miércoles, 16 de abril de 2014

A LO MEJOR...

Nos pasamos la vida buscando la paz que nos de el sosiego suficiente para apreciar un poco más la vida que llevamos a cabo, lo que se llamamos el "día a día". ¡Y no somos capaces de alcanzarla!

¿De verdad que es tan sumamente difícil vivir en paz? ¿Te has llegado a plantear tu vida sin las cosas tan innecesarias que te rodean y que en muchas ocasiones hacen que pierdas el norte hasta llegarte ahogar?

Miramos demasiado el reloj, los miniordenadores que se han convertido nuestros móviles, necesitamos todos los días estar conectados a las redes sociales, que a la postre se han convertido en nuestra mejor compañía, en esta carrera a estar ocupados en el cien por cien del tiempo nos hemos olvidados de los ratos de buena charla alrededor de una copa, la plácida de lectura de un buen libro, la meditación pausada que nos haga reflexionar hacia donde estamos dirigiendo nuestras pisadas o simplemente rezar con el aporte espiritual que tanto beneficia a nuestras cada vez más desgastadas almas.

Soy consciente que para encontrar la paz y la tranquilidad de espíritu no es solo cosa tuya sino sobre todo de Dios aunque nosotros tenemos que estar atentos y aceptar las propuestas que nos hace para alcanzar esa cima tan deseada y anhelada por tantos.

A lo mejor hay que olvidarse de uno mismo y atender más a los demás. 

A lo mejor hay que alabar lo que los otros hacen en vez de fijarnos en sus errores y desaciertos.

A lo mejor tenemos que olvidarnos de lo tecnológico y encauzar nuestras vidas hacia lo auténtico, hacia lo imperecedero, hacia lo que no sufre si se produce un "apagón".

A lo mejor debemos cultivar a los amigos dándonos por entero, escuchando lo que nos quieran decir y aportar.

A lo mejor tendremos que atender a nuestros mayores con más esmero y ayudar a las nuevas generaciones a crecer en virtudes y valores tan alejados de lo que hoy quiere imperar en nuestro mundo. 

A lo mejor debemos cuidar más a nuestras parejas haciéndoles saber que las amamos, que sin esta persona nuestra vida no sería vida y que sin ella muchas cosas no tendrían sentido.

A lo mejor habría que decir más veces ¡TE QUIERO! y olvidarnos de vergüenzas y rubores que no nos dejan ni dormir.

A lo mejor la felicidad se alcanza leyendo un buen libro, en una sana tertulia con tus seres queridos y que te quieren alrededor de una mesa, de una copa, donde las risas traspasen las paredes de la casa.

A lo mejor radica en dejar lo innecesario y adentrarnos en lo imprescindible, en lo que vale la pena, en lo que nos hace feliz y no lo sabemos o no lo queremos saber.

A lo mejor esa paz la alcanzas rezando ante el Sagrario en la más íntima soledad, meditando en pleno campo donde tu vista se pierde en esas montañas que desaparecen entre las nubes y la niebla o en pleno mar donde el horizonte parece tan cercano que nunca llegas conseguir llegar a él.

A lo mejor Dios te está indicando a cada instante el secreto de la paz y la felicidad en tu vida y no sabes o no quieres oírlo porque te da miedo dar un cambio radical y necesario a tu vida.

A lo mejor es que, en definitiva, ansiamos con todas nuestras fuerzas la paz y la tranquilidad aunque nos da demasiado temor el llegar a conseguirla.

A lo mejor este post te ha ayudado o todo lo contrario.

A lo mejor...

Jesús Rodríguez Arias

martes, 15 de abril de 2014

LOS SINIESTROS CABALGAN JUNTOS DE NUEVO.

Hace un tiempo que la Junta de Andalucía gobernada por la siniestra, también llamada izquierda, que se plantea expropiar la Catedral de Córdoba, antigua mézquita, quitando toda esencia religiosa y dándole el puntito público para obtener pingües beneficios a costa de las visitas, de los turistas, de la promoción...

