La sultana se aburre y la melancolía recorre su lozano cuerpo porque echa de menos la mezquita. Ella reina mora, de la morería y demás, anda como alma en pena de un lugar a otro de España y parte de Europa para enjuagar su llanto y su penar.
La vieja Andalucía espera que la sultana encuentre acomodo y se ponga a dirigir el destino de esta noble tierra aunque ella se encuentra mejor en reuniones con banqueros y demás multimillonarios mientras los pobladores de este terruño bello e inmenso donde el mar y el campo se dan la mano se mueren de hambre, de hastío y de tristeza.
Ahora la sultana Susana I de Andalucía demuestra su verdadero rostro y esa "belleza" que irradiaba con los flashes, focos, primeras páginas y noticias cuando se le ha caído el velo y ha sacado la casta que atesora y que no puede esconder por más minutos que pasen.
En palacio está quien verdaderamente gobierna, quien lleva los machos aunque defienda la parida de la paridad. Valderas el moro quiere todo para el pueblo pero sin el pueblo, que le gusta mucho el jalufo de pata negra y demás exquisiteces "proletarias".
Lo último que han sacado estos que están juntos en la Junta de Andalucía es la pretensión de expropiar la Catedral de Córdoba, antigua Mezquita, para que pase a propiedad pública. Todos sabemos que la propiedad privada no significa nada para el régimen social-comunista que nos desgobierna en Andalucía y se empieza por la Iglesia, por cuanto es y significa, y terminan quitándote tu casa, que estás pagando al banco, por un interés público y también notorio.
Esta izquierda y ultra-izquierda casposa que no nos gobierna aunque dirijan Andalucía desde sus instituciones tiene un odio radical a todo lo que huela a Dios, a la Iglesia Católica a la que hay que atacar un día si y otro también porque a diario pone a estos politicuchos de pacotilla en un brete pues ellos solo ofrecen pobreza y la Iglesia y sus instituciones ofrecen caridad y bienestar dando de comer al hambriento, de beber al sediento, vistiendo al desnudo u ofreciendo posada al peregrino. ¡Y son tantos peregrinos que han perdido todo por estos dirigentes indigentes que nos gobiernan!
La sultana y el moro lideran a sus huestes para dar el golpe definitivo con esta pretendida expropiación. Es el principio de cuanto ha de venir de mano de estos infames que gobiernan desde hace décadas la Junta de Andalucía.
La sultana de Andalucía tiene más poder que el Califa Rubalcaba que tiene la cabeza perdida negociando con las tropas de insurgentes catalanes, vascos y navarros con el único propósito de desvertebrar España.
Los andaluces merecemos un cambio de aires, de ideas, de personas, de proyecto porque estar los mismos, en el mismo sitio, durante tantos años trae lo que trae. ¡Qué se lo digan a Alaya!
Si les sale bien la jugada de la mezquita propongo que sigan con otros monumentos de gran calado en los corazones de todos los andaluces, de toda la humanidad: ¿A ver si tienen cojones de expropiar la Basílica de la Macarena, la trianera Capilla de los Marineros, la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder o la Ermita del Rocío?
Jesús Rodríguez Arias