años siempre estaba
sentado en su butacón mirando su ventana de cada día...
Por eso me indigno cuando alguien se acerca a mi
padre con una sonrisa falsa pues sé que él le entregará todo y se llevará otra
puñalada. Eso es lo que dice que le pasan a las personas buenas, que de tanto
entregarse por los demás sufre algún que otro arañazo.
Mis hermanos que son algo mayores que yo ya van a
su aire y dan algún que otro quebradero de cabeza a mis padres que de vez en
cuando les regañan mientras la abuela Julita les dice con voz suave: ¿No véis
que están en la “edad del pavo”? Y yo siempre me pregunto: ¿Qué edad será esa?
Mientras la vida va pasando día tras día en esta
Casa Cuartel que es mi casa, es mi Familia como lo antes lo fue de mis padres,
de mis abuelos...
Y cuando me dicen que todavía soy un niño y pienso
como un niño yo os puedo asegurar lo que quiero ser cuando sea mayor: ¡¡Guardia
Civil!! Como lo es mi papá y como lo fue mi abuelo que se fue al cielo con su
verde uniforme aunque me dejó por siempre su viejo y reluciente tricornio que
siempre está en la mesa donde hago mis deberes.
Jesús Rodríguez Arias
Con este artículo pongo fin hasta mediados de
septiembre o principios de octubre a mis semanales artículos de todos los
viernes escritos “desde mi ventana”.
Quiero agradecer muy profundamente a QUIERO A LA
GUARDIA CIVIL por su apoyo y por hacerme sentir en casa siempre. Gracias a
Carmen su directora, administradora y creadora de esta nuestra virtual Casa
Cuartel.
También agradecer a “062 Es por tí” así como al
“NUEVO GRUPO PERIO” por su apoyo y publicación de estos artículos que están dedicados
a fomentar, homenajear a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, las
Fuerzas Armadas así como todos los que tienen como misión el protegernos y
ofrecernos seguridad.
También han tenido su espacio en “desde mi
ventana” así como un merecido reconocimiento: Los Vigilantes de Seguridad,
Bomberos, Funcionarios de Prisiones y hasta los “otros” Policías como son los perros, caballos...
Agradecer también la tribuna que me ha ofrecido en
el sitio web de la Asociación de Mérito “Santos Ángeles Custodios” a la cual me
honro de pertenecer como Socio de Mérito.
Es necesario un no sé si merecido descanso para
que cuando estos veraniegos meses volver a volver a escribir tributando mi
reconocimiento, mi personal homenaje y mi admiración a todos vosotros
servidores de nuestra bendita España aunque esto no quiere decir que algún día
suelto pueda escribir sobre un tema concreto y publicarlo en las tribunas
antedichas.
Hasta después de verano y muchas gracias por
cuanto hacéis a diario.
¡¡Feliz verano!!
Jesús Rodríguez Arias
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