Se matan dos pájaros de un tiro: Se desamortiza, a lo Mendizabal, a la Iglesia de unos de sus bienes, cosa esto muy propia de los regímenes comunistas que son los que realmente mandan en Andalucía, y para colmo se gana dinero con ello que hay que pagar muchos asesores que viven desde la "utopía" de ganar grandes sueldos, viviendo como jeques, aunque vayan con el traje-difraz de "proletariado".

Son muchas las miles de firmas y apoyo contra este ignominioso ataque sin miramientos de esta casta política de la que nos acordamos todos los días de todas sus castas.

Susana I de Andalucía, la sultana, ha estado muy ocupada quitando y reponiendo competencias a sus socios comunistas que con prevaricación y alevosía, perdón con premeditación y alevosía quería decir, y ha tenido un final de Semana de Pasión la mar de apasionada. Los socialistas deseando que rompieran con esta gente que solo se preocupa de lo suyo y si lo suyo no es legal pues, ¡Que se joda la justicia! y los comunistas pidiendo a los Magos laicos, que nos Reyes, que no le quitaran su varita del poder que tantos beneficios les trae.

La sin par consejera de vivienda, Elena Cortés, no se corta un pelo y hace lo que le sale de la hoz y el martillo sin respetar a nada ni a nadie. Ella que es defensora a ultranza de la república estaría soñando con ese "trapito de colores" que es la tricolor.

Ahora, porque se lo están poniendo a huevo, los islamistas han solicitado el uso de la Catedral de Córdoba, cuando sea embargada, expropiada y desamortizada para culto propio por los derechos que dicen tener sobre el edificio que aloja. Estos islamistas, para más inri, han sido subvencionados por la Junta de Andalucía. ¡Qué desfachatez! ¿Hasta donde vamos a llegar?

¿Hasta donde vamos a llegar? Hasta donde quieran esta pandilla de mamarrachos que nos gobiernan en Andalucía. 

Cómo ya dije en un anterior post me gustaría que plantearan la expropiación simultánea de la Basílica de la Macarena, del Gran Poder, la Capilla de los Marineros o la Ermita del Rocío porque sé que eso nunca llegará a suceder por muy comunistas y siniestros que sean los ricos proletarios que quieren mandarnos y mangarnos lo que puedan porque entre otras cosas estos "valientes" no tienen cojones para enfrentarse a la fe del pueblo que tanto desprecian y dicen defender.

Jesús Rodríguez Arias

sábado, 12 de abril de 2014

UN DÍA FRUCTÍFERO.

¿Cuántas veces te has quedado en casa y no sabes lo que hacer? Muchas, ¿Verdad?

El no saber que hacer es una de las situaciones que más intranquilidad nos producen porque no somos conscientes de lo que realmente queremos o no puede apetecer.

La duda en el ser humano produce un severo desgaste en el que siempre se suele salir mal parado.

Yo cuando me quedo en casa, a Dios gracias, siempre tengo algo que hace: Que si actualizar el blog, que me coge gran parte del día, escuchar buena música, hoy precisamente he escuchado ópera y leer. ¡Qué bien se está leyendo un buen libro!

Me quedan apenas unas páginas del último libro de Arturo Pérez Reverte y que gracias a él he podido conocer y apreciar el mundo de los "escritores de paredes" o como se les llama habitualmente a los autores de los graffitis que son esas pinturas en las paredes que tanto nos molestan y que con este libro podemos llegar a entender.

Ayer he empezado un viejo libro que me ha prestado un buen amigo: Mi Cristo roto y que me está dejando muy buen sabor de boca y asimismo tengo otro encima de la mesa INRI de Fernando Carrasco así como de tipo espiritualistas que tanto me embelesan.

