viernes, 13 de junio de 2014

POR SENTIDO PATRIO.

Lo reconozco: ¡No soy futbolero!

Mientras casi todo el mundo se encuentra viendo el partido que está jugando la selección española en estos momentos tanto Hetepheres como yo nos encontramos en nuestro patio teniendo como privilegiada visión las verdes montañas que rasgan el horizonte del mismo cielo. Mientras mi mujer prepara un trabajo yo me afano en escribir algunas impresiones desde esta mi ventana privilegiada.

Y no es que me guste el fútbol sino que cuando lo vemos, por una u otra causa, el equipo pierde. No sé ya cuantos años hace que no vemos jugar a España aunque desde que nos inmolamos en este acto sacrificial la selección no para de cosechar impresionantes éxitos.

Se puede decir que no disfrutamos de la visión de jugar a nuestro equipo por un hondo sentido patrio. 

Ahora, en los descafeinados tiempos que corren, parece que tener sentimientos patrios en España está mal visto pues a los que así sentimos nos señalan con dedos cual inquisidor porque en este país plagados de desmemoriados todo lo que huela a España como Nación suena a "facha". 

Los progresistas de la izquierda radical son los primeros en acusarnos a los que no pensamos como ellos y ponernos en un imaginario "paredón" pues no consienten que hayan más opiniones que las suyas. Decía un buen amigo republicano en días pasados que con los representantes que tienen en el Parlamento están apañados. 

El día que anunció S.M. el Rey D. Juan Carlos su abdicación estaba tomando un zumo en un bar y un camarero profirió algunos comentarios despectivos hacia la persona del Rey y cuando le corté en seco diciéndole que yo era monárquico y que exigía el mismo respeto que le profeso a los que no piensan igual se calló y se excusó de la mejor manera que pudo.

Si los que nos sentimos españoles, los que amamos a España, los que queremos a nuestra Patria no nos dejáramos avasallar por los cuatro amargados lleno de odio que respiran autoritarismo por los cuatro costados creo que otro gallo nos cantaría.

La convivencia es cosa de todos aunque no todos respetan el sagrado respeto hacia los demás.

El panorama de mi querida y amada España no puede ser muy halagüeña con la aparición de tantas vertientes de una izquierda radical que aspira a un totalitarismo en ideas, pensamientos y que no respetan nada de nada salvo su opinión o forma de pensar. 

Prometo escribir de "Podemos" más adelante aunque como están las cosas en ese partido haber si me da tiempo.

En fin, que deseo con todas mis ganas que gane España mientras permanecemos en nuestro patio escribiendo o haciendo otras cosas con un hondo sentido patrio.

Jesús Rodríguez Arias

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