Ciertamente sé que no voy a tener vida suficiente para leer todos los libros que pueblan nuestra amplia biblioteca, gracias a Dios cada día que pasa son más, aunque el hecho de poseer los mismos es un motivo de alegría pues en ellos se engloban una parte del saber, de la sabiduría que Dios nos ha puesto a todos los hombres.

Cada día veo menos la televisión, menos cuando estoy agotado física y psicológicamente, y cuando lo hago es para ver un buen programa o película. Debo reconocer que para mí la televisión es ese sonido lejano que va desapareciendo mientras mis ojos se entornan para dormir la plácida siesta de cada tarde.

¡Lástima que los días duren tan solo 24 horas! Pues entre el trabajo, el blog, los artículos que tengo que escribir, la plácida lectura, el periódico, estudiar mi tema de investigación y atender alguna que otra obligación contraída, ciertamente, creo que no me da la vida para tanto. Aunque, ¿Y lo bien que me siento cuando pasa el día y sé que ha sido aprovechado hasta el último minuto?

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 7 de abril de 2014

LA TRANQUILIDAD NO TIENE PRECIO.

Qué la tranquilidad no tiene precio es un hecho constatable.

El pasar los días y las horas que lo comprenden con cierta tensión nerviosa, con estrés, prisas, sometidos a horarios que es una forma de estar esclavizados, de atención a los múltiples compromisos que uno va teniendo a lo largo de la vida, estar demasiado ocupados que ni se puede disfrutar de todo lo que te rodea es una forma de obligada pérdida de tiempo.

Y tenemos que tener en cuenta que por cada segundo que pasa no vuelve sino que forma parte de ese patrimonio inmaterial de la vida de cada cual.

Instalado como me hallo en mi madurez ya no veo las cosas como las veía. Antes era de esos que no podía vivir sin agobios, actos, prisas, agendas, compromisos cogidos por meses, años..., ahora todo ha cambiado, Dios me ha permitido ver lo que para mí no existía pues quedaba en el arcén cuando el coche veloz en el que me convertí pasaba a esa velocidad de que ni ves ni, por desgracia, dejas ver.

Ahora me detengo cuando camino, observo y capto esa imagen impresionante y bella que antes no era capaz de divisar, no pienso ni en el tiempo ni en la hora cuando charlo con un buen amigo o permanecer a la lumbre de la chimenea sin horas ni límites.

Detengo mi vida para escribir lo que siento, cuanto siento, lo que veo o he dejado de ver. Disfruto a cada instante de mi soledad, de ese necesario silencio que almacena el alma de las cosas que necesariamente son buenas y con el exceso de ruido que nos envuelve no nos deja ni prestarle atención.

Disfruto a cada segundo de la compañía de mi mujer, de Hetepheres, de lo que es y significa para mi vida, mi existencia, mi día a día. Los dos compartimos demasiadas cosas, nos une todo pues los gustos son más que similares. Los dos podemos pasar tiempo indeterminado con un buen libro en nuestras manos en un inmenso silencio solo roto por el suave pasar de las hojas que nos van descubriendo más y más del misterio que es por sí la historia de historias que contienen nuestros libros.

¿Cuántas veces hemos mirado sin ver? ¡Qué forma de perder el tiempo! ¿Verdad? Con todo lo hermoso que hay que ver a cada paso que das. Nosotros somos felices en cualquier sitio aunque redunda en nuestra felicidad que es una buena parte de la tranquilidad cuando estamos, como es el caso de hoy, en nuestro querido pueblo de Villaluenga del Rosario. Un desayuno, una buena conversación, un paseo solo truncado para ver a los gatos y perritos que están a las afueras del pueblo, saludar a los vecinos que nos encontrábamos al paso, al alcalde y seguir con nuestra particular marcha hacia nuestra casa en medio de la inmensidad de la obra creadora de Dios donde se escuchan los lejanos pajarillos y se ven sobrevolando por cualquiera de las cimas de las montañas que nos rodean a los halcones.

Escribir en medio de la paz es el mejor regalo que me puede hacer Dios porque puedo transmitir parte de la misma a la persona que lea este artículo.

Tranquilidad, silencio, paz  de la que surge la oración diaria que tan necesaria es para nuestras vidas. Aquí, alejado de todo, estamos más cerca del Señor.

Atrás quedó lo que quedó atrás y ahora, como auténtico peregrinos, vamos caminando por nuevos senderos, unos más pesados que otros, para llegar al verdadero camino que nos une a todos.  

Y cuando la intranquilidad aflige mi alma puedo decir que disfrutar, gozar de la íntima tranquilidad que ahora me encuentro envuelto hace que la paz y el necesario sosiego haya vuelto a mi y me encuentre feliz siendo feliz.

Jesús Rodríguez Arias

martes, 1 de abril de 2014

MONTORO.

Tiene Montoro "un sí que sé que no me gusta".
 
Mientras sus compañeros del Gobierno liderado por un auténtico "anti-líder" como es Rajoy acusan en mayor o menor proporción un severo desgaste tras dos años y pico de gobierno en España, Montoro desde el principio se veía bien a las claras que no iba a engañar a nadie.
 
Con esa cara de "repelente niño Vicente", de "empollón resabiao", como diciendo no confiad mucho en mí que os la voy a dar con queso. ¡Y así ha sido! Él, desde luego, no ha engañado a nadie porque su cara dice más de lo que quiere ocultar, que dicho sea de paso es casi todo.
 
Debo reconocer que aprobaría a Morenés y a Fernández Díaz. De Arias Cañete no tengo opinión pues aparece y desaparece más que el Guadiana y así es imposible valorar su gestión a la luz del día. Estamos ante un auténtico caso de malabarista de la política. De los demás mejor me callo pues, como las películas de tres rombos, puedo herir la sensibilidad.
 
Pero de Montoro no puedo emitir mi opinión. Un Ministro que con todas las subidas de impuestos, recortes habidos y por haber ha hecho de nuestra España más pobre, desolada y desesperanzada. Cómo diría Clinton: "¡Es la economía, idiota!". De economía se trata, de fríos números y estadísticas que es, lo que en definitiva, nos hemos acabado por convertir todos los españolitos de a pie.
 
Montoro con su nefasta política socio-económica ha destrozado lo que Aznar siempre protegió: La clase media.
 
La clase media es el motor de cualquier país y eso hasta un inepto lo sabe y acaba entendiendo. Todos, menos Montoro que con la connivencia de Rajoy y su equipo, hasta del que aparece y desaparece, han hecho todo lo posible por cargar los pesados fardos de recortes y más recortes, impuestos y más impuestos hasta llegar a ahogarnos en todos los sentidos.
 
Ahora D. Cristóbal, que no se amilana con nada y con nadie, critica a Cáritas, que es una institución de la Iglesia Católica que está aguantando el velamen de la crisis, dando de comer al hambriento y posada al peregrino y que sabe mejor que nadie como está la situación que nos metieron los socialistas y acabaron por acabarla los populares.
 
Sr. Montoro: ¿Qué hubiera sido de la clase política y de España sin la contribución de la Iglesia? ¡Piénselo!
 
Si la Iglesia Católica y las instituciones que la conforman no hubieran quitado tanta hambre, no se hubieran hecho cargo de tantos pagos, de asistir a los necesitados esto hubiera estallado y España se hubiera ido a pique y os puedo asegurar que ni a Montoro ni a ninguno de estos personajillos que nos gobiernan o participan de este circo en la oposición les hubiera importado una higa.
 
¡Ande yo caliente, ríase la gente! Parecen decir los aforados.
 
Para conseguir mi voto van a tener que sudar la camiseta y bien sabemos que "estos" nunca lo han hecho.
 
Jesús Rodríguez Arias